PRECISIONES ECONÓMICAS
Cesar
Miguel Rondón dijo: “Usted no es un ser magnánimo, los dólares
son nuestros” Las declaraciones de CMR, aparte de compartirlas enteramente, me dan pie para agregar mis
opiniones al respecto de los abusos que comete el régimen socialista, o capitalista
de estado más bien. Si nos atenemos al Artículo 112 constitucional:
“Todas las
personas pueden dedicarse libremente a la actividad económica de su
preferencia, sin más limitaciones que las previstas en esta Constitución y las
que establezcan las leyes, por razones de desarrollo humano, seguridad,
sanidad, protección del ambiente u otras de interés social. El Estado promoverá
la iniciativa privada, garantizando la creación y justa distribución de la
riqueza, así como la producción de bienes y servicios que satisfagan las
necesidades de la población, la libertad de trabajo, empresa, comercio,
industria, sin perjuicio de su facultad para dictar medidas para planificar,
racionalizar y regular la economía e impulsar el desarrollo integral del país”.
Vale decir, los venezolanos, como cualquier ciudadano libre de un país
libre, democrático y de libre mercado, no le tienen que pedir permiso al
gobierno para montar su negocio, industria, comercio o cualquier actividad
económica de su elección y libre albedrío, solamente someten los recaudos con
carácter de registro mercantil, previo notariado de la empresa para establecer
la relación accionaria, los estatutos y la forma de administración, así como su
clasificación de acuerdo a cómo se resolverá la responsabilidad de cada socio.
Todo ello para dar cumplimiento a las normas y procedimientos que rigen la
actividad que desean emprender. A los fines de respetar los “límites
previstos en la constitución y las que establezca la ley”. O sea,
aquellas que atañen a la seguridad en los ambientes, la observancia de normas sanitarias,
la adquisición y registro de las cajas registradoras, la obtención del RIF para
que el estado pueda pechar los impuestos y controlarlos, etc. Es decir, toda la
parafernalia relacionada con el establecimiento inicial del negocio y debidos
controles periódicos. No es un permiso para dedicarse a, es una autorización que
indica que el empresario ha cumplido con las normas del ramo de industria o
comercio que seleccionó.
Así, de la misma forma, los
dólares que se obtienen de la exportación de bienes y servicios producidos por
el aparato productivo del país, son del fisco, o sea de la res
publica
y nos pertenecen a todos por igual, y deben distribuirse con equidad, con igualdad de oportunidades o
de acceso a la repartición. Porque los producimos individual y privadamente o
los produjo la maquinaria pública del estado, en nombre y provecho de todos.
En todo caso, la fórmula
socialista es: "De cada cual según su capacidad, a cada cual
según su necesidad". Vale decir, que para
producir esos dólares cada quien ha aportado su capacidad y cuando se van a
distribuir se espera que sea de acuerdo a la necesidad que cada cual tiene. Esto
es, porque es un estado capitalista que se dice socialista pero sigue la lógica
del capital.
En estos tiempos de escasez, desabastecimiento, y agotamiento
del aparato productivo, los únicos dólares que entran son por las exportaciones
petroleras a cuya producción concurren muy pocos ciudadanos calificados; es
decir, la capacidad de cada cual, también escasa. Mientras que las necesidades
son abundantes y competitivas entre sí. Son tantas como insatisfechas,
correspondientes a una inmensa deuda social y de toda a índole, al tiempo que los
recursos financieros son igualmente escasos.
La toma de decisiones consiste entonces en resolver la incertidumbre
asociada al estado natural o propio del fenómeno natural, o la incertidumbre
que es propia de la vida, para asignar esos escasos recursos para alcanzar los
fines de la sociedad. Un aparte va para el gasto corriente (funcionamiento de aparato estatal) una
parte para invertir para crear más activos para seguir produciendo, una para
mantener funcionando el aparato productivo, reparar, mantener y reconstruir lo
dañado, otra para apoyar a quienes no pueden acceder a la creación de riqueza y
tampoco a su distribución y deben recibir subsidios, otra para pagar lo que se
debe y otra para ahorrar para tiempos malos.
En el estado capitalista se sigue la lógica de las ciencias
económicas, y como en las empresas con comisionistas o de multinivel, cada uno
que produce se autoliquida, el estado no guarda sino lo que le corresponde y si
no le alcanzan los dólares para cubrir el presupuesto, recaba impuesto sobre la
renta y así los ingresos son de las exportaciones más los de los impuestos.
El estado venezolano actual ha asumido la producción y no
da pie con bolas y el empresario está ahorcado. No produce y no tiene dólares,
no deja producir a los empresarios y estos tampoco tienen dólares. NO lavan ni prestan
la batea y eso se los demostró Lorenzo Mendoza en la farsa del dialogo
gobierno-empresarios. Los pocos dólares que existen los usa el gobierno para corrupción
en cohecho y para clientelismo político, y ahora se da bomba haciendo creer a los
incautos y desprevenidos o ignorantes que les está dando una concesión
graciosa, de algo que no le pertenece al gobierno, sino a todos los
venezolanos. Nos pertenece de origen.
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