ANALISIS POR UN LEGO DEL PROYECTO DE PRESUPUESTO 2016

Marco Torres, en representación del gobierno nacional, presentó en octubre 2015 el proyecto  para la formulación del presupuesto 2016 o ley de Endeudamiento Público correspondiente. Basándonos en tal reporte, podemos apreciar que si el presupuesto 2016 es de 1 billón 548.574 millones de bolívares (nuestro 100% para este análisis) y el petróleo sólo ingresará al PIB 216.581 millones de bolívares (un 13,9 %) y la recaudación de renta interna se estima en 517.456 millones de bolívares (un 33,4 %), ello nos arroja un ingreso  total estimado de 779.037 millones de bolívares y un déficit previsto de 769.537 millones de bolívares (es decir, un 49,6 %), lo que nos indica algunas cosas que hay que tomar en cuenta:

1.   En primer lugar, tenemos que internalizar que el petróleo dejó hace rato de ser el gran proveedor de divisas que era cuando representaba un 80 % o más del ingreso nacional y el resto lo aportaban las otrora exportaciones llamadas no tradicionales que en el caso de la colonia eran el café, el cacao y otros rubros, incluyendo las románticas plumas de garza “galleguianas” y, para remate, que el bolsillo del ciudadano - a través de impuestos - es hoy lo que estará aportando los recursos financieros para soportar “esto” (a lo cual no me atrevo a dar nombre). Así es que a prepararse para esta extracción sin anestesia y sus repercusiones en nuestra calidad de vida. Esto se veía venir.

2.   El déficit es sumamente alto, un casi 50 % de lo que necesitamos no lo tenemos… ni lo podremos obtener o generar con nuestra destruida economía; porque, con nuestro depauperado aparato productivo nacional, no producimos suficiente para consumir internamente, ni mucho menos para exportar. Todo cuanto debamos consumir tendremos que importarlo. O lo que es lo mismo, convalidar aquello de una “Economía de puertos”

El presupuesto presentado contempla 124 mil 449 millones de bolívares correspondientes a las operaciones de crédito público, que representan 8% del total estimado.  Del presupuesto de egresos se destinarán 813 mil 324 millones de bolívares a gastos de funcionamiento, y 241 mil 256 millones de bolívares al servicio de la deuda. Es decir, nos seguiremos endeudando y de paso, a duras penas podremos pagar los intereses.

Para el Situado Constitucional, los recursos para regiones para 2016 ascenderán a 284.825 millones de bolívares, de los cuales 227.000 millones son para los estados y 56.965 millones para municipios. Puerto Cabello, como sabemos, quedará en la cola y ojalá y se los asignen oportunamente y el alcalde y sus 40 los administren sabia y honestamente, con gerencia pública moderna, no por caprichos y decisiones atrabiliarias como el Skate Park o un estadio sin estacionamiento ni servicios, embutido o confinado en medio de un caos urbanístico;  o sea, del tipo…!Porque me da la gana!!.

Otro dato aportado por el titular de Banca y Finanzas fue que la deuda interna se ubica en 68%, mientras que la externa está en 32%, aunque no reveló las cifras en ninguno de los dos casos. El ministro indicó que el servicio de deuda, que es la solvencia con las tasas de interés de los créditos internacionales, alcanza la cifra de 87.940 millones de bolívares. Mientras que el refinanciamiento se estima por un monto de 70.764 millones. Es decir, la deuda es una caja negra y ya sabemos que el año pasado regresamos de Asia sin el dinero fresco que necesitábamos y que fuimos a pedirles prestados a los chinos esos, quienes nos dijeron: “no hay lial, no hay lopa”. Ellos sí que saben de nuestra capacidad industrial y nos dan créditos, pero amarrados a la producción de la faja, endeudando así hasta tres futuras generaciones, de nuestros nietos y bisnietos. Por cierto, PDVSA sigue sin dar cifras y el Banco Central por lo consiguiente, tiene rato que no da las de la inflación. La actividad comercial y financiera los requiere para poder operar y el estado se perjudica en su confianza país para atraer inversiones.

Marco Torres refirió durante su exposición que el proyecto legislativo se elaboró sobre la firme convicción de un sostenible crecimiento económico (cuál crecimiento y cómo vamos a obtenerlo?, con cuáles empresas?), para hacer frente a los compromisos sociales y honrar los compromisos de deuda interna y externa contraídos por la República. Me imagino que pondrán a operar la maquinita de hacer billetes inorgánicos para darle al pueblo la impresión de que “hay dinero a ríos en la calle”; pero, sin poder adquisitivo, sin bienes que adquirir y en las mismas colas de moda. Nos asomamos a la ventana de nuestro apartamento y no vemos buques mercantes cargados a la espera de muelle y descarga. Colocar órdenes de importación significa entrar en cola en los países productores y esperar el tiempo de reposición conocido, además que potenciamos el empleo y la economía en esos países.

¡Cerrada la rueda!