jueves, 12 de febrero de 2015


ACAPARAMIENTO y ESPECULACIÓN

Cuando acusan al empresariado venezolano opositor de cometer acaparamiento sin enseñar ningún modelo de inventario, cuando los acusan de vender con sobreprecio o de hacer especulación y no muestran ningún modelo de estructuras de costos (cuando acusan de algún crimen mayor u horrendo, intento de magnicidio o conspiración, sin ninguna prueba y sin que de inmediato detengan a quienes ellos dicen saber que están conspirando) demuestran no solo incompetencia, mala fe como ignorancia supina, sino estupidez.

Los funcionarios de los ministerios deberían ser profesionales calificados en la especialidad técnica razón de su cargo y, como la mujer del César, !Parecerlo!. Deberían, además de ser calificados, estar actualizados en la ciencia y artes de su profesión, en los conocimientos de punta de su carrera; es decir, aplicar el dicho de “zapatero a sus zapatos”. Los ministerios, no son cargos políticos para complacer y premiar al pega tintas y al colaboracionista, son para el servicio al pueblo, como significa su nombre; aunque, en lo más íntimo de su corazoncito cada funcionario o servidor público esté en libertad de tener su inclinación  a cualquier ideología o partido político. En el pasado de los 40 años de la Cuarta República también se cometieron estos errores, haber estado preso en Guasina era credencial suficiente para ser designado; hoy, ser revolucionario-golpista-militar parece haber sustituido este requisito del nuevo baremo. 

La economía se mueve según su lógica y aunque sea cruel, el acaparamiento y el “Bachaqueo” o “Rebusque” son respuestas de tal lógica económica que los particulares dan a los problemas de la escasez y el desabastecimiento (Paul A. Samuelson dixit) y es de líderes tontos o ilusos, si no aviesos, aún de aquellos en su afán legítimo de hacerla funcionar con justicia y equidad, pretender hacerla pasar por el rasero de categorías propias de la Ética y la Moral, ya que la economía es una actividad que se rige por sus propias categorías, principios, teorías, métodos, y reglas; tales como: la optimización del empleo de los recursos para la producción y la disminución de los costos y las pérdidas para maximizar las ganancias.

La función reguladora del estado, como primo inter pares en la relación estado-empresa-trabajo es la respuesta a las necesidades de control e incluso a la necesidad de darle un carácter moral a la actividad comercial, y es la dosificada y sensata intervención del estado la que permite canalizar, armonizar y articular los intereses del trinomio señalado para que se produzca la necesaria sinergia económica entre los sectores público y privado.
Bajo la excusa de querer defender al consumidor y para buscar ese indispensable equilibrio entre oferta y demanda, en lugar de aplicar las leyes del mercado y cierto control regulatorio y fiscalizador de la actividad comercial (tanto estado como sea necesario y tan poco que sea posible), se han dictado decretos ambiguos los unos, como totalitarios los otros, para combatir una presunta guerra económica que estarían haciendo los empresarios privados venezolanos, financiados por el imperio; es decir, la derecha política apátrida venezolana ha cooptado a la empresa privada y ésta obedece a sus intereses y no a los de los accionistas de las empresas o a las ciencias y artes de su ramo.

Voy a poner por caso el del SEÑOR, así con mayúsculas, LORENZO MENDOZA hijo, quien ha dirigido, como CEO, la Empresa ALIMENTOS POLAR, a la cual debemos no sólo los alimentos de nuestra dieta básica, sino las sabrosas "friìtas" de los fines de semana, compañera del cocuy cotidiano de los borrachitos consuetudinarios. Es tal su eficiencia, que las licorerías han sustituido al bar, club y disco de otrora y son ahora lo que el pub al inglés, sitios de reunión social de los amigos del barrio, al punto de que para responder a las quejas de la comunidad, les hayan construido mini urinarios a los meones, quienes solían hacer sus necesidades en la calle a cielo abierto. Ya no se puede quejar uno, así la licorería esté a la misma entrada de nuestro edificio y a 50 metros de un colegio público,  y no se pueda entrar porque hay una fiesta popular los viernes en la tarde y el camión de las cervezas, como los carros de los parroquianos,  usen nuestra entrada como estacionamiento.

Este señor Mendoza hijo, tiene el 42 % del mercado de alimentos así como su distribución, ambas impecables, y el estado tiene el resto. Le han citado para un dialogo y le han acusado de acaparador, de especulador, de apátrida y de todo cuanto han querido y él ha asistido – elegante, educado y sereno, pero firme - al patíbulo orquestado por Nerón. No obstante, él demostró que está produciendo a full capacidad y hasta dijo que ha aumentado su producción en 40.000 toneladas en los días próximos a la convocatoria; además de los beneficios a las comunidades, asiento de sus empresas, cumpliendo voluntariamente desde décadas, la función social que se desea “por primera vez” instaurar en este proceso revolucionario con complejo de Adán. Ha venido remunerando adecuadamente  a sus trabajadores, cosa que ni el mismo estado cumple, y éstos le respaldan. No le echen tanta vaina, que de repente se hace de la presidencia. Al ser llamado al diálogo con el gobierno dicto una cátedra de economía y gerencia y los dejó en ridículo. Al defenderse de las acusaciones infundadas de acaparador y de que no estaba produciendo, llegó al extremo de pedirle al estado que le traspasaran su 58 % para enseñarlo “cómo se produce” y dejó el inquietante sabor de boca del mensaje tácito de que lo que quiso decirles es… “cómo se gobierna”.

En una oportunidad le oí decir al entonces Presidente del INDECU, el ciudadano Samuel Ruh,  que los inventarios de una empresa a la cual le tenía el ojo puesto, según él “creía” o “le parecía”, tenía “mucho” almacenamiento, sin más numeritos,  y por tanto eso era acaparamiento y poco faltó que agregara que había que darle su “Dakazo”.  De otras, más recientemente, dijeron que las iban a expropiar porque no se ajustaban a la política de precios justos. Esta es una de las estrategias de la política pública reinante, de persecución y atosigamiento de la industria y el comercio en nuestro país.

¿Quién sacó esas estructuras de costos? Bajo cuáles parámetros tècnico-cientìficos? ¿Incluyeron los costos en dólares para importar las materias primas? ¿Los de colocar las ordenes y los tiempos de reposición? ¿Saben acaso que para almacenar en esas cantidades deben contar con almacenes adicionales y que eso les cuesta?, ¿Qué los productos requieren de condiciones, en especial los perecederos, y que su almacenaje es costosísimo?¿aplicaron modelos de EOQ? ¿Les asignaron dólares,? ¿Controlaron y fiscalizaron los destinos de los dólares que les asignaron? ¿Por qué si son criminales no habían sido procesados a tiempo, antes de que produjeran el acaparamiento? ¿Que hicieron los fiscales del ramo? Asimismo, ¿se verificó el cohecho con los funcionarios que les dieron los dólares?

En buen criollo se puede decir que gerencian el país con el método de: “A pepa de ojo”  o del aún mas criollo y tradicional “Peoburrismo” y me perdonan la escatológica frase.



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