ENDEUDARSE
Pedir préstamos no es un
delito; en efecto, es todo lo contrario. Puede ser la respuesta a oportunidades
que se les presentan a los empresarios y para los cuales no tienen, en ese momento
determinado, la liquidez necesaria para aprovecharse de ellas, aunque cuenten con el “know how”, o capacidad
industrial y activos tecnológicos para producir; pero, no con los recursos
financieros para importar materias primos y otros insumos, y deben recurrir, en
el caso de los particulares a los llamados apalancamientos y en el caso público
a los créditos externos. Es decir, la inversión bien sea privada o extranjera
para financiarse.
Esto pasa en los momentos en
los cuales los países tienen déficit fiscal, es decir, sus ingresos son menores
a sus gastos y como no pueden aumentar el aparato productivo de un plumazo y tampoco
pueden recostarse en los ciudadanos imputándoles más impuestos, deben pedir empréstitos,
como oía que les decían antes.
Un empresario o un estado debe
contar con la confianza de sus pares, de los intermediarios financieros de su país,
de otros países, o de las empresas
especializadas en calcular y publicar los riesgos, para que les den estos apalancamientos
y deben poseer entonces la capacidad industrial suficientemente probada para
que los bancos les presten. Por cierto, los bancos tienen una mala costumbre de
prestarle a quienes tienen. Ningún banco
les presta a quienes
no tienen. Suena raro, verdad?
En EUA al no tener
inversionistas y no tener que pagarle a los ahorristas, se dio una perversión
de prestarle, o más bien regalarle y obligar a
los NINJAS a tomar prestamos, en la esperanza de que estos clientes iban
a invertir; pero no, éstos eran llamados NINJAS o No Income, No Jobs, No Assets por
justificadas razones. No por nada recibían este sobrenombre, es que eran personas
sin ingresos (income), sin trabajo (Jobs) y sin patrimonio (Assets);
precisamente, porque no sabían cómo producir bienes y servicios, ni cómo producir,
en general, nada y estaban casi en situación de homeless económicos.
La catástrofe de este contrasentido
terminó en que esa burbuja de falso o inflado crecimiento de su economía, con esos
NINJAS abarrotando el mercado de adquisiciones de casas baratas, como de otras mercaderías,
etc., se reventó, se les vino al suelo y arrastró con ella a otros países
dependientes o satélites de la economía norteamericana, la que se cayó
estrepitosamente. Los pueblos del mundo pensaron que USA iba a desparecer y se equivocaron;
porque, a pesar de esos errores fundamentales EUA cuenta con capacidad
productiva y con recursos para crecer. Aprendieron su lección y ya casi salen
del problema.
La economía es celosa como
los bancos y solo presta a empresarios o países exitosos con una probabilidad
de éxito calculada aceptable.
Venezuela no es precisamente
uno de éstos, por el caos en el que vive. Venezuela es una NINJA internacional,
y por causa de un modelo erróneo, su gobierno Castro comunista ha amenazado la capacidad
de generar ingresos, su población no tiene trabajo y su patrimonio es menor a
los activos. Léase PDVSA, su principal empresa pública o de todos los
venezolanos, ahora pertenece a los chinos.
Los Chinos le prestan,
porque ellos tienen grandes superávits y eso cae dentro de sus estrategias de
apoderarse del mundo sin disparar, usando su inmenso superávit, alcanzado solamente
con el empleo de su avasallante y exitoso aparato productivo, reinventado desde
que en 1979 un líder como Deng Xiaoping, a contrapelo del desastre que le había
dejado Mao y a su muerte su esposa junto con los 4 generales del GRUPO DE LOS 4
con su invento desastroso de la Revolución Cultural China, dijo “ A mi
no me importa le color del gato, con tal que cace ratones”.
El 16 Congreso de Partido Comunista Chino con Ju Jintao (empresario rojo delfín de Deng Xiaoping) a la cabeza, concluyó cosas como éstas:
- Los capitalistas rojos son admirables, abrumado ante la evidencia de que 130 millones de ellos producían más del 50% del PIB de china.
- Ser rico es bueno
- El partido comunista chino deja de ser el partido de los trabajadores para convertirse en el partido de todos los chinos.
- Adoptaron la fórmula de “Un estado, dos sistemas” con el que han aumentado su indicador de PIB a un ritmo de 10% interanual desde entonces.
Con esta visiòn han cumplido
con la estrategia de aumentar los bienes y servicios producidos por su aparato
productivo estimulado, fomentado y apoyado por el estado. No se dedicaron a las
medidas populistas de incrementar el circulante produciendo dinero inorgánico. Lo
malo, si puede decirse, es que no pudieron vencer la tentación de transformarse, en la pràctica, en un capitalismo de estado; pero, parece que van atrás de esto y el es que el peso de
la realidad les hace ser un país capitalista, para generar riqueza, y un
sistema o régimen de gobierno que apunta a la satisfacción equitativa de las
necesidades de sus ciudadanos, no tanto por ser humanitarios como para generar poder de consumo para su producción.
Ya uno puede verlo en las imágenes, que producen envidia, de sus ciudades y su gente.
En Venezuela en cambio, el difunto
va a China y saluda al pueblo confesándose con emoción fingida que “Amo a
Mao” (todos abrieron sus achinados ojos), sin saber de la evolución del
comunismo y sin apreciar que ellos habían derrumbado las estatuas de Mao Tze
Tung, y hace rato que andan en otra vaina.
Ya en mi cuadra los chinos,
a quienes les debemos todo (45 mil millones de dólares), han comprado cuanto
ejido pueden y construido restaurantes, montado supermercados y hacen su agosto
con la miseria de los venezolanos, miseria rural que ellos dejaron atrás. Venezolanos
como chinos sufriendo esta situación tan grave que vivimos, si no fuera por los
chinos y Lorenzo Mendoza, los venezolanos no comeríamos.
Hace un tiempo alguien,
abatido porque tenía un plazo perentorio para pagar los intereses de la deuda contraída
con los chinos, fue a ese país y a otros en Europa, a pedirles dinero fresco
para pagar intereses de la deuda y le contestaron con su célebre “si
no hay lial no hay lopa. Hoy no
tenemos lial, ni lopa
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