jueves, 19 de febrero de 2015

De olores, aromas y hedores

La mañana despunta con mi Aurora cercana y fresca en su hermosura radiante de siempre, y me alzo del lecho y me dispongo a sacar el bidón con el que colecto el agua del aire acondicionado, útil para menesteres higiénicos y que otrora dejaba caer al vacío y a las jardineras del patio, lo hago ahora en esta sequia, no sólo de agua sino de gerencia en la cual vivimos, en este infierno venezolano cual chiste, que cuando hay de agua, se va la luz y cuando hay luz y agua se daña la bomba o una tubería principal que surte al barrio se rompió.

Me apresto con mi maletín de “Bob Constructor” que mi diligente  capitana ideó para mí, “para que tuviera todo a la mano, y me pongo a diseñar e instalar una tubería de 100 metros para conectarla al sistema de hidroneumático que instalé hace años para colocarle una nueva entrada auxiliar (desde la cisterna comprada), para los tiempos de escasez del “mientras siempre”. Aplico orgulloso y “echón” los conocimientos técnicos, remedos positivos de mi tránsito como maquinista naval y que llamo pomposamente “Marine Engineer” para lucirme y porque los ingleses así me enseñaron en el Curso de Aplicación de Ingeniería Mecánica, en el Colegio Real de Ingeniería Naval, de Manadon, Plymouth, England 1972.

Lo hago para jactarme, a sabiendas de que mi capitana no le para a eso, y le cree siempre más al “maracucho” Colman, quien me acompaña porsia,  o a sus hermanos, quienes han heredado el don artesanal de mi suegro, el señor Domingo Toscano QEPD, carpintero metálico (oxímoron) de DIANCA, durante sus 27 años de servicio sin faltar un día.

Es que a bordo de los buques en mi tiempo se comía muy bien los primeros días de navegación, comidas de tres cursos con postre y café y, qué decir de mi lapso en la armada inglesa, donde el boato y esplendor es supremo pues mantienen intactas sus tradiciones victorianas, enraizadas en su flema y elegancia. Pero, en nuestra armada…de la de antes, como dice el VA Antonio Pérez Criollo, al séptimo día de navegación empezaban a faltar los vegetales y demás perecederos y a las dos semanas nos remitíamos al menú alternativo de “Tollo con arroz y arroz con Tollo”; pero, ¡qué sabroso lo cocinaban los cocineros de abordo!

Entre los más famosos está Pepe, quien sirvió en la Comandancia General y su buffet era espectacular. En la BNAR tuvimos muy buenos, uno de ellos el popular “Cachete” y en la Aviación Naval al amigo Cherry, de apellido Bastardo Noguera, hermano de uno que sirvió a bordo del ARV LOS FRAILES T-15 y con quien comparto anécdotas muy interesantes en navegaciones por el río Orinoco, bajo el comando del entonces CC Finool Mora Casanova, publicadas en el libro de Anécdotas Navales editado por el Prof. Agustín Jurado Pérez.

Termino mi faena y, después de recoger los chécheres entre aromas y recuerdos, arranchar y estibar la manguera restante y herramientas utilizadas al mandoble certero de la lengua de mi comandante que me obliga a dejar todo limpio y ordenado, percibo el grato aroma de cazón fresco, o “Tollo” naval que prepara, el cual me devuelve a mis días de navegante entre 1970 y 1976, cuando a bordo de un destructor clase Nueva Esparta, el ARV ARAGUA D-31, seguido de un transporte LSM y las patrulleras clase CONSTITUCION, iniciaba mi periplo por los mares el caribe, con el celo y fervor de un ilusionado marino quien recitaba con el alma embebida del Navigare necesse est, vivere non necesse.


Qué cosa con los olores, que nos remiten a instantes vividos. Olor es impresión que los efluvios producen en el olfato, así como aquello que es capaz de producir esa impresión. De alguna manera, la palabra aroma se reserva a los gratosPerfume, olor muy agradable” y hedor queda para el “olor desagradable y penetrante”, que William Shakespeare en 1601 puso en boca de Hamlet, en el drama trágico, una de las cumbres de la literatura universal. Su título original es "The Tragedie of Hamlet, Prince of Denmark". En una de las escenas de la obra que se desarrolla en la explanada del palacio real de Elsingor, el príncipe Hamlet escucha a su centinela Marcelo pronunciar la frase que se tornó célebre: "algo huele mal en Dinamarca", antes de que apareciera el fantasma de su padre, rey de Dinamarca, quien se presentó para hablar a su hijo e informarle que acababa de ser asesinado por su hermano Claudio para usurparle la corona y casarse con la viuda. Inmensa fue la tristeza que embargó al príncipe Hamlet. "Quisiera que mi cuerpo se desintegrara en lágrimas", exclamó, al saber que su madre había subido al "tálamo incestuoso". Y se propuso asumir la venganza contra su tío, el asesino, para lo cual simuló haber caído en la locura. 

El aroma del tollo de mi afamada chef me revive e ilusiona y me acerca al condumio amoroso del dogal de su encanto recién abandonada en su tálamo, para nada incestuoso, en el que debo haber hecho algo bueno que me premia con ese plato que en mis tiempos costaba menos que las sardinas y que a ella le costó Bs. 350 el kilo.

En cambio, el "algo huele mal en Dinamarca" de esta oportunidad retumba en los oídos cuando me llega la noticia de que,  a escasos cien metros de casa,  acaban de asesinar a un GNB, quien acababa de salir del banco y estaba en la Panadería al frente del CC Plaza, de Puerto Cabello. La cercanía ofende mis papilas olfativas y rompen la magia del recuerdo marinero y el instante en que homenajeaba el arte de gourmet de sus prodigiosas manos y me provoca repetir el eseo de Hamlet "Quisiera que mi cuerpo se desintegrara en lágrimas"

De repente, evoco el intercambio de SMS con mi admirado Bernardo jurado de esta mañana, y siento cochina envidia, como Salieri sentía de Mozart, mezcla de admiración y frustración; no sólo por sus inmensos talentos, sino por los ambientes que le rodean y donde pasea sus musas. ! Salve amigo Bernardo! Sigue nutriendo y estimulando nuestras papilas intelectuales e inspirando con los aromas de tu prosa nuestros recuerdos marineros.   


2 comentarios:

  1. jajaja...encantador escrito...me siento honrado de que me nombre alli y su estilo es optimo ilustrando no solo crecedoras anecdotas, sino tragedias domesticas del cuarto mundo, con elegancia y garbo....abrazos.

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    1. Eso hermano, cada día mejorando tu estilo, siempre y cada día.
      Disfruté mucho tus melodramático escrito (es echándote vaina)
      No pares de escribir, muchos de tus apreciados amigos, de toda la vida, esperamos tus palabras.

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