sábado, 23 de enero de 2016

LAS QUEJAS A LOS MILITARES
(NO al militarismo)

Puedo comprender, más no aceptar, el disgusto que tienen los civiles contra los militares; pues, a juicio de nuestro libertador Simón Bolívar:

"Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno; es el defensor de la libertad" 

No le corresponde al militar ser el árbitro de las leyes ni ser el policía de la constitución, aunque juristas como Tejera parís lo hayan dicho. Al menos, no en nuestro país. En Honduras, por ejemplo, la constitución contempla como articulo pétreo la no reelección y no permite ni siquiera que la propongan. Así mismo, le encarga taxativamente al militar ser el policía de la constitución hondureña. Eso fue lo que los militares hondureños hicieron ante los intentos de Zelaya de introducir por la fuerza una urna extra en unas elecciones presidenciales, para consultarle al  pueblo si deseaba la reelección. Lástima que se extralimitaron y extraditaron al presidente, lo cual era inconstitucional también, y no lo juzgaron en su territorio, esa fue su arbitrariedad. No obstante, se mantuvieron firmes y hoy Zelaya es un recuerdo ingrato; pero, no es el presidente de ese país.

 En el nuestro, el artículo 333 reza:

“Ésta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”.

La constitución venezolana ha sido violada ab initio del proceso revolucionario que se impuso, Desde el mismo juramento del finado ya se le dijo moribunda a la del 1961, y la versión promulgada en 1999, recién estrenada, se comenzó por violarla y tal conducta se ha mantenido recurrentemente en estos 16 años. El último puntillazo, en la misma despidida del difunto, cuando la línea sucesoral fue alterada para favorecer los intereses foráneos de dominación y tutelaje político revolucionario.

Como leímos, ante la violación de la constitución corresponde a los ciudadanos e investidos o no de autoridad rescatar la vigencia y fuerza y vigor de la misma, no le encarga a los militares convertirse en mesías redentores.

Esa película ya la vimos y no nos gustó. En 1998, los civiles le entregaron esta responsabilidad a un grupo de oficiales COMACATES (comandantes, mayores, capitanes y tenientes) quienes se abrogaron la responsabilidad de hacer lo que los civiles tenían por derecho y deber hacer, y vean lo que nos pasó, intentaron un golpe de estado, el cual por fortuna fue frustrado por la FAN leal a la constitución; pero, de inmediato un grupo de manipuladores, jugando a cazar guiris o pescar en rio revuelto, se encargaron de darles beligerancia y hasta apostaron por ellos. Luego de un cierto periodo, les hicieron asumir la lucha política mediante un  partido que transformó el MBR 200 en MVR y luego se transformó definitivamente en el PSUV.

Hace unos años Pablo Aure les dijo a los generales y almirantes que les faltaban pantaletas y los adminículos testimoniales viriles: yo le adverso con la argumentación esencial de mi escrito:

“No sigan azuzando a los militares y dándoles beligerancia política, que no deben tener”.

Podemos aceptar las tesis de Thoreau, Bolívar, Gandhi y Luther King, las cuales coinciden en un hecho esencial, la desobediencia civil por medios pacíficos, como la vía correcta ante la ley injusta, y ante el mal gobierno. Para la Tiranía continuada y resistente, según esos pensadores, queda la guerra; pero, eso no lo quiere nadie. Pero, nunca darle alas a que un militar asuma el gobierno, porque los civiles del gobierno de turno no lo estén haciendo bien.

Por cierto, en la constitución de 1961, el constituyente fue sabio y taxativamente estableció que las FFAANN deberían ser  PROFESIONALES, APOLITICAS Y NO DLEIBERANTES. .sabias frases que fueron transformadas en unas de carácter ambiguo como las que hoy expresan La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política”

Resulta, cuando menos, cómoda y conveniente la posición de algunos de los intelectuales quienes no sólo azuzan a los militares sino que al mismo tiempo descargan las culpa de lo que hoy nos sucede, en el chivo expiatorio conveniente de la presencia indebida y continuada durante estos 16 años de los militares en el poder político de la nación, y endilgan todas las culpas a su incompetencia, falta de preparación aunque aceptan las del chofer que nos dirige, la corrupción y demás males que nos aquejan. Son ellos quienes  escudados en su cobardía y a veces en la misma conchupancia han permitido esta juerga republicana, sin olvidar que en 1998 les servían, como Vallenilla Lanz redivivos, al pichón de caudillo para estructurar su pasticho ideológico e intelectual, con el cual formuló el modelo errado que orienta su proyecto sui generis, o “proceso” indefinido y desarticulado, el cual ha sido el hilo conductor que transversaliza su pensamiento  y acción, en este oprobioso régimen.

Si  el militarismo en el gobierno es malo, peor es el militarismo encastado desde siglos en las mentes de los venezolanos. Como dijo Andrés Eloy Blanco y yo enfatizo, habría que no sólo quitarles los grillos de los pies, sino esos nefastos grillos intelectuales de sus cabezas, que los somete a un novedoso Síndrome de Estocolmo, según el cual admiramos todavía a un hombre a caballo, que lleva, como el Cid, 2 años mandando desde su tumba.

Del legado libertador rescato una serie de frases lapidarias las cuales podrían servir de oriente a tantas locuras:

"Es insoportable el espíritu militar en el mando civil" 
"El sistema militar es el de la fuerza, y la fuerza no es gobierno" 
"Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la Libertad han exterminado al fin a sus tiranos" 
Cuando el pueblo, por medio de la instrucción, sepa lo que son sus deberes y derechos habremos consolidado la República." 
"Un militar no tiene virtualmente que meterse sino en el ministerio de sus armas”.
Simón Bolívar 

1 comentario:

  1. Salitroso saludos, estimado colega amigo, permiteme felicitarte...màs claro....imposible...objetivo y ecuanime...INSTITUCIONAL!!!

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