GERVER TORRES

No tengo el honor ni el placer de conocerlo personalmente. Intento postear su currículo, para lo cual indago en Wikipedia y no encuentro su biografía. Linkedin sólo me permite enviar invitaciones a personas que conozco. Me atrae su gallardía al retirarse del diario El Universal, por no aceptar la censura y recuerdo  su reto  - no aceptado en su hora por el difunto -  a debatir. Con este escrito rindo homenaje a su coraje y honestidad intelectual.

A mi retiro del servicio activo en la armada en el año 2000, tuve un periplo académico civil, que incluyó un lapso como Vicerrector Administrativo de una universidad, donde, entre otras tareas, dictaba conferencias al curso de diplomados en Ingeniería de Molinería, curso formado por ingenieros de la empresa Alimentos POLAR; así como, variadas charlas y conferencias profesionales en mi región, tales como: la Asociación de Ejecutivos en Valencia y al Comité de Relaciones Industriales de Puerto Cabello.

Es gracias a mi actividad docente que llegué a conocer su obra “UN SUEÑO PARA VENEZUELA”, de sumo interés y muy apreciada por los universitarios, docentes y alumnos por igual, quienes la estudiaban como asignatura, debido a que su autor no sólo se contenta con al análisis de las causas del fracaso de eso que José Toro Hardy llama “La Paradoja Venezuela”, en su obra titulada OIL, sino que nos ofrece su visión de futuro o Visión Objetivo,  al tiempo que define y recomienda las Estrategias para alcanzar dichos objetivos, desmontando así la tendenciosa como aviesa conseja Goebbeliana o del G2 cubano, de que la oposición venezolana no tiene líderes, ni mucho menos proyectos.

Conseja que nos hemos venido acostumbrando a oír y aceptar bajo el lema de “Quien calla otorga” y que deseo contribuir a rechazar de plano, al punto de que, desde la misma oposición, hombres que se esfuerzan por presentar sus ideas son acallados, criticados, ridiculizados y hasta criminalizados, no sólo mediante las trompadas estatutarias dentro de la AN, remedos de las cabillas entorchadas en papel de periódicos de las otrora bandas de AD, sino por sectores colaboracionistas, envidiosos o frustrados, de incompetentes colegas opositores de la misma MUD, quienes no pueden ver ojos bonitos en cara ajena y desdicen del pluralismo que pretenden implorar.

Es tiempo de que vayamos rescatando estas ideas y similares, provenientes de profesionales  calificados en: economía y finanzas, derecho doméstico y derecho internacional, sociología, ciencias políticas, relaciones internacionales, seguridad y defensa, etc., profesionales que tenemos… y muchos, de impecable tradición académica como de estadistas, no importa si compartimos todo cuanto plantean en sus proyectos. Para ello debemos hacer una labor ecléctica y tomar lo mejor de cada uno, en un esfuerzo de sinergia y consenso, para arribar a un plan  de trabajo común. Es mejor si existen visiones diversas para contrastar, ello va más acorde al sentido de pluralismo democrático que nuestra constitución contempla y privilegia.

Líderes los hay…y de sobra, líderes con carisma, preparación y coraje cívico demostrado; pero, de nada valdrá si no nos ponemos de acuerdo en un esfuerzo unitario, que no único, como el que nos ha tratado de imponer el PSUV, con su ideología Castro comunista o Castro chavista, edulcorada en una frase cohete de Socialismo del siglo XXI, que hasta hoy no nos saben explicar y que para salir del paso a las preguntas que los periodistas les formulan dicen genérica y ambiguamente, a lo Eudomar Santos, que lo están construyendo “como vaya viniendo vamos viendo“ y que para Fidel Castro - como en oportunidad se le “chispoteara” al responder a la periodista Patricia Davis en La Habana -  no es más que ¡Comunismo!, ¡Así de simple!

Con líderes devaluados y en entredicho y con un proyecto o “proceso” fracasado ¿Cómo podemos aceptar que nos digan que no tenemos líderes,  ni proyectos?