ACAPARAMIENTO y ESPECULACIÓN
Cuando acusan al empresariado venezolano opositor de cometer acaparamiento sin
enseñar ningún modelo de inventario, cuando los acusan de vender con
sobreprecio o de hacer especulación y no muestran ningún modelo de estructuras de costos (cuando acusan de algún crimen mayor u horrendo, intento de
magnicidio o conspiración, sin ninguna prueba y sin que de inmediato detengan a
quienes ellos dicen saber que están conspirando) demuestran no solo
incompetencia, mala fe como ignorancia supina, sino estupidez.
Los funcionarios de los
ministerios deberían ser profesionales calificados en la especialidad técnica razón
de su cargo y, como la mujer del César, !Parecerlo!. Deberían, además de ser
calificados, estar actualizados en la ciencia y artes de su profesión, en los
conocimientos de punta de su carrera; es decir, aplicar el dicho de “zapatero
a sus zapatos”. Los ministerios, no son cargos políticos para complacer
y premiar al pega tintas y al colaboracionista, son para el servicio al pueblo,
como significa su nombre; aunque, en lo más íntimo de su corazoncito cada
funcionario o servidor público esté en libertad de tener su inclinación a cualquier ideología o partido político. En
el pasado de los 40 años de la Cuarta República también se cometieron estos
errores, haber estado preso en Guasina era credencial suficiente para ser
designado; hoy, ser revolucionario-golpista-militar parece haber sustituido este
requisito del nuevo baremo.
La economía se mueve según
su lógica y aunque sea cruel, el acaparamiento y el “Bachaqueo” o “Rebusque”
son respuestas de tal lógica económica que los particulares dan a los problemas
de la escasez y el desabastecimiento (Paul A. Samuelson
dixit) y es de líderes tontos o ilusos, si no aviesos, aún de aquellos en su
afán legítimo de hacerla funcionar con justicia y equidad, pretender hacerla
pasar por el rasero de categorías propias de la Ética y la Moral, ya que la
economía es una actividad que se rige por sus propias categorías, principios, teorías,
métodos, y reglas; tales como: la optimización del empleo de los
recursos para la producción y la disminución de los costos y las pérdidas
para maximizar
las ganancias.
La función reguladora del
estado, como primo inter pares en la relación estado-empresa-trabajo
es la respuesta a las necesidades de control e incluso a la necesidad de darle
un carácter moral a la actividad comercial, y es la dosificada y sensata
intervención del estado la que permite canalizar, armonizar y articular los
intereses del trinomio señalado para que se produzca la necesaria sinergia
económica entre los sectores público y privado.
Bajo la excusa de querer
defender al consumidor y para buscar ese indispensable equilibrio entre oferta
y demanda, en lugar de aplicar las leyes del mercado y cierto control
regulatorio y fiscalizador de la actividad comercial (tanto estado como sea necesario y tan poco que sea posible), se
han dictado decretos ambiguos los unos, como totalitarios los otros, para
combatir una presunta guerra económica que estarían haciendo
los empresarios privados venezolanos, financiados por el imperio; es decir, la
derecha política apátrida venezolana ha cooptado a la empresa privada y ésta
obedece a sus intereses y no a los de los accionistas de las empresas o a las
ciencias y artes de su ramo.
Voy a poner por caso el del SEÑOR,
así con mayúsculas, LORENZO MENDOZA hijo, quien ha dirigido, como CEO, la Empresa
ALIMENTOS POLAR, a la cual debemos no sólo los alimentos de nuestra dieta
básica, sino las sabrosas "friìtas" de los fines de semana, compañera
del cocuy cotidiano de los borrachitos consuetudinarios. Es tal su eficiencia, que las
licorerías han sustituido al bar, club y disco de otrora y son ahora lo que el pub
al inglés, sitios de reunión social de los amigos del barrio, al punto de que
para responder a las quejas de la comunidad, les hayan construido mini urinarios
a los meones, quienes solían hacer sus necesidades en la calle a cielo abierto.
Ya no se puede quejar uno, así la licorería esté a la misma entrada de nuestro
edificio y a 50 metros de un colegio público, y no se pueda entrar porque hay una fiesta
popular los viernes en la tarde y el camión de las cervezas, como los carros de
los parroquianos, usen nuestra entrada
como estacionamiento.
Este señor Mendoza hijo,
tiene el 42 % del mercado de alimentos así como su distribución, ambas
impecables, y el estado tiene el resto. Le han citado para un dialogo y le han acusado
de acaparador, de especulador, de apátrida y de todo cuanto han querido y él ha
asistido – elegante, educado y sereno,
pero firme - al patíbulo orquestado por Nerón. No obstante, él demostró que
está produciendo a full capacidad y hasta dijo que ha aumentado su producción
en 40.000 toneladas en los días próximos a la convocatoria; además de los
beneficios a las comunidades, asiento de sus empresas, cumpliendo
voluntariamente desde décadas, la función social que se desea “por
primera vez” instaurar en este proceso revolucionario con complejo de Adán.
Ha venido remunerando adecuadamente a
sus trabajadores, cosa que ni el mismo estado cumple, y éstos le respaldan. No
le echen tanta vaina, que de repente se hace de la presidencia. Al ser llamado
al diálogo con el gobierno dicto una cátedra de economía y gerencia y los dejó
en ridículo. Al defenderse de las acusaciones infundadas de acaparador y de que
no estaba produciendo, llegó al extremo de pedirle al estado que le traspasaran
su 58 % para enseñarlo “cómo se produce” y dejó el inquietante
sabor de boca del mensaje tácito de que lo que quiso decirles es… “cómo
se gobierna”.
En una oportunidad le oí
decir al entonces Presidente
del INDECU, el ciudadano Samuel Ruh, que los inventarios de una empresa a la cual
le tenía el ojo puesto, según él “creía” o “le parecía”, tenía “mucho”
almacenamiento, sin más numeritos, y por
tanto eso era acaparamiento y poco faltó que agregara que había que darle su
“Dakazo”. De otras, más
recientemente, dijeron que las iban a expropiar porque no se ajustaban a la
política de precios justos. Esta es una de las estrategias de la política pública reinante, de persecución
y atosigamiento de la industria y el comercio en nuestro país.
¿Quién sacó esas estructuras
de costos? Bajo cuáles parámetros tècnico-cientìficos? ¿Incluyeron los costos en
dólares para importar las materias primas? ¿Los de colocar las ordenes y los
tiempos de reposición? ¿Saben acaso que para almacenar en esas cantidades deben
contar con almacenes adicionales y que eso les cuesta?, ¿Qué los productos requieren
de condiciones, en especial los perecederos, y que su almacenaje es costosísimo?¿aplicaron
modelos de EOQ? ¿Les asignaron dólares,? ¿Controlaron y fiscalizaron los
destinos de los dólares que les asignaron? ¿Por qué si son criminales no habían
sido procesados a tiempo, antes de que produjeran el acaparamiento? ¿Que hicieron
los fiscales del ramo? Asimismo, ¿se verificó el cohecho con los funcionarios
que les dieron los dólares?
En buen criollo se puede
decir que gerencian el país con el método de: “A pepa de ojo” o del aún mas criollo y tradicional “Peoburrismo”
y me perdonan la escatológica frase.
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