DE CONSTITUYENTE Y CONSTITUCIONES MADE TO MESSURE. (Ensayo)
Venezuela
ha tenido 26 constituciones y no creo necesario recitarlas todas, es fácil
buscarlas en libros, google y Wikipedia, porque hay numerosos tratados sobre
ese tema y el mío no pretende ser un tratado sino, cuando más, un cuasi ensayo
modesto, deseo hoy explorar la constituyente originaria promovida por el
ilegitimo, propuesta para este año de 2017, para intentar distraer y ganar
tiempo, para salirse del predicamento en el cual se encuentra.
Ha
habido procesos constituyentes con numerosos diputados y algunas elaboradas por
cenáculos de prohombres e intelectuales, las cuales se justifican, o al menos
se explican, debido a que la población, formada mayormente de indígenas, negros
y mestizos o pardos, más el incipiente estado de la educación para el momento,
como fue la primera república de 1811, no contaba con hombres adecuada y
debidamente preparados para ese proceso de elaborar una constitución, y eran
los peninsulares, mantuanos y hasta
algunos pardos de las segundas y terceras generaciones de españoles lo que
tenían el dominio de la superestructura del “estado” o status quo y habían
estudiado formalmente en la naciente universidad, por lo que era natural que
tuvieran la formación política e intelectual necesarias para elaborar una
constitución. No obstante, era absolutamente indispensable contar con una
constitución inicial, toda vez que Venezuela pasaba de “Monarquía” a “República”
(la primera). Había que obtener el reconocimiento de las demás naciones libres del mundo y, para ser un
nuevo estado-nación, había que tener un territorio propio, una población asentada
en dicho territorio y una constitución política. Tres requisitos indispensables,
hasta hoy, en el derecho internacional público y en las ciencias jurídicas y
políticas.
Por
cierto, la única república que ha habido, sin solución de continuidad, es
aquella que naciera en 1811, aunque para facilitar el estudio de la historia se
subdivida entre las tres ocasiones en que la república se perdiera porque los
realistas ganaran alguna batalla decisiva y los patriotas se replegaran a
reconstituirse y poder reiniciar operaciones, eso ocurrió tres veces como he
referido: en 30 abril de 1812, el 11 de
diciembre de 1814 y aquella de 1817 a 1819; pero, inmediatamente
se volvió a rescatar la república, eso ocurrió durante la guerra de
independencia que pasó entre 1811 a 1830. El difunto ejerció un esfuerzo de
cohesión y unidad de sus
revolucionarios, aplicando su habilidoso
como artificioso “encantamiento” con el que se encargó de promover su ideario
revolucionario, donde incluso llegó a la
audacia de decir que si bien Bolívar nos independizó de los españoles, fue su
revolución bolivariana la que realizó la verdadera independencia del imperio,
por lo que ya sus acólitos alienados lo ven como el segundo Simón Bolívar y así
lo veneran.
Él llegó
a insinuar una subdivisión arbitraria en dos repúblicas más, para cinco,
identificando el periodo que va de 1830
a 1998, englobando las constituciones que se escribieron en ese periodo en un “paquete”,
bautizado por él como la oprobiosa y odiada cuarta república a la que había que
acabar, a la cual se le endilgan todos los males de nuestra patria y, al periodo
que va desde su arribo al poder en 1999 al presente, lo denominó su maravillosa
y heroica quinta república, supuesta panacea redentora; pero, a mi juicio ha
resultado “Peor el remedio que la enfermedad”; por cuanto, los males que denunciaban se han
reproducido y se han perfeccionado los instrumentos de opresión, las falencias
en la gerencia y la corrupción, el estruendoso como vergonzoso fracaso
económico total, que nos sumerge en graves problemas alimentarios y de
medicinas y de miseria tercermundista acelerada, como de agotamiento del
aparato productivo y de exacción y dilapidación de las reservas y recursos
monetarios del fisco a manos del cohecho y la connivencia, etc. Es tal que los
del "Movimiento Revolucionario" MBR 200, conformado por los
“COMACATES” de la otrora FAN, esgrimieron esas fallas de la cuarta república, como
excusas para sus golpes de estado fallidos del 4F y del 27N de 1992.
Dos
viejos zorros de la política decimonónica nacional les asesoraron a incursionar
como partido político, al cual bautizaron MVR cambiando la “B” de bolivariano
MBR, por el signo romano para el ordinal quinto o “V”, de una manera muy
convincente dentro de la lógica del mercadeo político y así triunfaron en las
primeras elecciones de 1998. Con este MVR repotenciado ideológicamente, se
montaron en el “coroto” en 1999 y no se quieren bajar.
En 1999
promovieron el proceso constituyente que habían esgrimido con como ariete de
campaña, y dentro de ese clima de jolgorio y euforia y promesas, como de efervescencia
y turbulencia post golpe, fue que se diseñaron “kinos”, se recorrió el país y
se organizaron unas elecciones con un CNE cooptado, para elegir los
diputados la Asamblea Nacional
Constituyente 1999, donde el presidente de la misma resultó el viejo zorro
asesor Luis Miquelena. La mayoría electa fue del movimiento MVR, simpatizantes
o dependientes cooptados, oportunistas y vivos criollos de siempre.
Así transcurrió el primer mes de sesiones,
mientras el difunto se iba en un periplo, con la chequera llena y su “espada
revolucionaria que camina, por la américa latina” y demás países del mundo.
Contaba conque su mayoría en la ANC y el impacto de su triunfo a lo Fidel
Castro produciría una constitución “made to messure” del ideario comunista.
Pero, los pocos constituyentes de la oposición o de la “cuarta”, con su mejor
preparación y experiencia parlamentaria, pudieron contrarrestar los elementos
más sólidos del nuevo modelo que se deseaban incorporar al nuevo pacto social.
La cosa iba algo lenta y al mes había apenas logrado consenso en el preámbulo y
unos 80 artículos, para los cuales había habido debates sólidos y hasta
agonales. Cuando el difunto regresó de viaje encontró esa realidad y se
disgustó públicamente y los emplazó a pisar el acelerador y, de allí en
adelante, la aplanadora de su mayoría funcionó y pasaron de los análisis
profundos y exhaustivos, como densos, a la vieja táctica de “suficientemente
debatido” y “mayoría evidente aprobado”, de la cual ellos hoy en 2017 se quejan. Así se
elaboró esa constitución de 1999.
Debo
destacar que Simón Bolívar elaboró él
solo la primera constitución de Bolivia de 1825, en la cual introdujo a sus
anchas los elementos esenciales de su ideario y pensamiento político, con
aspectos tales como la presidencia vitalicia, el centralismo (ya que él
consideraba que nuestros países no estaba preparados para el federalismo) y
otros aspectos cuestionables.
De tal
manera que, no hay constitución perfecta; porque es un instrumento a lo
fotografía del instante sociológico, jurídico y económico de un lapso en la
historia de un país, donde hombres avizores, con enjundia intelectual, a lo
demiurgos, tratan de identificar aquellos aspectos fundamentales que les permita
regular, organizar su sociedad para que esta pueda alcanzar los fines
superiores del estado y de la nación que conforman, la nación, por su parte, es
la suma de los ciudadanos que vivieron, los que están vivos para el momento y
los que los sucederán, la constitución engloba todo. La evolución completa de
la transformación histórica de un país debe verse como una película continuada,
no como una foto instantánea
Es muy
complejo elaborar una constitución que armonice todos los intereses y compendie
la voluntad del pueblo, hacerlo para orientar y guiar a los tres poderes
esenciales, como son el legislativo, el ejecutivo y el judicial, con el cual
esa sociedad pueda transitar el mayor lapso posible hasta tanto la dinámica de
la realidad que ya viaja en jet, sea tal que ya el coche a caballos de su constitución
y las previsiones que sus constituyentes, no puedan seguir rigiendo las relaciones de las
generaciones futuras y deba entonces reescribirse una nueva constitución. Hay países
que no temen constituciones escritas y les basta con la constitución real del
pueblo. Otros ten una sola constitución con sucesivas reformas o enmiendas y aquí
les ha ido muy bien. ¿Es que acaso ellos temen mejores hombres?
Aquí
debo enfatizar que la constitución real es aquella que reside en la voluntad
del pueblo, la cual es originaria o anterior al hecho constituyente y nunca el
pueblo subordina su soberanía originaria, ni siquiera a los poderes constituidos.
El pueblo presta ese poder a la asamblea constituyente, para que esta le escriba su constitución
y ésta debe presentarle su trabajo a su consideración, para que él la apruebe o
rechace. Una vez la apruebe, los poderes constituidos tienen un mandato
claro, CUMPLIR Y HACER CUMPLIR LA
CONSTITUCIÓN, no tiene poder originario sobre el pueblo. Es, sin temor a
equivocarme, similar a lo que sucede con el condominio del edificio, o lo que
los dueños de las acciones de una empresa
le dan a su CEO. Incluso así es con respecto al poder de Almagro, con respecto
a la asamblea general de países de la OEA, Son meros ejecutores.
La soberanía
reside en el pueblo. Cualquier asamblea constituyente, aun la originaria para
dizque refundar la república, tiene sus limitaciones. Me auxilio con el libro
de Combellas, del cual, en escrito aparte, les agrego un resumen de unas 10 páginas, a su primer capítulo que consta de
39 páginas. Léanlo y me evitaran que
prolongar este trabajo más allá de lo que deseo expresar.
Por ejemplo, ninguna asamblea puede regresar a la monarquía,
ni reeditar derechos humanos ya constituidos en derechos universales.
La constitución
vigente o la de 1999 tiene sus problemas que deben reformarse. Ha habido no
solo violación de esa constitución, sino un fraude continuado a la misma y caballos
de Troya a contrapelo de su espíritu y propósito, metidos por el difunto cuando
intentó una reforma que fuera rechazada por el pueblo en referendo. El pidió
una ley habilitante y la AN obsecuente y cooptada se la dio, pero no observó ni
los lapsos ni la naturaleza de la misma, ni los procedimeintos para elaborar un decreto habilitante, esta ley le fue prolongada cuantas veces quiso, y se valió de ellas para, mediante
decretos habilitantes, introducir los mismos
elementos que el pueblo le había rechazado.
Ahora, nos encontramos con que no han cumplido la constitución, llamémosle “limpia” de
1999, le han metido aspectos de contrabando,
y hoy, en un clima de pérdida del hilo constitucional bajo un golpe de estado,
el ilegitimo e ilegal (lean al CN Gilberto Velázquez Sibila en sus demostraciones
de ambos aspectos, para no auto citarme, que es feo) y verán como NM arribó al poder en un momento cuando por su cargo no
podía ni ser candidato, además de que goza de doble nacionalidad, entre otras razones.
El
presidente tiene facultad constitucional para iniciar un proceso constituyente; pero, no para conformar
la ANC de la manera que él quiere a su único arbitrio, ni para violar lo que
establece la constitución para estos procesos, ni meternos nuevos caballos de Troya
en tal asamblea. El poder comunal, como las milicias, no están contempladas en
la constitución y mal pueden ser incluidos con beligerancia política en una ANC, in tuito milicias. El momento político nacional reclama culminar con el proceso
de reversión de ese golpe de estado que él promovió y del cual se beneficia. Mal
puede él y sus comuneros reescribir una constitución para darle visos constitucionales
a su golpe de estado. Además, el estado de turbulencia y conmoción nacional
ante la brutal como ilegal e ilegítima represión de la disidencia ameritan que
los responsables sean juzgados. ¿Cómo aspira hacer borrón y cuenta nueva y
quedar ileso de sus responsabilidades?
La OEA
ya les dio emitió su decisión de:
1.
Llamar a elecciones generales,
2.
Liberar a los presos políticos,
3.
Devolverle su fuerza y vigor a la AN,
4.
Abrir canal humanitario para alimentos y
medicinas.
Los juristas más enjundiosos y calificados
del país coinciden en opinar que los autores de sentencias 155 y 156 deben
asumir responsabilidad y renunciar. Ellos les enmarcaron el camino, donde el
poder moral debe calificar la falta de los magistrados para que la AN proceda a
su destitución y proseguir con la designación de nuevos magistrados. Debemos
hacer eso, designar un nuevo CNE transparente y no “tramparente” y aplicar los procedimientos
democráticos para lo que debe hacerse. Estos líderes y su modelo deben culminar
su paso fatal por la historia venezolana. Hay quienes opinan que se debe negociar
para facilitar este proceso, bajo el sabio concepto de “Al enemigo que huye,
puente de plata”. No acorralarlos, porque a fiera herida no se le acorrala y
aunque están, a mi juicio, derrocados, cuentan con armas, y recursos para nada
soslayables y pueden hacer mucho mal, más del que ya han causado con estas aberrantes represiones. Se impone el sabio “parar maquinas”, revisar y
reorientar la nave, con un nuevo capitán.
Las aguas están revueltas, y alguien
dijo que la historia es como los motores en funcionamiento, que no pueden ser
diagnosticados, ni reparados, sino cuando se llega al estacionamiento y se
detienen. Allí se analizan las piezas y se cambia lo que haya de cambiarse, o
se instala un nuevo motor; pero, no se puede abrir el motor para repararlo
estando encendido. Esto le corresponderá al mecánico, que en este caso es el
pueblo, dueño y mecánico del vehículo
#UnaReflexionNecesaria Bendiciones mi estimado Consocio. Reconocer y aprender sobre nuestro pasado, para entender y valorar el presente, y mejorar el futuro. Un gran abrazo. Lo comparto amigo.
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