viernes, 19 de enero de 2018

COMENTARIO A "NI LIBERTADORES, NI TERRORISTAS

Comparto en cada una de sus partes el escrito titulado "Ni Libertadores ni terroristas", elaborado y publicado, con excelente argumentación y valentía, por el Vicealmirante Antonio Pérez Criollo. El evento in comento es una clara violación, estridentemente pública, del artículo 43º de nuestra constitución y una ejecución extrajudicial, ordenada, como él mismo lo ha reconocido, por NM. No sólo viola nuestra constitución, sino la convención de Ginebra y el Estatuto de Roma y muchos otros tratados que preservan el derecho universal a la vida y los demás DDHH, aún de los criminales.

Debo traer a colación cuando los golpistas del COMACATE del 4F 1992 se rindieron, léase caso de Jesse Chacón, a quienes todos vimos (y quedó fotografía de tal evento) rendido, tendido en el suelo, pecho a tierra, sujeto por los órganos de seguridad y militares del estado, y se le respetó su vida, cosa que los golpistas no habían hecho con los inocentes vigilantes privados del canal del estado, VTV en Los Ruices. Los golpistas luego fueron sometidos a debido proceso y hasta fueron indultados. El deseo general era “!Muerte a los golpistas!” como fuera gritado eufóricamente por el senador Morales Bello en el hemiciclo; no obstante, la democracia puntofijista respetó los tratados internacionales y les dio el trato digno y humanitario a quienes habían privado de la vida a ciudadanos inocentes, y causado daños a bienes durante su intentona.

En cuanto al caso de Oscar Pérez in tuito personae, sin epítetos denigrantes, descalificaciones y ofensas; pero, sin apologías, no se sabe que en su atentado en la Brigada Blindada de Valencia, o en su acción contra el TSJ, haya causado pérdidas de vidas. Así mismo, él deja grabaciones (videos) hechas minutos antes de su ejecución abrupta, donde demuestra su intención expresa de rendirse ante fiscales del ministerio público, y dialoga serenamente con funcionarios enviados a negociar su rendición , como se estila en estos casos y, de repente, esta acción, conducida por un mayor de la GNB es interrumpida por otra acción consistente en disparos de francotiradores y de una partida de caza vocinglera, compuesta por fuerzas regulares, colectivos y cualquiera con un arma provista o no por el estado, la cual rompió las negociaciones en progreso, negociaciones de un funcionario del estado con un hombre abatido y rendido. Por fortuna, y gracias al desarrollo de los medios digitales por las redes, Óscar Pérez pudo dejar grabado y documentado, su actitud en estos videos, los cuales son los que sirven para un análisis preliminar, el cual puede y debe ser corroborado y verificado por una investigación experta, seria y conducida por actores nacionales, con observación internacional, para extractar la verdad de los hechos y las órdenes impartidas por quienes las hayan dado. Esto es lo que, a mi juicio, faltaría en el escrito del excelente colega y superior y amigo, el muy digno e ilustre VA Antonio Pérez Criollo, el cual suscribo, y que yo sugiero sea hecha.

En una república, democrática y libre, de la modernidad, esas ejecuciones sumarias, ordenadas por o consentidas y celebradas por el primer mandatario nacional, cuya responsabilidad es estruendosamente evidente, deben no sólo desparecer sino ser repudiadas, no pueden ser soslayadas, celebradas ni permitidas por los venezolanos, ni por ningún ciudadano del mundo. Digo, so pena de alterar las conquistas humanitarias universales desde el Derecho de gentes, que los DDHH significan y han cobrado en el mundo, hoy día parte automática sin necesidad de convertibilidad por parte de los parlamentos, de la legislación nacional de todos los países, hayan o no firmado tales tratados internacionales. Los DDHH son simplemente legislación nacional e internacional, de acuerdo al Derecho Internacional público, de toda la comunidad de la ONU.

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