lunes, 25 de enero de 2016

¿Quién fue mi cuñada Teresa?


Mi cariño y mi lealtad me dicen que debo contarles quién fue mi cuñada. Les pido disculpas anticipadas si dejo que mi corazón tome las riendas de mi pluma y se vierta en sentimientos de cariño y admiración hacia un ser extraordinario, en quien se manifiesta con acierto el verso de Andrés Eloy, dirigido a todos los niños del mundo. En ella se condensó en sus sobrinos, a quienes quiso como sus propios hijos, dándoles el amor de los que no tuvo y siendo para ellos una alcahueta con  sus pedidos infantiles. Hoy, mis hijos le lloran con profundo sentimiento al reconocer en ella una segunda madre.




Theresa Magdalena, así,  con creativa “h” intercalada, fue la tercera de la prole procreada por el artesano de ancestros y crianza en Italia, Domingo Pompei Toscano Mileo y la hermosa merideña Hilda Quintero Maldonado. Hermana de mi preciosa capitana Aurora Cecilia, de Damián prematuramente fallecido en accidente vial y de Carlos Pascual, mecánico de la Base Naval de Puerto Cabello, también fallecido en la medianía de su vida. Le sobreviven además de Aurora, Pascual, Pedro Vicente, Domingo y Betsy Coromoto, quien nace en los albores de la democracia en el 58  en el día en el que su hermana parte  a su última morada.

Teresa nació en Barquisimeto el 9 de mayo de 1945 y la familia pronto se trasladó a Puerto Cabello y fijó residencia definitiva en la Calle Carabobo, entre calles Miranda y Sucre, donde creció en la cercanía de la bruma de la mar, jugando en el patio de su casa solariega, cultivando amigos así como su membrecía espiritual en el Magallanes y acunando ilusiones de triunfo; no solo de su equipo, sino propias.

Se marcha de casa cuando a su juicio la ciudad no le brindaba caminos para su ambiciosa singladura, y por ello enrumba su nave de sueños a Caracas, donde inicia su carrera y donde, desde muy adolescente, comienza a trabajar como secretaria en la Comandancia General de la Marina en la Av. Vollmer. En su tiempo libre y en las noches se dedica al estudio de la contabilidad en la Academia Espada, de donde se gradúa con muy buenas notas.

Pero, no se conforma con el claustro de una oficina, ella sentía que debía dar riendas a su creatividad y se retira para  poder contar con tiempo para forjar su personalidad de artista, aunque no deja de ofrecer sus servicios como contabilista en la empresa privada. En Puerto Cabello había trabajado en BECOBLOHM, en Caracas en las empresas textiles PASINCA, y luego en MY BOY y en CODIPLU; a éstas dos últimas les lleva la contabilidad con tanta enjundia que gozó de la confianza absoluta de sus jefes, a la postre devenidos en amigos, al estos reconocer en ella su valía profesional y humana.

Un detalle muy admirable, como curioso, es que aún estando cuasi cuadripléjica por su penosa enfermedad, fue a trabajar hasta el viernes anterior a su fallecimiento del domingo siguiente, emulando y superando lo que vemos en películas de Hollywood, tales como “El Coleccionista de huesos”, sólo que en la pantalla aquel protagonista gozaba de un aparataje fruto del inmenso poder de su riqueza económica y en ella era la creatividad, su adaptación y su preparación formal y autodidacta la que le permitió consolidar sus  talentos hacia la contabilidad no solo como la simple teneduría de libros estudiada, sino incluso con apoyo de la computación la cual llegó a dominar con solvencia, sino en la asesoría financiera.

Pudiera decirse que Teresa fue una Contador público en la práctica. Este  singular mérito de su compleja hechura de personalidad y carácter y de su capacidad profesional, si no bastara con sus amplios  meritos artísticos, por sí solo es un detalle digno de ser difundido en la juventud venezolana y ciertamente le hacen merecedora de una medalla al trabajo.

Teresa no se queda allí, y ya de adulta, como sello distintivo que brota de su alma de artista plástica de innumerables aptitudes, entra a estudiar en la Escuela de Artes Visuales  “Cristóbal Rojas” en la que se imbuye en el arte, en todas sus disciplinas, como son el dibujo, la pintura, las artes de fuego y más recientemente la orfebrería, actividades en las cuales deja un legado de  hermosas obras  que son atesoradas y gozan de buena crítica en salones de Caracas y del interior. Muestras de su producción vuelan a engrosar colecciones nacionales particulares y en el extranjero y algunas revistas le dan crédito a sus envíos, como la revista Nueva Sociedad. Concursa en salones de artes como son el Salón Aragua, en el del Concejo municipal de Caracas y en el salón de artes de la Base Naval “CAA; Agustín Armario”, entre otros.

Contabilista extraordinariamente calificada; pero, prefirió siempre su labor de artista plástica integral. Ejecutó y enseñó escultura, pintura, artes del fuego en vidrio, cerámica, dibujo y cuanto significaba para ella la oportunidad de expresión de su elevado espíritu.
Su pensamiento político encuentra cauce en las ideas socialistas de una izquierda progresista y de avanzada, aunque no militó en partidos, su carácter en cierta forma rebelde y libertario no podría haberse sometido a la disciplina partidista, siempre estuvo alerta como dispuesta a respaldar los movimientos opositores a regímenes dictatoriales y tiránicos.
Theresa fue una mujer muy solidaria con todos los problemas de su familia y amigos, quien le rindió esmerado culto a la amistad solidaria y consecuente, solía decirle que dormía en “Cama Caliente”, como los submarinistas; pues, cedía todo cuanto poseía a cualquiera que le visitare. Gran anfitriona, se quitaba el pan de la boca, para darlo a un ser querido.
Teresa se unió hace unos 28 años con el trujillano Gilberto Ramírez Salazar, un ser extraordinario, pintor, escultor y  mejor ser humano, principalmente uno de los mejores dibujantes de Venezuela, profesor de la escuela de Artes Plásticas “Cristóbal Rojas” donde Teresa fue  su alumna y se conocieron y se enamoraron.

No procrearon hijos; pero, en justicia puede decirse que dejan a la patria los frutos de sus talentos artísticos y su impronta en la educación artística de jóvenes promesas nacionales.

Teresa fue una mujer muy creyente, quien supo encontrar en la oración cotidiana el impulso y soporte para sus inquietudes y el bálsamo para sus momentos de tribulación; por ello, tengo fe en que la Virgen le acunará en su regazo e intercederá ante nuestro señor por su eterno descanso y por que la admita  a contemplar la luz de su rostro.



Con suma tristeza hube de comunicarles su muy sentida muerte ocurrida en Caracas, después de penosa enfermedad,  desde donde subió a los brazos del señor el mediodía del  domingo 24 de enero de 2016.
Sus restos serán velados en la FUNERARIA LOS PALOS GRANDES (antigua FUNERARIA DIAZ) ubicada en la 3ª transversal con 1ª y 2ª avenidas, a partir de hoy lunes 25 de enero a la 1 pm., y serán sembrados en el cementerio del Este, La Guairita, el martes 26 de enero a las 10:00 am.

Paz a sus restos!...Descansa en paz cuñada!


CN Eddy Darlo Barrios Orozco

3 comentarios:

  1. Mis condolencias sinceras para toda la familia Toscano, en especial a Doña Aurora Toscano de Barrios esposa de mi fraterno Don Eddy Barrios. Abrazos.. Honor a su memoria..!!!

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  2. Mi mas sincero y sentido pésame para mi querido Maestro y Profe Gilberto Ramírez, igualmente a cada miembro de la querida familia de Teresa. Paz a sus restos!!!

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  3. Paz a sus restos. Mis mas sentidas palabras de condolencias a sus familiares.

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