MANIFIESTO A LA LIBERTAD Y POR LA DEMOCRACIA DE VENEZUELA .
Cualquiera de nosotros que escribimos en estos foros ( desde hace 16 años como es mi caso) y que somos profesores y dictamos clases y servimos de tutores de tesis, estamos expuestos a iguales riesgos.
Si no decimos ni hacemos nada como individuos y como sociedad organizada, cualquier día caeremos por igual , tan solo por hacer uso de nuestro derecho de expresión al que la constitución de nuestra República nos respalda en su artículo 57.
Ya esto debería tener miles de comentarios de personas comprometidas con la verdad y con la libertad y democracia.
Así como en estos foros lanzan retos por pendejadas, como lanzarse cubos de agua encima o respaldar nimiedades o trivias; así mismo, deberían todos mis amigos e incluso quienes no nos conocemos unirnos en una cruzada apartidista.
No crean los chavistas que están libres de ser reprimidos y apresados.
Despierten de su miedo, de su indiferencia y de su indolencia.
Nos parecemos ya a esos documentales de Discovery Channel donde una manada de leonas amenaza y ataca a un rebaño y se come al más débil del rebaño y los demás tan tranquilos.
Nosotros también somos animales; pero, RACIONALES, con sentimientos y pensamientos. Debemos marcar esa diferencia porque , según veo, parecemos un rebaño de reses.
Les recuerdo que RES significa COSA. Nosotros somos SERES PENSANTES y con CONSCIENCIA.
No los invito a reaccionar, ni a conspirar ni mucho menos a dar golpes de estado, sino a REFLEXIONAR y ACCIONAR en consecuencia y consciencia ciudadana, de hombres libres y de buenas costumbres, con coraje cívico, en paz y sin violencia y sin armas, en compromiso con nuestros semejantes y con y por la patria que Bolivar y los padres fundadores nos legaron.
VIVA VENEZUELA MI PATRIA QUERIDA!
QUIEN LA LIBERTÓ MI HERMANO FUE SIMON BOLIVAR!
CN EDDY DARIO BARRIOS OROZCO.
sábado, 25 de febrero de 2017
miércoles, 15 de febrero de 2017
AMENAZAS A LA SEGURIDAD
(Para quienes no ven la amenaza que el narcotrafico y los narcotraficantes representa para la Seguridad del Sistema Interanericano)
La respuesta es muy simple y la voy a dar:
Venezuela pertenece por propia voluntad, al firmar los tratados correspondientes sin coacción ni apremio y por convicción en los valores y principios de tales acuerdos , al SISTEMA INTERAMERICANO.
El Sistema Interamericano se ha dado valores y principios comunes que todos por el Pacta Sunt servanda están obligados y han prometido voluntariamente cuidar o preservar para mantener la Seguridad y la Defensa de dicho sistema.
EL desarrollo y evolución de los DDHH, que dieron lugar al Estatuto de Roma por ejemplo, en nuestro continente se manifiesta en La Carta Democrática de la OEA, que hubo necesidad de desarrollar porque no bastaba que los gobiernos fueran electos democráticamente , sino que su desempeño tenía también que serlo.
A tal efecto se definió taxativamente en qué consistía ser un gobierno democrático de desempeño , mediante conceptos , definiciones y requerimientos a cumplir por todos los 34 países del sistema . Debo decir que eso no fue nuevo, porque antes la OEA había integrado a sus valores y principios la Doctrina Betancourt.
Por eso, quien viole la Carta Democrática de la OEA debe ser sometido al debido proceso establecido para "Llamarlo a botón" y si no reacciona favorablemente hay que aplicarle las sanciones a que su conducta diera lugar. Eso no puede llamarse injerencia ni violación a su soberanía y autodeterminación . El país que incumpla lo acordado se gana sus sanciones. ASÍ DE SIMPLE!
Más claro?
(Para quienes no ven la amenaza que el narcotrafico y los narcotraficantes representa para la Seguridad del Sistema Interanericano)
La respuesta es muy simple y la voy a dar:
Venezuela pertenece por propia voluntad, al firmar los tratados correspondientes sin coacción ni apremio y por convicción en los valores y principios de tales acuerdos , al SISTEMA INTERAMERICANO.
El Sistema Interamericano se ha dado valores y principios comunes que todos por el Pacta Sunt servanda están obligados y han prometido voluntariamente cuidar o preservar para mantener la Seguridad y la Defensa de dicho sistema.
EL desarrollo y evolución de los DDHH, que dieron lugar al Estatuto de Roma por ejemplo, en nuestro continente se manifiesta en La Carta Democrática de la OEA, que hubo necesidad de desarrollar porque no bastaba que los gobiernos fueran electos democráticamente , sino que su desempeño tenía también que serlo.
A tal efecto se definió taxativamente en qué consistía ser un gobierno democrático de desempeño , mediante conceptos , definiciones y requerimientos a cumplir por todos los 34 países del sistema . Debo decir que eso no fue nuevo, porque antes la OEA había integrado a sus valores y principios la Doctrina Betancourt.
Por eso, quien viole la Carta Democrática de la OEA debe ser sometido al debido proceso establecido para "Llamarlo a botón" y si no reacciona favorablemente hay que aplicarle las sanciones a que su conducta diera lugar. Eso no puede llamarse injerencia ni violación a su soberanía y autodeterminación . El país que incumpla lo acordado se gana sus sanciones. ASÍ DE SIMPLE!
Más claro?
martes, 14 de febrero de 2017
ESTADO DE DERECHO versus ESTADO
DE DERECHO Y DE JUSTICIA
Este 7 de febrero 2017 regresaba de Caracas, de despedir a mi hijo quien
emigró como cientos de miles de jóvenes venezolanos, se fue recién graduado de
Contador Público y recién casado con una hermosa e inteligente mujer de buena
familia, mi “siera”, también profesional, Licenciada en Relaciones
Industriales. Conservaba el sabor de los abrazos y besos, como de las lágrimas
que derramé sobre sus mejillas apretadas contra las mías.
Para orientarnos en la ruta encendí la radio y seleccioné 103.9 FM, una
emisora de la Victoria en el Estado Aragua, la cual era la emisora matriz de
una cadena que lo acompañaba a uno con buena música, informaciones útiles
acerca del tránsito, accidentes y trancas asociadas, y otras, por todos los
estados colindantes. Uno salía de Caracas y, gracias a esa cadena de emisoras
privadas del mismo consorcio, podía uno ir acompañado toda la ruta de Caracas a
Valencia. Ahora, sólo se recibe mientras uno está en el territorio del estado
Aisàmico de Aragua; porque, el régimen cortó esa cadena, aduciendo que su línea
editorial era de marcado corte opositor. La excusa utilizada fue que eso era
monopolizar las comunicaciones.
Lo cierto es que motivado a la apertura del periodo judicial 2017, el TSJ
estaba encadenado, no monopolizando las comunicaciones por supuesto, no señor.
Traté infructuosamente de cambiar de estación y todas las emisoras
estaban “encadenadas” y lo único que oía eran los discursos
inflamados y aplausos a rabiar a cada dos párrafos y cada 10 mega hertzios, por
eso me devolví al 103.9 FM y me dije, “si me lo voy calar, al menos que sea en
la emisora de La Victoria”, en una solidaridad inocente y pendeja; porque,
ahora también es “revolucionaria” aunque sigue siendo útil. El audio era
deficiente, porque no está en la modalidad anterior, sino que se oye bien
solamente dentro de su alcance local del estado. Por eso perdía detalles;
especialmente, cuando llegué al punto límite de su rango de potencia de
transmisión.
En resumen, pude escuchar primero el fastidioso y peor leído discurso de una dama de apellido Gutiérrez, al llegar a casa descubro que es Gladys María Gutiérrez Alvarado, la actual presidente del Tribunal Supremo de (in) Justicia de Venezuela. Su discurso fue muy entrecortado y no por las ondas hertzianas, sino porque, al parecer, no podía leer lo que le preparó o le prepararon sus asesores, lo cual se estila y no es nada malo. Pensé que era así quizás porque no pudo practicarlo. Estuvo lleno de clichés y cuentas del gran capitán, adicionando con orgullo desmedido su proeza de “haber controlado” a la AN, culminando con su idea central: “El Poder Judicial se ha refundado al servicio del pueblo venezolano”
En resumen, pude escuchar primero el fastidioso y peor leído discurso de una dama de apellido Gutiérrez, al llegar a casa descubro que es Gladys María Gutiérrez Alvarado, la actual presidente del Tribunal Supremo de (in) Justicia de Venezuela. Su discurso fue muy entrecortado y no por las ondas hertzianas, sino porque, al parecer, no podía leer lo que le preparó o le prepararon sus asesores, lo cual se estila y no es nada malo. Pensé que era así quizás porque no pudo practicarlo. Estuvo lleno de clichés y cuentas del gran capitán, adicionando con orgullo desmedido su proeza de “haber controlado” a la AN, culminando con su idea central: “El Poder Judicial se ha refundado al servicio del pueblo venezolano”
Luego habló un caballero cuyo nombre no pude de
momento identificar y que luego averigüé fue el vicepresidente de la sala
constitucional, quien se esforzó en establecer una forzada como caprichosa
comparación entre el concepto de Estado de Derecho de
la IV República, por supuesto demoniaco e ineficiente, versus el excelente,
justiciero, redentor y bondadoso Estado de Derecho y de Justicia revolucionario.
Como no soy abogado (sé que me arriesgo a que mi compadre, quien sí lo es, me
lo repruebe) pudiera no haber comprendido bien; pero, asumo el riesgo e igual
se van a calar mi sinopsis de tal pieza magistral.
Antes, les extracto los significados, según el diccionario, de Derecho y
de Justicia:
Derecho: Se
entiende por derecho al conjunto de normas de carácter general que se
dictan para dirigir a la sociedad a fin de solventar cualquier
conflicto de relevancia jurídica que se origine; estas normas son impuestas de
manera obligatoria y su incumplimiento puede acarrear una sanción. O sea, para
juzgar debe existir un cuerpo de normas, escritas o no, y los delitos deben
estar contemplados como tales en el contenido de dichas leyes. Eso se conoce
como “Aplicar el estado de derecho” no juzgar por el
arbitrio del juzgador, a su mejor y más sabio entender.
Justicia: La palabra Justicia proviene del latín “Justitia” que
significa justo. La justicia es un concepto que se empezó a emplear años antes de Cristo, para manifestar la equidad ante un juzgado y un verdugo que dictaba
condena, justa o injustamente, así pues, fueron creándose los cimientos de un
concepto que se ha elaborado y diseñado para cada cultura de una manera diferente. De forma concreta,
podemos asegurar que la justicia es una constante y perpetua voluntad de
dar a cada uno lo que le corresponde. Esta idea tan genérica cobra
sentido en dos tipos de Justicia, la primera es la conmutativa, la
cual se basa en un principio de reciprocidad, que exige dar en
contraprestación, un equivalente proporcional, y la distributiva,
que hace referencia a la solidaridad e igualdad entre todos los humanos, lo que es justo, lo que es para todos, debe ser
repartido como tal para cumplir con este principio.
Como vemos, Derecho atiende a las
leyes escritas, o derecho positivo y Justicia a la aplicación
de las mismas para juzgar a los que violan esas leyes, y hacerlo con equidad
o dándole a cada uno lo que le corresponde.
Pues bien, según el enjundioso caballero, de un dejo revolucionario y
popular evidente, Vicepresidente de la Sala Constitucional del TSJ, el estado
de derecho a secas, estaba asociado al capitalismo salvaje y
al neoliberalismo, era y es injusto, en esencia porque está sustentado en el
imaginario teórico o valores del capitalismo y de la burguesía, como por las
injusticias de las diferencias de clases. Que no se podía aplicar ese derecho
burgués para juzgar por igual a una clase burguesa y privilegiada y a la otra,
marginada y preterida, formada por los pobres. Que estos debían ser
considerados por sus deficiencias en el acceso a los beneficios del estado, lo
cual los mantenía en minusvalía jurídica y por tanto, había que compensarlos
con el sistema de Derecho…. y de justicia inventado
por la revolución. De paso, culminaba cada idea principal entre ovaciones en
las cuales completaba la idea de que el sistema adoptado por la revolución era
superlativamente mejor y más justo. Entiendo y agrego yo, que en este régimen
de gobierno revolucionario existe y se respeta el estado de derecho, la
separación de poderes, y la justicia funciona muy bien. Sin impunidad, ni
presos políticos, ni torturas, ni nada malo. Que las sentencias salen “justas”
y oportunas, no como en la cuarta.
Eso me creó una gran incertidumbre; porque no sabía si era que yo no
entendía de derecho y de justicia (lo que no me
avergüenza) o que quien no lo entendía era quien discurseaba y eso sería peor.
La forzada dicotomía era que me dejaba el meta mensaje de que podía haber derecho
sin justicia, y justicia sin derecho, o
sin atenerse estrictamente al derecho. Es decir, si aplicamos el derecho, es
posible que se sea injusto. Que si aplicamos la justicia, no importa si la
aplicamos con un baremo correspondiente a la manera particular de juzgar a su
arbitrio cada juzgador; pues, siempre se será justo porque aplicamos la
justicia revolucionaria redentora.
Algo así como la diferencia entre árbitro de derecho y árbitro
arbitrador conocemos por el estudio de los tratados para
resolver conflictos limítrofes. Entonces recordé mis cursos para
Capacitado Aduanero (tengo una aduanera), donde aprendimos que la Ley de
Aduanas es la única donde al administrador de la ley se le asigna un albedrio
amplio con el que los corruptos e inescrupulosos de la cuarta podían asustar o
disuadir a los agentes aduaneros con abrirles o no el contenedor, así éste
tuviera un oficio de clasificación del organismo de Comercio Exterior, a menos
que el aduanero (como pasaba antes, no ahora), se bajara de la mula para
evitar el reconocimiento. Así mismo, recordé a mi profesor quien decía que la
ley debe evitar darle albedrio al administrador de la misma, porque se
convierte en peaje. No sé si refería a los dólares de Cadivi, dizque donde se
los reparten entre enchufados, con todo el arbitrio del caso.
Los gitanos andaluces dicen, “Más te vale una vara de juez, que un
kilómetro de justicia” o aquel que reza: “Si te acusan de robarte 100
millones de pesetas y eres inocente estas frito, no te salvas. Si te acusan de
robarte la misma cantidad y eres culpable, eres libre”. Yo no sé, ellos
sabrán por qué los gitanos tienen esos dichos. Eso debe ser solamente allá. Aquí
no.
El derecho, según lo que entendí, se refiere al derecho positivo, así como
se lee en frio en las leyes, sin otras consideraciones y que la justicia era la
resultante de introducir en el análisis consideraciones para buscar las
responsabilidades o culpas, pero con una suerte de atenuantes derivados de las
injusticias que ese ciudadano pobre habría recibido en su vida, en este caso
por las falencias de gobierno de la IV República. La eterna lucha de
clases. Allí recordé lo de “si tengo hambre y robo, es comprensible” y
lo que decía Gonzalo Barrios “En Venezuela todo el mundo roba; porque no hay
razones para no hacerlo”
En ese momento también recordé algunos dichos, tales como aquel de que “la
justicia está escondida dentro del derecho”. O sea, el derecho
es lo normativo del derecho positivo y la justicia es la equidad no la
igualdad, y consiste en asignarle a cada quien lo que le corresponde. Hasta
allí me sonó medianamente interesante, aunque no pude tragármelo, o al menos me
lo tragué por un ratico, y tuve que devolver los pedazos mal digeridos para
hacerle espacio al sanduchito de pernil de La Encrucijada, la cual me quedaba a
20 kilómetros.
Me consolaba saber que algunos presidentes, como Caldera y no precisamente
el popular Luis Herrera, quien era de alta cultura y tenía gustos más
exquisitos aprendidos en su periplo de exilio por Europa, aunque su imagen
especialmente prefabricada, precisamente para la campaña, fuera la que
erróneamente conocemos. Ellos se dice y me apuntaba el camarero, se paraban
allí a comerse su pancito con cochino cada vez que pasaban, eso me cuentan y no
he tenido tiempo, ni oportunidad, de chequearlo con algunos de sus edecanes, a
quienes conocí.
Con estos argumentos convencí a mi capitana de detenernos, ya que eran como
las 4 pm y habíamos salido de Caracas sin almorzar. De lo que sí me enteré es
que Luis Herrera no comía Toronto y sí doblaba billeticos de a cien y los tenía
en sus bolsillos y, cada vez que le pedían, él les daba la mano y les dejaba
caer uno con discreción. El presiente Caldera tampoco comía Torontos y sé, que
se echaba su aperitivo de campara con jugo de naranja o el célebre
“destornillador”, porque lo vi cuando me invitó, de Alférez de Navío, a
almorzar con él en Miraflores.
El sándwich de la Encrucijada me costó Bs 5.900, antes (1970) lo pagaba a
Bs. 2,50 y recientemente - hasta la explosión abrupta de la inflación
revolucionaria - costaba Bs.500. La cuenta esta vez fue de
Bs.14.300, porque tomamos una bombonita de refresco. La propina fue de Bs.
1.500; o sea que, comer con la hermosa compañía de mi capitana me costó Bs.
16.000 (al menos, metimos los pies bajo la mesa, gozamos de un airecito acondicionado
y de unos baños limpios). La atención muy buena del camarero, quien solía
trabajar en “El Guracarumbo” de la carretera vieja o Panamericana, entre
Tejerías y Caracas, quien me dijo que me recordaba desde que yo era
Alférez de Navío, lo que me sorprendió agradablemente.
miércoles, 8 de febrero de 2017
DIALOGO ENTRE DESCONOCIDOS
https://resistenciav58.wordpress.com/2015/07/15/15jl-conozca-la-verdad-el-difunto-vendio-el-esequibo/comment-page-1/#comment-5732
Ese territorio (Esequibo) pertenece a las comunidades indígenas que lo
poblaron durante milenios, que sean ellos que decidan què se debe hacer y que
participen todas las comunidades indígenas de las Américas en ese reclamo, ya
que de seguro también fueron y aún siguen siendo, despojados de sus tierras.
Sr. Herman Van Den Brande, aprecio su comentario y lo respeto; pero, no
comparto su apreciación en el sentido de que si nos atenemos a su
fundamentación idealista y bien intencionada, todo el planeta sería de sus
aborígenes originarios o primigenios y no habría las divisiones
político-territoriales actuales, todo sería una gran tribu mundial. En un mundo
ideal eso sería así y todavía estaríamos con taparrabos.
El derecho positivo y el establecimiento del estado-nación como concepto
del Derecho Internacional Público (territorio-población-gobierno, constitución
o sistema jurídico), hacen que existan las divisiones físico-territoriales bien
definidas o tanto como se pueda, límites establecidos como producto de las
indeseables guerras de conquista y dominación o por los diversos tratados y
acuerdos entre países, que es lo deseable. Unas por la fuerza y otras por el
mismo derecho internacional, cuya fuente de derecho es el “Pacta sunt servanda”
propio de los tratados voluntariamente suscritos por las naciones.
Los aborígenes también tenían divisiones territoriales, según clanes,
tribus, nación, etc., sólo que su derecho no era escrito o como el que
conocemos, había diversas tribus a uno y otro lado de algún límite convenido y
los respetaban o peleaban para mantenerlos y sobrevivir, eran límites
convenidos o impuestos por la fuerza. El hombre siempre ha sido igual, cambian
sus instrumentos de relación, mientras evoluciona de aborigen a ciudadano.
Venezuela y Guyana tienen un largo conflicto, el cual se inició desde el
mismo momento en que primero los colonos del Demerara y luego Inglaterra,
utilizando la viveza los holandeses y la fuerza de su imperio los segundos, se
fueron metiendo al oeste del Río Esequibo. El Libertador los sacó en 1822.
Ordenó sacar a los colonos del Demerara que se habían metido como quien no
quiere la cosa hacia el oeste, poblando unos 60 kilómetros que aún están ilegal
e ilegítimamente poblados en lo que es nuestro territorio Esequibo, donde viven
los Esequibanos que son venezolanos, como lo fueron siempre cuando éramos
aborígenes y luego cuando pasamos a ser ciudadanos de un estado-nación moderno,
llamado Venezuela y de cuyo territorio tenemos títulos y mapas que los
sustentan, tradición histórica, vivencias, etc., los colonos del Demerara
hicieron como quien no quiere la cosa o como “cochino miccionando” y perdone el
término coloquial y se fueron metiendo y asentándose al oeste del río Esequibo,
en su aspiración de llegarle a las bocas del Orinoco. Bien claros estaban
ellos, como lo estuvo Inglaterra, de la importancia geoestratégica y vital para
Venezuela sobre las bocas del Orinoco. Por el que incluso están en Colombia en
varios días de navegación.
Hoy presenciamos como, debido a las ilegales e ilegitimas concesiones de
exploración (para explotación ulterior) de las áreas marinas y submarinas al
frente del territorio Esequibo de Venezuela, en disputa con Guyana, otorgadas
en actos inamistosos y de violación del espíritu, aunque no de la letra, del
articulo V del Acuerdo del Ginebra, se están dando. Ya encontraron yacimientos
de petróleo, además ese territorio es muy rico en recursos naturales,
incluyendo agua y materiales estratégicos y hasta nucleares.
Por esas razones debemos relacionar esto con el hecho, para nada inocente,
de que el Sr Trump acaba de designar Secretario de Estado al ex CEO de EXXON,
empresa que es la que tiene la concesión de Guyana para explorar esa área. De allí
que, en acto de reafirmación de soberanía y defensa de la integridad
territorial, la armada haya sacado de dichas áreas marinas y submarinas al
buque de exploración petrolera Tecnik Perdana. La empresa demandó a Venezuela y
recientemente conocimos por prensa la sentencia de tal arbitraje. Guyana se niega
a reconocer el Acuerdo de Ginebra de 1966 y se mueve para elevar la disputa a
la CIJ.
¿Qué piensa Ud. de esa designación, se relaciona o no con lo que hablamos?
Tanto el geógrafo prusiano Shomburg, contratado por los colonos del
Demerara para que elaborar o fabricara unos mapas donde sustentar sus
aspiraciones terròfagas, como el mismísimo O Leary, estaban bien claros de eso
y de la riqueza de recursos naturales de ese territorio, y así se lo
recomendaban a su gobierno inglés en sendas cartas al Foreign Office.
El Libertador ordenó sacar a los colonos el Demerara y luego cuando fueron
los ingleses con la misma conducta, les reclamó y todos los gobiernos
venezolanos sucesivos, desde siempre han pedido reunirse con los ingleses
primero y con los guyaneses después para discutir el asunto y esa ha sido la
conducta de Venezuela desde siempre, buscar con apego al dialogo un arreglo
practico y satisfactorio para las partes, como se lograra definir, en el Acuerdo
de Ginebra firmado por representantes legales de los dos países e Inglaterra,
de 1966.
Venezuela respeta y siempre ha respetado el límite natural entendido desde
siglos entre los dos países el cual es el Rio Esequibo. Entiéndase que al ESTE
de su vaguada o línea media, esta lo que era la Guayana Inglesa, territorio que
antes fuera de Holanda y que ésta le vendiera a Inglaterra. Luego fue legado
por Inglaterra a su colonia cuando le dio la independencia en 1966,
precisamente para libarse de sentarse a negociar con los semi bárbaros
venezolanos (que así nos consideraban con sumo desprecio) que le reclamábamos
el despojo, Inglaterra fue presionada por el secretario de estado de USA,
Olney, a sentarse con estos semi barbaros y antes prefirieron darle la
independencia a su Guayana Inglesa y soltarles (deslastrarse) el conflicto. Me
imagino que habrían dicho o pensado “que esos aborígenes arreglen su disputa
entre ellos”.
Esa Guayana Inglesa terminó siendo la República federativa de Guyana y es
la que pretende cobrar derechos que no le asisten sobre el territorio al OESTE
del Rio Esequibo que fue, es y siempre será VENEZUELA. Nunca fue de Holanda y
nunca de Inglaterra.
Nosotros no pretendemos quitarles a los “aborígenes” como Ud. dice que
todos fuimos primero, y hoy son ciudadanos guyaneses, ni un pedacito de su
territorio que es el que está al ESTE del Rio Esequibo.
Nosotros lo que queremos es que nos respeten nuestros derechos inalienables
sobre el territorio al OESTE del Río Esequibo para uso, goce y disfrute de
nosotros aborígenes que fuimos y hoy somos ciudadanos de Venezuela.
De tal manera que su bucólico y espiritual concepto lo respetamos; pero, los aborígenes ayer y ciudadanos hoy de Venezuela, no estamos quitándole nada ni nunca le hemos quitado nada a esos aborígenes de ayer, ciudadanos de hoy, de Guyana.
De tal manera que su bucólico y espiritual concepto lo respetamos; pero, los aborígenes ayer y ciudadanos hoy de Venezuela, no estamos quitándole nada ni nunca le hemos quitado nada a esos aborígenes de ayer, ciudadanos de hoy, de Guyana.
Mr. Herman Van Den Brande ¿Do
you understand me?
lunes, 6 de febrero de 2017
CLARITO QUE SE ENTIENDA
Como no soy economista debo hablar en términos simples para poder yo mismo entenderme. La economía es una asignatura de tal importancia para nuestras vidas que debemos decir como aquel tipo del letrerito en su escritorio: “La Economía Estúpido”. Tanta razón tuvo éste, que debajo y sobre ese mismo escritorio se atrevió a tener “refocilamiento con fembra placentera” y todos se hicieron los locos y cerraron un ojo para perdonarlo. Hasta hicieron malabarismos dialécticos para justificar su pecadillo venial.
Los revolucionarios de nuevo cuño se hacen los Clinton como cuando éste dijo “yo no he tenido sexo con esa pasante”, para tratar de estirar la arruga y ver cuánto aguantan en el coroto, cuando ya están como el pintor a quien alguien le haló la escalera y quedó colgado de la brocha. Acusan a la oposición de no tener proyecto, cuando el pasticho ideológico bolivariano-zamorano-robinsoniano ellos mismos no sólo no saben cómo explicarlo, sino que imputan la culpa de su estrepitoso fracaso a la disidencia empresarial apátrida y traidora, lacaya del imperio. Reeditan a diario el viejo cuento de “Al ladrón… Al ladrón… Al ladrón”
Para que lo tengan bien claro y que se entienda, lo que hay que hacer se los está cantando el economista José Guerra en la AN, quien de eso sí sabe. Yo, me limito a repetirlo como un loro, o como lo que cualquiera de los revolucionarios hace con las líneas que emanan de Cuba:
1. Hay que respetar el principio de propiedad y estimular a la empresa privada para que invierta, para que hombres como Lorenzo Mendoza (nacionales y extranjeros) hagan lo que también saben hacer porque esa es su especialidad y la de sus familias, las cuales lo han venido haciendo desde siglos…producir bienes y servicios. Por supuesto, hay que tener reglas claras y estables y garantizar el respeto al debido proceso y a la no explotación y el pago justo al trabajador y, en definitiva, el respeto a la constitución. Que se lean y aprendan los derechos económicos en ella expresados. Desmonten ese control de cambio y cuanto peaje burocrático han creado, que son rémoras al desarrollo. Solo favorecen a los funcionarios, crea corrupción y atraso.
2. Hay que vencer la tentación de los “ismos”, empezando por el caudillismo, el populismo y el clientelismo.
3. Hay que vencer - en consecuencia - la creación de dinero inorgánico. Para ello hay que empezar de una vez a reeducar al pueblo en la idea de que el estado debe vivir de los ciudadanos y no lo ciudadanos del estado. Evitar el paternalismo. Que cada quien sea remunerado bien y pueda pagar el precio de su canasta básica familiar y pueda ahorrar e invertir.
4. Entender que el salario del país es la resultante directa de su capacidad industrial o transformadora, materializada en bienes y servicios exportables, bien sea de materias primas (lo que es indeseable si sólo se puede exportar petróleo) y de productos terminados, con valor agregado nacional (que es lo deseable, porque así se da empleo productivo a los nacionales y no a los de los países de donde se importa).
5. En tal sentido, hay que reducir el gasto público, léase el costo de funcionamiento del estado; por tanto, éste debe ser lo más pequeño y eficiente posible (bajos costos y alto rendimiento), pero que con él se pueda dar cumplimiento a todas las atribuciones y funciones constitucionales. Es decir, al vieja y trillada frase de “tanto estado como sea necesario y tan poco como sea posible”
6. Dejar la politiquería barata, los clichés y eslóganes revolucionarios y de estar echándole la culpa al imperio y, en su lugar, hacer lo que todo imperio ha hecho para llegar a serlo…trabajar…trabajar y…trabajar para producir y exportar, de manera disciplinada y organizada, respetando la ley. De otra manera no se entiende porqué lo primero que hacen nuestros revolucionarios es llevar sus dineros al imperio y salir a hacer turismo a Dysneylandia, al acumular el primer millón robado.
7. Elegir o designar a los más capaces y con preparación y experiencia comprobada y comprobable en las materias en las cuales van a prestar un ministerio (léase en su sentido de servicio) cualquiera. Exigirle resultados, no aceptarles “cuentas del gran capitán” o “memorias y cuentos”.
En resumen, hay que devolverle la decencia, sindéresis, y coherencia a la gestión pública. Hay que darle sentido completo a palabras hoy huecas, como República, Libertad, Democracia, Justicia, etc., y hay que buscar la efectividad, eficacia y eficiencia productiva para generar bienes y servicios para consumir internamente y para exportar el excedente.
Por supuesto, hay que distribuir esta riqueza creada con equidad y con justicia social, en la búsqueda del desarrollo y no conformarnos solamente con el mero crecimiento cuantitativo de las variables económicas.
¿Será que es muy difícil?
Como no soy economista debo hablar en términos simples para poder yo mismo entenderme. La economía es una asignatura de tal importancia para nuestras vidas que debemos decir como aquel tipo del letrerito en su escritorio: “La Economía Estúpido”. Tanta razón tuvo éste, que debajo y sobre ese mismo escritorio se atrevió a tener “refocilamiento con fembra placentera” y todos se hicieron los locos y cerraron un ojo para perdonarlo. Hasta hicieron malabarismos dialécticos para justificar su pecadillo venial.
Los revolucionarios de nuevo cuño se hacen los Clinton como cuando éste dijo “yo no he tenido sexo con esa pasante”, para tratar de estirar la arruga y ver cuánto aguantan en el coroto, cuando ya están como el pintor a quien alguien le haló la escalera y quedó colgado de la brocha. Acusan a la oposición de no tener proyecto, cuando el pasticho ideológico bolivariano-zamorano-robinsoniano ellos mismos no sólo no saben cómo explicarlo, sino que imputan la culpa de su estrepitoso fracaso a la disidencia empresarial apátrida y traidora, lacaya del imperio. Reeditan a diario el viejo cuento de “Al ladrón… Al ladrón… Al ladrón”
Para que lo tengan bien claro y que se entienda, lo que hay que hacer se los está cantando el economista José Guerra en la AN, quien de eso sí sabe. Yo, me limito a repetirlo como un loro, o como lo que cualquiera de los revolucionarios hace con las líneas que emanan de Cuba:
1. Hay que respetar el principio de propiedad y estimular a la empresa privada para que invierta, para que hombres como Lorenzo Mendoza (nacionales y extranjeros) hagan lo que también saben hacer porque esa es su especialidad y la de sus familias, las cuales lo han venido haciendo desde siglos…producir bienes y servicios. Por supuesto, hay que tener reglas claras y estables y garantizar el respeto al debido proceso y a la no explotación y el pago justo al trabajador y, en definitiva, el respeto a la constitución. Que se lean y aprendan los derechos económicos en ella expresados. Desmonten ese control de cambio y cuanto peaje burocrático han creado, que son rémoras al desarrollo. Solo favorecen a los funcionarios, crea corrupción y atraso.
2. Hay que vencer la tentación de los “ismos”, empezando por el caudillismo, el populismo y el clientelismo.
3. Hay que vencer - en consecuencia - la creación de dinero inorgánico. Para ello hay que empezar de una vez a reeducar al pueblo en la idea de que el estado debe vivir de los ciudadanos y no lo ciudadanos del estado. Evitar el paternalismo. Que cada quien sea remunerado bien y pueda pagar el precio de su canasta básica familiar y pueda ahorrar e invertir.
4. Entender que el salario del país es la resultante directa de su capacidad industrial o transformadora, materializada en bienes y servicios exportables, bien sea de materias primas (lo que es indeseable si sólo se puede exportar petróleo) y de productos terminados, con valor agregado nacional (que es lo deseable, porque así se da empleo productivo a los nacionales y no a los de los países de donde se importa).
5. En tal sentido, hay que reducir el gasto público, léase el costo de funcionamiento del estado; por tanto, éste debe ser lo más pequeño y eficiente posible (bajos costos y alto rendimiento), pero que con él se pueda dar cumplimiento a todas las atribuciones y funciones constitucionales. Es decir, al vieja y trillada frase de “tanto estado como sea necesario y tan poco como sea posible”
6. Dejar la politiquería barata, los clichés y eslóganes revolucionarios y de estar echándole la culpa al imperio y, en su lugar, hacer lo que todo imperio ha hecho para llegar a serlo…trabajar…trabajar y…trabajar para producir y exportar, de manera disciplinada y organizada, respetando la ley. De otra manera no se entiende porqué lo primero que hacen nuestros revolucionarios es llevar sus dineros al imperio y salir a hacer turismo a Dysneylandia, al acumular el primer millón robado.
7. Elegir o designar a los más capaces y con preparación y experiencia comprobada y comprobable en las materias en las cuales van a prestar un ministerio (léase en su sentido de servicio) cualquiera. Exigirle resultados, no aceptarles “cuentas del gran capitán” o “memorias y cuentos”.
En resumen, hay que devolverle la decencia, sindéresis, y coherencia a la gestión pública. Hay que darle sentido completo a palabras hoy huecas, como República, Libertad, Democracia, Justicia, etc., y hay que buscar la efectividad, eficacia y eficiencia productiva para generar bienes y servicios para consumir internamente y para exportar el excedente.
Por supuesto, hay que distribuir esta riqueza creada con equidad y con justicia social, en la búsqueda del desarrollo y no conformarnos solamente con el mero crecimiento cuantitativo de las variables económicas.
¿Será que es muy difícil?
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