¿Quién fue mi cuñada Teresa?
Mi cariño y mi lealtad me
dicen que debo contarles quién fue mi cuñada. Les pido disculpas anticipadas si
dejo que mi corazón tome las riendas de mi pluma y se vierta en sentimientos de
cariño y admiración hacia un ser extraordinario, en quien se manifiesta con acierto
el verso de Andrés Eloy, dirigido a todos los niños del mundo. En ella se condensó
en sus sobrinos, a quienes quiso como sus propios hijos, dándoles el amor de
los que no tuvo y siendo para ellos una alcahueta con sus pedidos infantiles. Hoy, mis hijos le
lloran con profundo sentimiento al reconocer en ella una segunda madre.
Theresa Magdalena, así, con creativa “h” intercalada, fue
la tercera de la prole procreada por el artesano de ancestros y crianza en
Italia, Domingo Pompei Toscano Mileo y la hermosa merideña Hilda Quintero
Maldonado. Hermana de mi preciosa capitana Aurora Cecilia, de Damián prematuramente
fallecido en accidente vial y de Carlos Pascual, mecánico de la Base Naval de
Puerto Cabello, también fallecido en la medianía de su vida. Le sobreviven además
de Aurora, Pascual, Pedro Vicente, Domingo y Betsy Coromoto, quien nace en los albores
de la democracia en el 58 en el día en
el que su hermana parte a su última
morada.
Teresa nació en Barquisimeto el 9 de
mayo de 1945 y la familia pronto se trasladó a Puerto Cabello y fijó residencia
definitiva en la Calle Carabobo, entre calles Miranda y Sucre, donde creció en
la cercanía de la bruma de la mar, jugando en el patio de su casa solariega,
cultivando amigos así como su membrecía espiritual en el Magallanes y acunando
ilusiones de triunfo; no solo de su equipo, sino propias.
Se marcha de casa cuando a su juicio
la ciudad no le brindaba caminos para su ambiciosa singladura, y por ello enrumba
su nave de sueños a Caracas, donde inicia su carrera y donde, desde muy adolescente,
comienza a trabajar como secretaria en la Comandancia General de la Marina en
la Av. Vollmer. En su tiempo libre y en las noches se dedica al estudio de la contabilidad
en la Academia Espada, de donde se gradúa con muy buenas notas.
Pero, no se conforma con el claustro
de una oficina, ella sentía que debía dar riendas a su creatividad y se retira
para poder contar con tiempo para forjar
su personalidad de artista, aunque no deja de ofrecer sus servicios como contabilista
en la empresa privada. En Puerto Cabello había trabajado en BECOBLOHM, en Caracas
en las empresas textiles PASINCA, y luego en MY BOY y en CODIPLU; a éstas dos últimas
les lleva la contabilidad con tanta enjundia que gozó de la confianza absoluta
de sus jefes, a la postre devenidos en amigos, al estos reconocer en ella su valía
profesional y humana.
Un detalle muy admirable, como
curioso, es que aún estando cuasi cuadripléjica por su penosa enfermedad, fue a
trabajar hasta el viernes anterior a su fallecimiento del domingo siguiente, emulando
y superando lo que vemos en películas de Hollywood, tales como “El Coleccionista
de huesos”, sólo que en la pantalla aquel protagonista gozaba de un aparataje fruto
del inmenso poder de su riqueza económica y en ella era la creatividad, su adaptación
y su preparación formal y autodidacta la que le permitió consolidar sus talentos hacia la contabilidad no solo como la
simple teneduría de libros estudiada, sino incluso con apoyo de la computación
la cual llegó a dominar con solvencia, sino en la asesoría financiera.
Pudiera decirse que Teresa fue una Contador
público en la práctica. Este singular mérito
de su compleja hechura de personalidad y carácter y de su capacidad
profesional, si no bastara con sus amplios meritos artísticos, por sí solo es un detalle
digno de ser difundido en la juventud venezolana y ciertamente le hacen
merecedora de una medalla al trabajo.
Teresa no se queda allí, y ya de
adulta, como sello distintivo que brota de su alma de artista plástica de
innumerables aptitudes, entra a estudiar en la Escuela de Artes Visuales “Cristóbal Rojas” en la que se imbuye en el
arte, en todas sus disciplinas, como son el dibujo, la pintura, las artes de
fuego y más recientemente la orfebrería, actividades en las cuales deja un
legado de hermosas obras que son atesoradas y gozan de buena crítica en
salones de Caracas y del interior. Muestras de su producción vuelan a engrosar
colecciones nacionales particulares y en el extranjero y algunas revistas le
dan crédito a sus envíos, como la revista Nueva Sociedad. Concursa en salones
de artes como son el Salón Aragua, en el del Concejo municipal de Caracas y en el
salón de artes de la Base Naval “CAA; Agustín Armario”, entre otros.
Contabilista
extraordinariamente calificada; pero, prefirió siempre su labor de artista
plástica integral. Ejecutó y enseñó escultura, pintura, artes del fuego en vidrio,
cerámica, dibujo y cuanto significaba para ella la oportunidad de expresión de
su elevado espíritu.
Su pensamiento político encuentra
cauce en las ideas socialistas de una izquierda progresista y de avanzada,
aunque no militó en partidos, su carácter en cierta forma rebelde y libertario
no podría haberse sometido a la disciplina partidista, siempre estuvo alerta como
dispuesta a respaldar los movimientos opositores a regímenes dictatoriales y tiránicos.
Theresa fue una mujer muy solidaria
con todos los problemas de su familia y amigos, quien le rindió esmerado culto
a la amistad solidaria y consecuente, solía decirle que dormía en “Cama
Caliente”, como los submarinistas; pues, cedía todo cuanto poseía a
cualquiera que le visitare. Gran anfitriona, se quitaba el pan de la boca, para
darlo a un ser querido.
Teresa se unió hace unos 28 años con
el trujillano Gilberto Ramírez Salazar, un ser extraordinario, pintor, escultor
y mejor ser humano, principalmente uno
de los mejores dibujantes de Venezuela, profesor de la escuela de Artes
Plásticas “Cristóbal Rojas” donde Teresa fue
su alumna y se conocieron y se enamoraron.
No procrearon hijos; pero, en justicia
puede decirse que dejan a la patria los frutos de sus talentos artísticos y su impronta
en la educación artística de jóvenes promesas nacionales.
Teresa fue una mujer muy creyente, quien
supo encontrar en la oración cotidiana el impulso y soporte para sus inquietudes
y el bálsamo para sus momentos de tribulación; por ello, tengo fe en que la
Virgen le acunará en su regazo e intercederá ante nuestro señor por su eterno
descanso y por que la admita a contemplar
la luz de su rostro.
Con suma tristeza hube de
comunicarles su muy sentida muerte ocurrida en Caracas, después de penosa
enfermedad, desde donde subió a los brazos
del señor el mediodía del domingo 24 de
enero de 2016.
Sus restos serán velados
en la FUNERARIA LOS PALOS GRANDES (antigua FUNERARIA DIAZ) ubicada en la 3ª transversal con 1ª y 2ª
avenidas, a partir de hoy lunes 25 de enero a la 1 pm., y serán sembrados en el
cementerio del Este, La Guairita, el martes 26 de enero a las 10:00 am.
Paz a sus restos!...Descansa
en paz cuñada!
CN
Eddy Darlo Barrios Orozco
Mis condolencias sinceras para toda la familia Toscano, en especial a Doña Aurora Toscano de Barrios esposa de mi fraterno Don Eddy Barrios. Abrazos.. Honor a su memoria..!!!
ResponderEliminarMi mas sincero y sentido pésame para mi querido Maestro y Profe Gilberto Ramírez, igualmente a cada miembro de la querida familia de Teresa. Paz a sus restos!!!
ResponderEliminarPaz a sus restos. Mis mas sentidas palabras de condolencias a sus familiares.
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