DE FECHAS PATRIAS, IMÁGENES Y HÉROES NACIONALES
(Ensayo)
La memoria colectiva se nutre de acciones
heroicas en las que, en fechas especiales, hombres y mujeres igualmente
excepcionales realizaron proezas que cambiaron radicalmente una situación de
opresión o reivindicaron algún derecho conculcado, en provecho de la nación.
Estos hombres y mujeres y las fechas asociadas a sus actuaciones, son el legado
que conservan los venezolanos en su corazón, en lo más profundo de la fibra de
la identidad nacional. Esos personajes se levantan de su tiempo y entran a la
eternidad por decisión de los pueblos; algunos dicen que por decisión de los
triunfadores, pero me resisto a entenderlo así. Jesús de Nazaret no fue un
triunfador inmediato en los términos que estas personas emplean y sin embargo, 2000
años después y hasta nuestros días, su vida parte la existencia de la humanidad
en dos. Por cierto que sus herramientas fueron la ley del Amor y el
Perdón.
En nuestra historia, desde los
días en los que se cambio la Monarquía por la República, hasta hoy, han
existido muchos ciudadanos y ciudadanas cuyas contribuciones son invalorables.
Poco a poco han salido del anonimato, gracias a la gestión silente, encomiable
y dedicada de los historiadores quienes rescatan de los documentos originales
su Vida, Pasión y Muerte. Hombres y mujeres quienes, aun siendo conocidos a
cabalidad, el alma nacional todavía no los termina de aceptar en su vida
cotidiana, no es porque exista una intención maquinada de algunos por
desconocerlos; sino porque, la gente pone en un plato de la balanza sus
contribuciones y en el otro sus errores y el balance no termina de
favorecerlos. Poco a poco se va diluyendo el tránsito vital de algunos, otros
van siendo colocados por el pueblo en su correcta posición.
Sin embargo, pasar a ser un
prócer nacional, o que una fecha sea declarada como tal dentro del acervo
histórico de la nación, no resulta de la
imposición ideológica, ni de la voluntad de una parte en ejercicio indebido del
mandato popular, sino por un acto de consenso público nacional y hasta universalmente
aceptado, en el que todos se sienten representados. Por cierto, no suele ser ni
siquiera en el instante de su existencia vital, sino a veces después de muchos años; incluso, aunque su nombre haya
sido motivo de rechazo original en su tiempo de vida o su obra por extraordinaria
que haya sido no haya sido reconocida en vida. Este fue el caso del mismo Libertador,
cuyos restos tuvieron que reposar en Santa Marta durante 12 años, hasta que el General
en Jefe y presidente de Venezuela, José Antonio Páez, ordenara su traslado al
país.
Así mismo, está sentado Pedro a
la derecha de Jesús, quien lo vaticinó, pero no lo impuso. Aquellos todavía
desconocidos, pero cuyo balance será eventualmente positivo, duermen por el
momento un sueño o letargo, pero saldrán en su momento, para decir su
verdad.
Uno revisa la vida de algunos
de nuestros antepasados y actores recientes de nuestra historia contemporánea y
por más que les quiere dar el beneficio de la duda, no encuentra la suma
algebraica cualitativa suficiente para destacar sus valores a un punto de
tenerlos como héroes fundamentales. Algunos gobernantes intentan imponernos
fechas y personajes, incluso extranjeros, como el caso de Fidel Castro y del Che
Guevara y la gente los traga momentáneamente, como a quien le dan un remedio,
pero no lo digiere, pues las enzimas mentales, aun cuando pueden desmenuzar sus
componentes, no pueden sintetizar los elementos fundamentales de sus
trayectorias y de sus doctrinas.
No forcemos la barra intentando
imponer algunos nombres o fechas. Dejemos que sea el pueblo, en su inmensa
sabiduría quien, pasado el tiempo, se encargue de definir si tal fecha o tal
persona merecen ser reconocidos. Eso nos pasa con el 4F, con el 27N, con la
trilogía forzada del árbol de las tres raíces donde se injertó a Ezequiel
Zamora con Simón Rodríguez y nos pasó hasta con Bolívar, quien fuera
expulsado y a cuyos restos no se le diera entrada al país sino hasta 12 años
después de su muerte y sin embargo, su gloria se alargó como la sombra cuando el
sol declina.
EL 4F ¿FIESTA PATRIA?
Según el artículo 156º, de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es competencia del Poder
Público Nacional “La bandera, escudo de armas, himno, FIESTAS,
condecoraciones y honores de carácter nacional” (El uso de mayúsculas y negrilla es nuestro). El Diccionario
de la Real Academia de la Lengua define FIESTA como: “Solemnidad
religiosa o CIVIL en conmemoración de un hecho importante”. De
lo trascripto puede interpretarse que las fechas patrias, para los
venezolanos, serían FIESTAS CIVILES, donde se celebra o conmemora
(según sea alegre o luctuosa) alguna
actividad importante del legado histórico de una nación, cuya recordación
incide en el espíritu ciudadano y con la cual se pretende recordar, emular y
mantener vigente en la memoria colectiva, el sentido moral de algún hecho que
evoca el sentimiento de honor y genuino orgullo que comparten los nacionales
que conforman la Patria de Bolívar.
No está taxativamente escrito
lo de las fiestas militares y pensamos que las fechas en cuestión, en las que
se recuerda una batalla militar (Batalla de Carabobo por ejemplo) de
nuestra historia independentista del yugo de la España colonizadora de
entonces, siguen siendo FIESTAS CIVILES, donde el pueblo en pleno celebra
que los militares en cumplimiento de su misión constitucional originaria y
luego escrita (porque en ese caso no hubo
una constitución escrita sino hasta 1811 y ellos empezaron a pelear desde el
mismo momento en que gritaron LIBERTAD el 19abril de 1810 e intentos previos,
como los de Chirinos y Gual y España) lucharon junto al pueblo llano, por
la Libertad, Soberanía, Integridad Territorial y autodeterminación de
Venezuela.
De paso, el legislador
pareciera haber dejado esto así, como para refrendar lo que en la moribunda
estaba como saludable relación de subordinación del poder militar al civil (constitucionalmente
establecido). En la nueva, suprimieron las palabras APOLITICAS,
OBEDIENTES Y NO DELIBERANTES. Haberlas conservado, pudiera haber
repercutido en una más armónica y por ende mejor relación Cívico-militar, que
la que la novedosa estaría generando. En el caso del 05 de Julio, esta
fecha se celebra con preeminencia de un carácter militar, cuando la fecha es en
esencia de profundo contenido civilista.
El 4F por su parte, de
celebrarse, dejaría en los noveles militares el sentimiento de emulación,
que no apreciamos como conveniente para la República. Por análogo
sentido, las fechas patrias deberían, en cuanto fuese posible, celebrarse en el
sitio de los acontecimientos originales; es decir, la Batalla de Carabobo debe
celebrarse en el Campo de Carabobo, no importa que el gobernador de ese estado
sea, en algún momento, de signo partidista contrario al del Presidente. Ninguno
de los dos debe, de ninguna manera adueñarse de la ceremonia, que es de todos los
venezolanos.
Siguiendo con la investigación
bibliográfica nos encontramos con que en el Capítulo V, de la Organización del
Poder Público Nacional, Capítulo I, numeral 1, corresponde al Poder Legislativo
Nacional, “LEGISLAR EN MATERIAS DE LA COMPETENCIA NACIONAL y
sobre el funcionamiento de las distintas ramas del Poder Nacional”. Así
mismo, en el numeral 3, establece que el Poder Legislativo debe “Ejercer
funciones DE CONTROL SOBRE EL GOBIERNO Y LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA NACIONAL,
en los términos consagrados en esta constitución y la ley...”. Si
vamos al artículo 236, De las Atribuciones del Presidente o Presidenta de la
República , puede verse que en toda su codificación .NO EXISTE NINGUNA
ATRIBUCIÓN que permita, taxativamente ni por analogía, al Presidente o
Presidenta FIJAR INCOSULTA Y A “MANO MILITAR” LAS FIESTAS PATRIAS. No es
su competencia.
Sería oportuno que el Colegio
de Abogados o la Academia de la Historia, se pronunciaran jurídica e históricamente
sobre esta materia, o que formalmente se sometiera a la consulta del Tribunal
Supremo de Justicia esta especie, a los fines de ilustrarnos a los ciudadanos
legos en esta área.
Aprovechamos para solicitar
pronunciamientos acerca de los complejos casos de novedosas legislaciones,
proyectos o leyes, resultado de los análisis jurídicos propios de la
enjundia que se les presume a estos distinguidos y apreciados
profesionales, reunidos gremial y colegiadamente.
Por cierto, se agradecería que
sus contribuciones fuesen desprovistas del piquete político partidista; más
bien, los venezolanos desearíamos la apreciación estrictamente constitucional.
Igualmente apreciaríamos los aportes de Fedecàmaras y demás organismos
gremiales, en materias relacionadas con su competencia Empresarial, Gerencial,
Administrativa y Técnica. La opinión Pública nacional está ávida de la
asistencia jurídica y del apoyo profesional de sus mejores hijos, que ayuden a
la comunidad a entender los cambios por los que atraviesa la sociedad.
En los recientes actos,
drásticos y categóricos del presidente de la AN, Dr. Ramos Allup, observamos
que en cuanto a materia de fondo, está haciendo lo correcto. No obstante, las
formas adoptadas, la difusión en vivo y directo de sus actos, en condición
fuera del rigor formal del hemiciclo y sin antes haber tratado la materia en
cámara y haber obtenido el consenso de la misma, aun a sabiendas que la bancada
oficialista iba decir lo que sabemos, produjo una reacción airada de estos,
quienes intentan asociar su muy válida acción con una violación a la memoria
del Libertador, cuando fue todo lo contario, una defensa a su debida imagen.
Se intenta efectuar un apretado como injusto parangón
entre Bolívar y el difunto, en perjuicio inclusive de la gloria excelsa e
incuestionable del primero. No se debe igualar la obra del demiurgo de América
en ese maquiavélico análisis comparado, donde se dice que Bolívar nos libertó
de España (como si poca cosa hubiera sido)
y el segundo del imperialismo
norteamericano, como si España no hubiera sido en tiempos de bolívar, el poder
del mayor imperio, en cuyos dominios no se ponía el sol. Esta forzada
pretensión no es más que la manera de crear un mito por sobre un hecho consumado.
Además, la grave crisis que vive el país no
es más que la semilla germinada de la errada visión del segundo, y de
sus atrabiliarias como infructuosas y criticables decisiones.
Dejamos entonces a la
consideración del lector y en el mejor de los casos a la de los colegios y
academias señalados, la oportuna apreciación acerca de si el Presidente
tiene la potestad de fijar las fechas patrias; si el 4F debería ser
una de ellas; si ésta debe, en consecuencia, celebrarse y si debemos
exhibir el cuadro de Fidel, del Che y de cualquier líder distinto a Bolívar, en
detrimento de su primerísimo lugar de honor, y si el cuadro de rasgos afro
venezolanos debe sustituir al del cuadro elaborado por Gil de Castro, y si
hacer eso contribuiría a reforzar los valores morales, que en definitiva es el
objetivo superior de tales celebraciones y honores.
NOTAS
OBLIGADAS
Nota PRIMERA: de hoy viernes
08 de enero de 2016:
Como ven, el primer artículo, titulado “Fechas Patrias y Héroes Nacionales”
es de sentido general y ámbito nacional, el segundo escrito, EL 4F ¿FIESTA
PATRIA?, fue un escrito más localista, publicado el 04F 2008; pero, sigue
siendo aplicable a la situación de la nación y se adelantaba a lo que eventualmente
pasó, que hasta la promoción de Oficiales de las escuelas
militares de las 4 fuerzas, correspondientes a JUL 2007 fueron
nominadas con el bendito "04 FEB" dejando de lado
los gloriosos epónimos, cuyos nombres cumplían 30 años denominando a las
promociones que pasaban al retiro ese año, respectivamente en cada fuerza.
Ahora dan la condecoración "04FEB" y en las
Escuelas Superiores se bautizan promociones de oficiales de Comando
y Estado Mayor con el nombre de "Fidel Castro". !
Cosas veredes, Sancho!
Nota segunda: En
el 2012 me enteré por llamada de un amigo, quien me
lo preguntaba y hube de averiguarlo, que la ciudad de Puerto Cabello se aprestaba
a celebrar el “Porteñazo”, con un desfile cívico-militar en el Malecón de la
misma. Por cierto, en ocasión de estar en la inauguración del Salón de Artes
2012 de la Cámara de Comercio de la ciudad, me senté al lado de una persona
mayor, de pelo, blanco, delgado y de fino perfil, vestido de manera muy
sencilla, de pantalón y camisa a cuadros mangas largas. Luego, el ser nombrado
y él levantarse, me enteré que era Víctor Hugo Morales, quien estaba en la
ciudad para recibir homenaje a su alzamiento contra el gobierno legalmente
constituido. ¡Se vuelven a ver cosas Sancho!
Nota 3: El reciente caso de la retirada del cuadro
de Simón Bolívar del Palacio Legislativo y la orden de retirarlos de todos los edificios
públicos, así como los del fallecido Presidente de la República y del PSUV,
como los de Fidel y el Che, el Ministro de la Defensa salió en defensa de la
memoria de Bolívar y repitió lo que a mi juico es una violación al artículo
328º constitucional, al refrendar que la FANB ¡Es chavista! Y que Simón Bolívar
y el difunto presidente de la república y del PSUV son equiparables!
El cuadro nuevo del Libertador fue elaborado
por el régimen revolucionario castro comunista, utilizando innecesariamente técnicas forenses
para elaborar un rostro nuevo con rasgos complacientemente afro venezolanos de Bolívar,
a partir de su cráneo, cuando existía una variedad de cuadros sobre él, cuadros
físicos y hasta morales. La obra de Boulton registra los cuadros físicos, así
como el diario de Bucaramanga registra el retrato moral.
Se destaca un cuadro elaborado en vida por el pintor Gil de Castro el
cual, al decir del propio Libertador y en concordancia de quienes le
conocieron, era el que mejor le representaba. Las técnicas artísticas forenses
señaladas se usan para casos donde no existen evidencias antropomórficas de
cómo era la persona dueña del cráneo, no el de nuestro archiconocido
libertador. Por cierto, se retiró el
cuadro de rasgos afro venezolanos, inventado por el régimen, y se ordenó dejar solamente
el que prefería el libertador.
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