POLIBIUS Y LAS 6 FORMAS DE GOBIERNO
(Ensayo: Por el CN Eddy Darìo Barrios Orozco)
(2014)
El presente escrito tratará sobre Polibius
y la separación de poderes, la Anaciclosis, la Oclocracia, y sobre el Poder
Constituyente o la Reforma para Venezuela
“Polibio (Megalópolis, Grecia. n.200 a. C. - 118 a. C.), fue un historiador griego. Es considerado uno de los historiadores más
importantes, debido a que es el primero que escribe una historia universal.
Su propósito central fue explicar cómo pudo imponerse la hegemonía romana en la cuenca del Mediterráneo, mostrando cómo se encadenan los sucesos políticos y militares
acontecidos en todos los rincones de este ámbito geográfico. Además de esto,
Polibio es el historiador antiguo que más ha escrito sobre la
historia, sobre la forma de hacer Historia. Será retomado en la modernidad para
forjar algunos de los puntos básicos que formaran la disciplina de la Teoría de la
Historia. Sus
apreciaciones políticas son consideradas aún hoy en día, siendo material de
estudio en diversas disciplinas, como la Ciencia
Política o las Relaciones
Internacionales”.
BASE TEORICA
Polibio dice que hay seis formas de gobierno, y todas
sufren una degradación o proceso de Anaciclosis. En un principio, hay tres
tipos de estructuras, según sea el número de personas que ejerzan el gobierno.
Anaciclosis
La Anaciclosis
es una teoría que describe una sucesión cíclica de regímenes políticos. Es
conocida principalmente por la obra de Polibio. La
teoría se basa en la idea de que todo régimen político tiende a degenerarse.
Ciclo político de Polibio
Polibio
identifica seis etapas que se suceden cada vez que un régimen se degenera o
entra en crisis: 1. monarquía 2. Tiranía 3. Aristocracia 4. Oligarquía 5. Democracia 6. Demagogia.
Finalmente la demagogia entraría en crisis, llamada Oclocracia, para dar lugar nuevamente a una monarquía y
así comenzar otra vez el ciclo. Esquemáticamente podemos ver.
Todas ellas pueden degenerar:
Polibio sostenía que todas las potencias que habían sido
poderosas, habían caído por la degradación. Pero Roma conservaba su poder
porque combinaba de forma equilibrada las tres formas, siendo:
Por esta razón, Roma siempre se podía imponer a los demás
estados, siendo el único que les podía hacer frente Cartago, ya que ellos también alcanzaron un
equilibrio, aunque no era tan perfecto como el de Roma. Lo más importante es
que Polibio es el primero que plantea este tipo de causa. La suerte de
Polibio ha sido diversa a través de los siglos.
COMENTARIOS
DE EDDY BARRIOS
En los estados modernos,
esta forma equilibrada se da en los tres poderes, separados y autónomos, los
cuales conviven en el mismo, en forma constitucionalmente armónica y
articulada. Esa dependencia, a mi juicio, podría llamarse más bien, de
interdependencia sistémica; por cuanto, todos interactúan de manera
integral con un mismo fin ulterior, como es el funcionamiento del estado-nación
moderno, donde el producto de uno es insumo para el otro y viceversa.
Estos poderes son el Ejecutivo, el cual en
esencia sería la representación de la realeza. El Legislativo, de
la sociedad en pleno, representada en el senado, y el Judicial, o Aristocracia,
en el sentido de los mejores, los más preparados para ser balanza o fiel, inter pares, de los dos restantes y de él mismo. Estos tres poderes en
equilibrio, aunque sean autónomos y estén separados, le dan fuerza al estado
– nación y no lo contrario, como algunos
sofistas, fanáticos del régimen, a despecho de sus estudios, nos han
querido hacer ver, que la separación de poderes debilita al estado.
Esta es la constitución escrita, la del derecho positivo,
la cual representa el pacto fundamental, o acuerdo d gobernabilidad esencial
que el pueblo se da en escribir, mediante la representación que de él hace la
Asamblea
Nacional Constituyente por él mismo designada. Para ello, el
pueblo le “presta” temporalmente
este poder originario, para que elabore la carta magna y luego, los poderes
constituidos, fundamentados en esa constitución escrita, actúen en
consecuencia, con observancia de ella y la cumplan y la hagan cumplir. Por
cierto, el poder originario es tal, que en algunos países no hay constitución
escrita, sino sólo la constitución real, la cual subyace
siempre en el pueblo y los estados naciones así constituidos funcionan, sin
constitución escrita.
Esto confirma que el pueblo nunca se deshace o deslastra
de su poder originario, el cual no está subordinado nunca al poder
constituido, y puede en cualquier momento deshacerse de éste, mediante los
métodos que la misma constitución prevé.
En estos momentos de extravío republicano y democrático de
falta de derecho y de justicia, en el cual nos quieren hacer vivir, existen algunos movimientos como el PRV, y he escuchado a Douglas Bravo, su líder, expresar
en entrevista por TV del Táchira, que la única manera de acabar con lo que está
sucediendo no es a través de elecciones, aunque no aclara cómo; donde él
opina que lo que se está viendo no es una revolución, ni un comunismo como él
conoce, ya que no es más que un neoliberalismo incapaz, y corrupto, que de
allí la abstención que siempre ha mantenido su movimiento, y opina que la manifestación
popular de ese poder originario en acción, y no elecciones, son lo que
solucionará lo que está pasando y por eso opina que hay que llamar a una nueva constituyente. Porque las
elecciones del 07 de octubre de este año no acabarán con el cáncer social,
que dicho socialismo del siglo XXI representa y es.
Douglas Bravo, en esencia, considera que hay que habría
que hacer, en todo caso, una revolución verdadera expresada o sustentada en
esta nueva constituyente, y no una reforma. El llega a decir que eso que
propuso el presidente en 1998 y que le llevó al poder, no se reflejó en la
constitución que se escribió. Yo no estoy de acuerdo con él, ni con
colectivos, movimientos o comandos que quieran imponernos su visión a la
fuerza de la armas, ni las que legítimamente posee el estado, ni las que
tiene hoy cualquier grupito que se diga revolucionario y es apoyado o
soslayado por el gobierno. Creo que la
C-99 sí expresa un buen pacto; pero, así como el anterior se agotó en el
tiempo, aún cuando tampoco se cumplió a cabalidad, pues fue desvirtuado, ya
la actual constitución, en sólo 14 años, también lo está.
Pienso que la constitución de 1999 es bastante acertada,
adecuada a nuestra realidad y progreso institucional y republicano, y
representa un buen pacto fundamental para el tiempo que vivimos finales del
siglo XX y nos puede llevar a buen puerto en el XXI. Y creo también que si se
hubiere aplicado otra sería nuestra realidad de hoy. En cambio se ha manipulado
por parte del presidente, del PSUV y sus sofistas, quienes desatendieron al poder
originario quien les dictó la constitución, y a la voluntad del pueblo que se
opuso a las reformas que intentaban, y se expresó en referendo, cuando éste rechazó
cambios artificiosos, como la nueva geometría del poder, o las engañosas formulas
del dizque poder popular, y otras reformas, y sin embargo nos las implantaron
a la fuerza del poder monárquico, caudillista y militarista de un militar en
función ejecutiva, alienado por Fidel Castro, su ideología y su partido único,
función potenciada por un poder habilitante violentado desde su inicio, tanto
en naturaleza, como en tiempo de aplicación.
Mientras tanto, los venezolanos vivimos en una mezcla de Oclocracia
y se parece a una tiranía técnica continuada, la cual algunos opositores
llaman dictadura, cuando no lo es, en todo caso una mal aplicación del poder
habilitante, y una desviación de la constitución, por mala interpretación o
manipulación, la cual llamo precisamente tiranía técnica continuada. Debo decir
que hace ya un tiempo
publiqué un artículo de naturaleza y
fines académicos, titulado " Polibius y la Anaciclosis"
donde precisamente traté este tema, el cual hoy refrito por su pertinencia,
importancia, aplicabilidad y utilidad a los tempos de gran confusión
ideológica e intelectual. Me permito agregarlo, no importa si se hace largo
mi escrito de hoy, para que lo lean aquellos a quienes como a mí, nos gusta
leer y reflexionar:
ESCRITO PREVIO
La ANACICLOSIS
es un fenómeno de corruptela y deformación de los sistemas de gobierno, los
cuales devienen en una forma descompuesta, que es derrocada por otra que
la sustituye. Forma sustituta que a su vez tampoco se salva de la involución
y eventualmente cae en corruptela y es por ello sustituida por otra y así
sucesivamente. Esto termina, según PILIBIUS, cumpliendo el ciclo inexorable
de caída de los sistemas de gobierno; Por ejemplo, la Monarquía
deviene en Tiranía y da paso a la Aristocracia que la derroca.
Ésta deviene en Oligarquía y da pie a que se instaure la Democracia.
Democracia que deviene en Oclocracia y luego de un tiempo se
vuelve a la Monarquía; y así sucesivamente. Así sucedía en la
sociedad griega antigua. Como ven, el quid de la cuestión depende del número
de personas que ostentan el poder en un determinado momento.
Monarquía
= Gobierno de Uno. Gobierna el Arconte Rey, en el sentido del mejor, el
bueno, el justo. (DRAE: Forma
de gobierno en que el poder supremo corresponde con carácter vitalicio a un
príncipe, designado generalmente según orden hereditario y a veces por
elección.)
Aristocracia
= En el sentido de gobierno de los mejores o selectos (DRAE: En
ciertas épocas, ejercicio del poder político por una clase privilegiada,
generalmente hereditaria); que no es lo mismo que
OLIGARQUÌA (DRAE: Forma de gobierno en la cual el poder supremo es
ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma clase
social), o forma corrupta donde unos pocos
gobiernan en perjuicio de los demás.
Democracia
= El Pueblo. Normalmente mediante representación, pues la democracia
directa probó ser impráctica o inoperante, sólo viable mientras los pueblos
eran de reducido número de habitantes. Surgieron entonces los Arcontes (DRAE:
Magistrado a quien se confió el gobierno de Atenas a la
muerte del Rey Codro. Luego, cada uno de los nueve que
posteriormente se crearon con el mismo fin) estos arcontes
eran pagados para cumplir función de representación.
La
democracia es en esencia representativa. La forma Participativa sigue siendo,
en esencia, representativa; sólo que, por mayor número de representantes. No
es concebible una forma de democracia donde todos manden a un tiempo; pues,
estaríamos hablando precisamente de la misma Oclocracia, o desorden y
anarquía, de la que ya hablamos.
El más
acabado concepto de democracia lo debemos al dictado por Abraham Lincoln en
su discurso después de la Batalla de Gettysburg “Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Del Pueblo
= Igualdad
de acceso de los ciudadanos al poder “El
pueblo manda”
Por el
pueblo = la representatividad, en nombre de él…
Para el
pueblo = la dedicación del gobernante a satisfacer las necesidades del
pueblo.
Estos
poderes subyacen en el único poder, el que detenta, de manera no escrita, el
pueblo, en lo que se conoce como Constitución Real o verdadera. Esta es la
que da pie al poder constituyente, en la que el pueblo cede temporalmente su
poder a la Asamblea Constituyente, para que ésta en su nombre redacte el
modelo que describa y establezca el orden o Pacto Social que pueda regir a
partir de allí a la sociedad.
El pueblo
nunca cede permanentemente ese poder, sino que lo conserva en todos los
estadios y lo puede recobrar cundo así lo disponga. Se espera que una
constitución rija por el mayor tiempo posible. El pueblo está, entonces, por
encima de la constitución y como hecho curioso hay países donde sólo ha
habido una sola constitución, con enmiendas, y otros donde no ha habido
constitución escrita alguna, y funcionan.
Para
evitar la Anaciclosis - según Polibius gran historiador Griego - una
nación debía obtener el equilibrio de estos poderes: el del Rey, el de la
Aristocracia y el del pueblo, y armonizarlos los tres. Esta era la manera
sana de organizar la sociedad. Así fueron creadas las constituciones. Es lo
que conocemos hoy como un Sistema Democrático de tres poderes en
equilibrio, donde la constitución escrita consolida y sustenta este
equilibrio, y cuya estabilidad y solidez la garantiza que todos gocen de su
autonomía y su independencia entre sí. A esto lo llaman “check and balance”
o sistema de “Pesos y Contrapesos”.
Lo que
está sucediendo en Venezuela, ciertamente, puede ser asociado a una OCLOCRACIA.
En su confusión por optimizar la DEMOCRACIA bajo una orientación
mono-ideológica, han olvidado el equilibrio de poderes y, por ello, la
ANACICOLIS los atacó y dio paso a eso que la eximia magistrada llama, para
justificarlo, que la separación de poderes es mala pues, a su juicio,
debilita al Estado cuando ella debería saber por sus estudios que es todo lo
contrario (debilita al gobierno totalitario por supuesto; no así a la
república, la cual se fortalece) y que el Presidente trata engañosamente
de asimilar a una división matemática.
Por
cierto, se habla a la ligera de la operación matemática de la División y se
la asigna solo su connotación negativa; cuando, sabemos que no necesariamente
tiene que ser así. Pudiera ser positiva en algunos casos. Por ejemplo, en
aquellos en los cuales no se habla de la disminución numérica o cuantitativa
de un cociente al DIVIDIR, sino de casos donde hay que REPARTIR; como son los
casos de la justa distribución de la riqueza o de la igualdad de oportunidades,
o del respeto que deben tener los poderes públicos de una república, en donde
el poder del estado como un todo está seccionado en sus tres ámbitos
naturales de: Ejecutivo, legislativo y Judicial.
En asuntos
menos oficiales podemos traer al tapete el caso de las partes que conforman
un todo sinérgico, en el cual la suma del todo es mayor que la suma de los
productos individuales de las partes que lo conforman. Sin esta sinergia no
se lograría la eficiencia administrativa en los negocios y empresas, sean
éstas públicas o privadas.
Otro
ejemplo sería el del CONSENSO, que es más que MAYORÍA o suma algebraica de
quienes van a favor o en contra, sino que es más que eso. El consenso
presupone que a través de la negociación las partes pudieron ceder en sus
posiciones, hasta alcanzar una que los representó a todas y cuya sinergia los
una y mantenga, y les haga eficaces, efectivos y eficientes en sus deberes
para con el todo al que sirven.
Como
vemos, tanto en lo jurídico, como en lo político, como en la vida real
vulgar, creo que nuestra eximia e ilustre magistrada perdió una excelente
oportunidad de quedarse callada, y por supuesto, nuestro presidente está
también igualmente errado.
En la
organización del estado en una democracia sana, la Monarquía sería
igual o estaría representada – según el modelo de Polibius- en el
Ejecutivo. La Aristocracia sería el Poder Judicial, y la Democracia
sería el Parlamento o Congreso, el cual representa al pueblo. Uno hace
las leyes, otro las ejecuta y el tercero es primo inter pares que juzga
cuando hay conflicto entre los otros dos; pero, con base a la constitución
que se hayan dado.
Posteriormente
a Polibius y no dudo que los hayan investigado, Montesquieu, Rousseau y
Locke, etc., a mediados del milenio segundo, hablaron del equilibrio de los tres
poderes fundamentales. Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que ha sido
el desiderátum de la sociedad moderna. Métanse en Internet y busquen a
POLIBIUS – ANACICLOSIS – SEPARACION DE PODERES y se darán un banquete.
Seleccioné
a Polibius por cuanto de la Grecia antigua vienen los valores y principios
fundamentales adoptados por nuestra cultura occidental, de la cual deviene el
sistema democrático que conocemos. Ellos tuvieron que pasar por mucha
ANACICLOSIS hasta percatarse de las bondades de un sistema republicano con
separación de los tres poderes. Esto hizo potencia a Roma, y precisamente la
anaciclosis la derrumbó.
Estos
revolucionarios de hoy, sin mayor sustento intelectual quisieron
inventar el agua caliente e instauraron malamente una idea utópica de
Bolívar, al constituir 05 poderes – para mí innecesarios como extra
petita; pues, el pueblo no pedía, ni necesitaba, eso - .para luego 4 de
ellos ceder su poder ante uno solo, el ejecutivo. Como vemos, una monarquía
devenida por corrupción en TIRANÌA.
En la
constitución moderna de casi todos los países se da este equilibrio. Aquí se
está buscando - a contrapelo del desarrollo humano y social -
mediante el encantamiento de la demagogia y el populismo, instaurar un
socialismo en lo económico y un comunismo en lo político. En la práctica se
trata de que el poder de uno solo termine preeminente y eterno sobre
los demás.
Este tema
ha sido motivo de mis investigaciones y escritos, ahora de mis
preocupaciones.
GRAN CONCLUSIÒN Y RECOMENDACIÒN
DE EDDY BARRIOS
No
caigamos en la trampa de la abstención, ni en la de convocar a una nueva
constituyente; para eso, existe la reforma y la enmienda. Pero, primero cumplamos
y hagamos cumplir la existente de 1999. Reformemos o enmendemos lo que la
dinámica de estos 14 años haya probado inaplicable o poco representativo de
nuestra realidad; pero, sin alterar el pacto fundamental que nos dimos ab
initio de esta década y media, de un régimen que empezó destruyéndolo todo,
con el intento de construir sobre tierra arrasada, y lo que ha hecho es
reconstruir y potenciar los vicios de ese pasado cuarta-republicano que tanto
denunció y criticó.
De hecho, el
presidente se juramentó con la indebida fórmula anti-protocolar de: “Juro,
sobre esta moribunda constitución”, lo que indicaba que estaba,
de entrada, dispuesto a incumplirla, así como ha incumplido la que le
escribieron a su inspiración. Debemos recordar que hasta el artículo 80 de la
misma, la AN gozó de la libertad relativa de que él estaba en un periplo auto
impuesto, por el mundo, buscando el reconocimiento. A su regreso, les
reconvino y, a partir de allí, fueron “levanta manos”, en una seguidilla
de “mayoría
evidente…aprobado”.
Sobre todo,
volvamos al imperio del acuerdo que nos dimos y que, sin cumplirlo cabalidad, ahora nos ilusionan con esa
ficción normativa de que si hacemos más leyes, por su mera enunciación,
cambiarán las cosas y creo que debemos aprender de otras naciones. Hagamos
cumplir la constitución real del pueblo y escribamos positivamente aquello
que queremos que regule nuestra existencia y, una vez que hemos probado al
cumplirlas que representan nuestra idiosincrasia, tradiciones, costumbres y valores
y principios que son expresión de nuestra venezolanidad… respetemos la
constitución.
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