miércoles, 18 de febrero de 2015

EXTORSIÔN

El régimen venezolano, en voz del presidente NM, ha exigido a los empresarios españoles asentados en Venezuela que intercedan ante su gobierno para que cesen las denuncias que, por medio del diario ABC, se han hecho contra el presidente de la AN venezolana. Por su parte, el ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, dijo hoy que es “absolutamente intolerable” que el régimen venezolano extorsione a las empresas españolas pidiéndoles que intercedan para que cese lo que Nicolás Maduro considera una campaña de algunos medios españoles contra su país.

Como quiera que analizar es descomponer un todo en sus partes para encontrar de qué manera estas partes intervienen en el todo, en proporción, naturaleza y peso específico dentro de la misma; por tanto, debo descomponer los elementos de las dos posiciones señaladas, para tratar de entender la lógica que reside en el pensamiento de quienes nos gobiernan.

En primer lugar, ningún gobierno le exige nada a otro o a sus ciudadanos dejando entrever amenaza de daños a sus intereses patrimoniales si no ceden a sus presiones, en todo caso les solicita su apoyo y los seduce o negocia para encontrar estrategias de ganar-ganar, lo otro es extorsión, como acertadamente lo interpreta el ministro español. Además, las opiniones o denuncias de ABC no tienen nada que ver con la actividad económica de los ciudadanos españoles en Venezuela, ni con nuestro país.

Para quienes no lo vean así, les indico que Extorsión, en buen castellano, del DRAE, es: “Amenaza de pública difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él dinero u otro provecho”, o lo que es lo mismo, Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido”.

El régimen venezolano se basa en el daño que pretende hacerle a España (como un todo), si una parte de sus ciudadanos, en ejercicio pleno de su libertad de expresión expresa, y por otra parte, asumiendo que en España los poderes públicos están, como en Venezuela, subordinados a la presión del ejecutivo, les exige que presionen sus decisiones de estado. De la misma manera que se interpreta que cuando algún editor o columnista en ABC opina sobre algunos ciudadanos venezolanos a título personal o in tuito personae tanto de su parte, como de la persona de la cual se opina o denuncia, están atacando al país Venezuela. Vale decir que, asumen que la conducta cívica o anti cívica de los ciudadanos venezolanos representa al estado-nación Venezuela, en tanto país.  Esta asociación impropia es la misma que se hace cuando se pretende enlazar en una misma cosa  gobierno con país y hasta líderes X, con país. Lo que hasta no hace mucho y, aún después de su muerte, se pretende hacer mantener con respecto al difunto y Venezuela, al punto de que se le endiosa y rinde adoración cuasi religiosa, que nunca se vio ni en el caso del único y verdadero gigante de América que fue, es y sigue siendo nuestro Libertador Simón Bolívar.

Tal conducta de amenazas es propia de un Robert Gabriel Mugabe, político y militar zimbabuense, jefe de gobierno desde 1987. Sabemos, por noticia crimines, que la imagen de Mugabe se ha ido transformando. Su prestigio inicial como héroe de la independencia de Zimbabue en 1980 se ha ido deteriorando por su responsabilidad en la crisis económica de su país (con una inflación que ha llegado a superar el 14.000.000 %) y por la dudosa legitimidad de su gobierno, al que se acusa de mantenerse en el poder durante 30 años recurriendo con frecuencia al fraude electoral y ejerciendo una violenta represión contra sus opositores. Además, se le acusa de haber instigado la masacre étnica que tuvo lugar entre 1980 y 1987, conocida como Gukurahundi, la cual dejó un saldo de más de 20.000 ciudadanos de la etnia Ndebele o Matabele asesinados.

Resulta sorprendente que Mugabe, a quien el difunto honró regalándole una réplica de la espada de El Libertador, haya llevado a cabo la “Operación Reducción de Precios” en el año 2007 en Zimbawe, con resultados desastrosos en ese país, lo que llevó a Zimbabue a ocupar el último lugar en el Índice de Desarrollo Humano en el año 2010 y, más aún, que aquí tomemos ese modelo como bueno. O sea, esta película ya la vimos y la pretendemos revivir en “continuado” en nuestro país. Lo chistoso (y para Ripley) es que ya nos cogieron de sopa en otros países, en los cuales algunos líderes opositores de sus respectivos gobiernos han llegado a decir frases como: “Ya nos parecemos a Venezuela”.  Me dio risa leer que un líder de la oposición de Zimbawe recientemente alertara a su país de que no siguieran nuestro ejemplo. 

La amenaza de NM a España, por persona interpuesta de sus empresarios legal y legítimamente establecidos en Venezuela de hacerles daño, sin pensar que el daño pudiera recaer también en nuestro país, me recuerda al chiste del gallego, quien pretendiendo asaltar un banco con un cuchillo, le llegó al cajero esgrimiendo su afilada arma contra su propia garganta y diciéndole que le entregara todo el dinero en caja, so pena de: “Hacerle esto” y acto seguido se pasó el cuchillo por la garganta y se degolló.


   

1 comentario:

  1. Siendo la ignorancia arrogante.....Nicolas Maduro asume y asegura que el resto del mundi piensa y actua como el....felicidades.

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