martes, 31 de mayo de 2016

LA NAVEGACIÓN DE ALTURA

La navegación es el arte y ciencia de conducir una nave a través de la mar, valerse de ella para conocer en qué lugar del globo terráqueo la nave se encuentra y dirigirla a puerto o al lugar elegido.

Es arte en cuanto a la disposición, virtud y habilidad del navegante para reconocer el cielo y encontrar e identificar las constelaciones y sus  estrellas, así como los puntos conspicuos y demás señales, boyas  y faros de la costa, para poder conducir la nave de forma segura y profesional, y es ciencia en cuanto al método trigonométrico en el que se sustenta, cálculos avanzados, complejos y precisos empleados, como demás sistemas métricos, electrónicos, ópticos y de cualquier naturaleza, que el marino utiliza para su labor.

Puede uno navegar de manera visual primigenia o costanera (con referencia visual a la costa)  o puede uno hacerlo fuera del alcance visual de la tierra, solamente con referencia las estrellas. En ambos casos, lo más hermoso es la belleza asociada a su labor marinera, condición  sine quanom del marino, como la filosofía de vida que implica dedicarse a este bello oficio del mar como vocación o forma de vida.

Cuando hablo de filosofía me refiero a  las enseñanzas de vida que nos deja luego de toda una existencia dedicada a trajinar las invisibles rutas y el haber atracado felizmente en los muelles de destino, gracias a la buena labor de navegación puesta de manifiesto en la singladura.

Para navegar de altura, hay que preparar el cielo y he allí la primera enseñanza. No se puede zarpar sin conocer de cierto a donde ir, donde recalar, cuales son los escollos de la ruta, los bajos, las áreas restringidas, las condiciones especiales de ciertas rutas, ni mucho menos, sin haber preparado a qué altura (ángulos en el plano vertical) se verán las estrellas y por cual azimut (ángulos en el plano horizontal) saldrán en la madrugada. Por cierto, en la tripulación hay un cargo y un hombre que lo cubre que está encargado de la navegación; pero, todos deben saber de este arte, en especial el capitán o comandante quien,  a la hora de dudas, es el dios o su auxiliar en la tierra, el príncipe o emir del mar que en árabe significa precisamente la palabra almirante, Emir al bajar se dice en dicha lengua.

Ud. decide cuales estrellas va  observar y las coloca en una rosa de maniobra o cartilla con círculos concéntricos reglados, donde se ubican las estrellas  en su correspondiente azimut y altura calculada, mostrando los ángulos (alturas) a las que deberá verlas, y al ángulo  con respecto al norte y su posición u  orientación con respecto a la línea de proa del buque por donde la buscará y verá aparecer. Selecciona la hora del orto para el mes y año de la observación. Una vez hecha dicha preparación, se  acuesta a dormir y se hace levantar a dicha hora. A la misma, toma su sextante y su reloj, y se hace acompañar de un marinero auxiliar quien anota lo que Ud. le va dictando.

Busca las constelaciones y las reconoce, identifica la estrella especifica que observará y la encuentra en el azimut esperado y registra la altura observada de la misma, la cual comparará en al caseta del navegador con las alturas calculadas. La diferencia entre altura calculada con la altura observada (tomando la altura calculada como referencia) le va  indicar si su nave está más cerca o más alejada de la posición que Ud. asumió estaría o debería estar. Si la altura observada es mayor que la calculada Ud. se estará acercando a la estrella y si es lo contrario se estará alejando.

Coloca una pierna (la seca) del compás en el punto de la tierra inmediatamente debajo del zenit de la estrella y abriendo su otra punta (la el lápiz) tanto como sea el ángulo de la altura observada traza un circulo. En algún lugar de este círculo estará su nave. Esto lo hace para varias estrellas, al menos tres, separadas entre sí unos 120º grados en el horizonte, alrededor de su nave. Donde se crucen estos tres círculos o sectores de arco de los mismos, conocidos como rectas de alturas, esa será su posición; porque, sólo desde ella puede Ud. haber visto u observado cada estrella en donde la observó y a la altura que le dio.

Como vemos, Ud. no puede salir sin saber de dónde salió, a donde irá y cómo va a comprobar si su navegación o singladura esta correcta. Debe usted ser un conocedor de su oficio, debe conocer el cielo, las estrellas y debe Ud. no sólo conocerlo en teoría sino que debe Ud. saber en la práctica cómo reconocer dichas estrella y cómo medir sus azimut y alturas y cómo realizar con solvencia y efectividad los cálculos señalados y mejor aún, cómo interpretarlos.

¿Cómo es posible que una nación (nuestra nave) pueda ser dirigida o conducida en este difícil y complejo mar de la búsqueda del desarrollo y la supervivencia de tantos millones de seres inocentes que están como pasajeros, confiados en su tripulación, y quienes han pagado su pasaje y merecen o tiene derecho a que su nave sea bien conducida, estar capitaneada y tripulada por hombres que no están en la debida formación y capacidad, ni cuentan con la capacitación profesional para hacerlo?

No en balde estamos a punto de vararnos, como el Costa Concordia y de naufragar, como lo hizo aquel famoso buque, el más grande fabricado para su época. Debemos recordar que alguien dijo que este buque no podría ser hundido ni por dios, y se hundió en su primera navegación, Así  mismo, cuando iban navegando en aguas peligrosas, cundidas de icebergs, el interés del armador, o dueño del buque, fue superior a la calificación indudablemente esmerada y la experiencia del capitán; pero peor aún, éste  se dejó vencer por un incapaz y no antepuso con firmeza su criterio marinero profesional y en su lugar, le cumplió las órdenes erradas de navegar a toda velocidad, para romper un récord y lo que rompió sin duda alguna fue el casco contra el filoso puñal de la  alevosa parte escondida del iceberg.

Así vamos nosotros, a full máquina, sólo nos resta que el costado roce contra el iceberg o ¿ya rozó? y estamos haciendo agua. Unos están tratando de hacer desesperadas como infructuosas maniobras de control de averías e incendio; mientras otros, como los músicos del Titanic, con el agua al cuello, siguen tocando su sinfonía. Los pasajeros, como aquellos del Costa Concordia o peor, los del Titanic, no tienen idea de lo que ocurre y no contarán con los salvavidas y botes necesarios para sobrevivir, sólo lo harán los dueños del buque y los pasajeros VIP. Quizás, cuando se asomen al horizonte podrán ver la nave del capitán, quien como en el Costa Concordia se desembarcará antes del hundimiento; porque en verdad dudamos que tenga la valentía y honor, o la vergüenza de aquel del Titanic, quien románticamente se hundió amarrado al timón.

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jueves, 26 de mayo de 2016

EMPLAZAMIENTO PÚBLICO

El señor Nicolás maduro Moros es hijo de una dama colombiana y al parecer nació en Colombia y luego él y su familia se nacionalizaron venezolanos y se mudaron a nuestro país, el cual los acogió. Al margen de que haya nacido allá o no, el hecho de que su madre sea una ciudadana colombiana le otorga la nacionalidad colombiana por nacimiento, de acuerdo a la constitución de ese país. De paso, una investigación adelantada por diputados venezolanos dio con la partida de nacimiento colombiana del afectado y de su madre, y demás documentos que prueben esto que hoy el mismo TSJ reconoce al dictar una sentencia complaciente y vergonzosa.

El artículo 227º constitucional establece muy taxativamente, sin necesidad de interpretación de parte del TSJ, que para ser elegido presidente el ciudadano candidato debe ser venezolano por nacimiento y no tener otra nacionalidad. El señor Maduro tiene dos nacionalidades.

El Presidente de la República es a un tiempo Comandante en Jefe de la FAN. El señor Maduro asumió indebida e inconstitucionalmente la facultad, atribución y competencia que la constitución le da a su cargo,  de comandar en jefe a las FAN.

Una de las hipótesis de conflicto que Venezuela contempla en su planeamiento de seguridad y defensa nacional es con el país Colombia, derivado de los problemas limítrofes y fronterizos que ancestralmente sostiene con ese país. Por fortuna, hemos tenido hasta ahora la voluntad, sabiduría, paciencia y  la diplomacia para tratar de resolver este conflicto por medios pacíficos; no obstante, la solución de aplicación de la fuerza no está exenta y pudiera ser una posibilidad en caso de que el conflicto llegare a mayores.

En ese caso, se le presentaría al señor Maduro un conflicto interno de intereses y  los venezolanos la duda razonable acerca de su idoneidad y compromiso. Por ello,  la existencia del artículo 227º constitucional, para evitarlo.

El señor Maduro fue designado candidato por el difunto aunque no satisfacía los requerimientos legales para serlo, además de que no podía justificar su  partida de nacimiento. El CNE, la AN de su tiempo y el Alto Mando Militar se hicieron de la vista gorda y  hasta hicieron el ridículo tratando de justificar y defender lo indefendible, al punto de que vimos a varios funcionarios de alto rango, adláteres y partidarios del PSUV, incluso a la señora presidenta del CNE, explicar que él había nacido hasta en  cuatro lugares distintos de nuestra geografía, incluyendo la propia explicación del interesado. La señora Tibisay Lucena dijo que el interesado había producido una partida de nacimiento donde se registraba su nacimiento en una zona de Caracas, Elías Jaua dijo otra, y así sucesivamente. Para nuestra vergüenza e indignación, le fueron dando largas, corriendo la arruga,  hasta que ya no pudieron más.

Hoy el TSJ, en reconocimiento de que el ciudadano de marras es colombiano, o tiene dos nacionalidades,  sentencia que los ciudadanos que están en similar situación o condición que él, es decir que gozan de otra nacionalidad distinta a la venezolana, pueden ser elegidos presidentes, ocupar cargos de elección popular nacional, etc..

El artículo 227º fue desarrollado por una Asamblea Nacional Constituyente, léase poder originario, representado por un grupo de ciudadanos electos para tal fin. El pueblo, dueño del poder constituyente originario, aprobó en referendo esta constitución; pero, no queda sujeto al poder constituido (léanse el libro  EL PODER CONSTITUYENTE, de Combellas).

El TSJ es un poder constituido y no y tiene facultad para sentenciar por encima del poder originario.

De paso, esa decisión de hoy del TSJ, en todo caso regiría para futuros candidatos, nunca en efecto retroactivo. Por cierto, han debido promulgar eso en el mismo instante en el que el difunto decidiera que NM fuera el candidato del PSUV a su muerte. Aún así, el poder constituido no podía aceptarlo, ni siquiera por vía de una reforma o enmienda;  por cuanto, es un asunto que trastoca o transforma el pacto social y político de 1999, de manera importante o estructural y debía ser una materia para una nueva constituyente.

Están, como decía mi madre, “equìferos” y esa decisión, no mi persona, deja emplazados al Alto Mando Militar, al TSJ mismo y a la AN, como el pueblo de Venezuela en pleno.

A ver si queda algo de decencia o coherencia y sindéresis en los venezolanos de estas terribles horas.

martes, 24 de mayo de 2016

YO SI  FIRMÈ

El problema más grave, sensible y significativo para cualquier páter  familia (al margen de la ideología en la cual crea) es cómo y dónde adquirir los bienes que necesita para sostener a su familia. El venezolano responsable de hoy día, se pregunta cada mañana: ¿Dios mío, cómo hago con mi salario mínimo para adquirir la canasta básica nacional, la cual está por los 130.000 bolívares y mi salario es de unos 16.000 + 15.000 de bono de alimentación?.  Ni siquiera la clase media o burguesía, en el sentido originario de profesional calificado  con movilidad ascendente, puede costear los gastos de su manutención familiar.

Cuando abre el grifo de su casa no sale agua y cuando intenta ver TV o encender la luz, se va la corriente y su nevera se descongela y pierde los poquitos alimentos que allí guarda. Cuando se restituye el servicio, se percata con angustia que se le ha dañado el TV y la nevera,  y no tiene cómo comprar un compresor que vale tanto o más que lo que pagó por la nevera cuando la compró. No tiene para darles a sus hijos su mesada diaria para ir al colegio y mucho menos para pagar la mensualidad del colegio, ni del transporte. Su  carro no tiene cauchos, ni batería y no puede adquirirlos, como tampoco puede comprar los repuestos para sus mantenimientos preventivos y mucho menos los correctivos por fallas incidentales. SI va al supermercado donde antes tomaba un carrito y lo llenaba con alimentos, hoy pasa hasta 6 horas en la cola y debe defenderse como un tigre para poder entrar y allí no consigue nada, y de lo que consigue no puede llevarse sino un artículo, donde antes suplía sus alacenas y su nevera. Si sale a la calle, encuentra alimentos a precios exorbitantes, y cuando está en cola ve como los funcionarios se colean y sacan hasta tres y cuatro ítem en su  cara, de los que ya no puede comprar ni uno.

Total es, que si algún día logra guardar algún dinerito y desea ir al cine, a la playa o simplemente a un parque, el malandro le roba y amenaza con matarlo frente a su mujer y sus hijos. NI qué decir de sus  medicinas y las de su  familia, no las consigue  y tampoco tiene como pagarlas. Los hospitales le piden hasta la gasa y las agujas y jeringas para su familiar paciente.

La tensión en la que vive es ya insoportable, el aparato productivo nacional está en el suelo y la inflación le acogota. Las  industrias básicas ya dejaron de ser la gallina de los huevos de oro; porque, alguien les abrió la huevera para ver cómo podía sacarles el oro. El GURI no aguanta más, las refinerías no refinan ni una gota, les compramos gasolina a los países a los que antes les vendíamos.

Este es, sólo en parte, el escenario de angustia y depresión en el que cualquier padre de familia se ve sumergido cada día, y lo que es peor, cuando por casualidad coloca su TV en un canal del estado, ve a su canciller hablando de un país de Alicia y sus ensueños y es capaz de decirle a sus pares de la OEA y al mundo, que lo que sus diplomáticos y su personal de inteligencia estratégica y demás registros satelitales y los simples informes de sus familias asentadas en nuestro país les reportan a diario, en tiempo real, que eso es un invento propio de una guerra económica que le tienen montada al gobierno nacional.  Queda ella como una tonta, y asume que el mundo lo es, y que los venezolanos somos tan tontos como ella,  que no comprendemos su juego goebbeliano. El presidente, por su parte se niega a escuchar a un pueblo que lo repudia y no desea más su gobierno, ni su modelo  revolucionario de subdesarrollo (involución más bien)

Este es el escenario de conflicto entre el gobierno, en mala representación del pueblo,  y los líderes opositores que luchan por nuestras libertades y progreso, y que con mucha indignación  presenciamos a diario. El gobierno acusa a los opositores de ser causantes de una crisis, atribuible enteramente al modelo  político y económico que los revolucionarios chavistas antiimperialistas  adoptaron a raja tablas, sin ninguna adaptación, siguiendo a pies juntos, con obsecuencia rayana en traición a los intereses de nuestra nación,  el diseño y las enseñanzas y directrices de un par de  tiranos obsoletos , quienes ya han arruinado a su isla y casi acaban con nuestro país, y que ahora se yerguen como líderes y presidentes en la sombra, de un  país que les dio acogida, empleo, petróleo y demás recursos para su subsistencia una vez que la URSS los dejó en el esterero, ahora ellos son quienes se amanceban con el Imperio, al cual ellos mismos enseñaron a los venezolanos a odiar y combatir. 

No sé ni creo necesario abundar más acerca de esta situación. Quizás lo peor de todo es que nuestros hijos ya se están marchando al extranjero a subsistir, a entregarle su inteligencia, talento, capacidades y su trabajo al desarrollo de otra naciones que, bien claros de lo que reciben, les abren las puertas porque están conscientes del lomito que les llega. Ya las industrias de otros países acusan el plus o ganancia que les ha llegado con nuestros técnicos petroleros y otros profesionales graduados de nuestras universidades.

La oposición tiene una comprensión meridiana del problema y sus causas; así como de las  soluciones,  basadas en el reforzamiento de la constitución y sus mandatos, soluciones que de ninguna manera pueden ser  la aplicación y mucho menos la profundización del modelo y la continuidad de los líderes y los pensamientos que lo han causado.  Han perdido su tiempo y lo que es peor aún, le han hecho perder dos valiosas décadas al continuum de desarrollo y progreso de Venezuela. Este es el sustento de mi decisión de firmar, una vez más, para el referéndum revocatorio del mandato del actual presidente, voluntad que se extiende al complementario y concurrente cambio, necesario e indispensable, del modelo y de sus adláteres que lo aplicaron.

COMO VICENTE EMPARAN EN 1810, RENUNCIEN… NO QUEREMOS NI SU GOBIERNO, MUCHO MENOS SU SISTEMA O REGIMEN.


YO SÌ FIRMÈ!!