miércoles, 2 de marzo de 2016

LLÉVATE TU NIÑO A OTRA GUARDERÍA
(Estructura de Costos)

El país se está dando un fenómeno de escasez, más bien de desabastecimiento, unido a una altísima inflación, ésta ultima debida a que esa escasez en presencia de mucho dinero inorgánico en la demanda final se expresa en los precios y en el valor adquisitivo de la moneda. Una demanda  desesperada por encontrar los alimentos y demás bienes que la economía no produce hace que se eleven los precios. Pero, no hay que desconocer que existe adicionalmente una especulación derivada del nerviosismo que la sociedad experimenta por la desaparición definitiva de sus alimentos, medicinas, repuestos, y demás bienes y que, por ello, acude masivamente y no “por gusto” como ha dicho una funcionaria insensata, como zombis a abarrotar los comercios, mientras que los comerciantes hacen su agosto y elevan los precios en inflación nerviosa a lo que les da la gana sin rubor ni temor de ninguna especie, más allá de lo razonable.


Para ello es que debe existir la función contralora del gobierno, que no la de persecución y de acoso indebido al empresario, para consolidar los revolucionarios su modelo comunista, socialista.

El proceso de control se debe fundamentar no en los llamados “Precios justos” establecidos de manera improvisada, sin cálculos científicos, arbitraria y poco profesional, sino en la estructuras de costos científicamente analizadas.

Ocurre que si en el precio de un producto intervienen los factores A + B  + C +…n  = D,  y nos sube el factor A en un 20 %, ello no significa que los costos se le incrementen al comerciante en un 20% que él deba trasladar integro a sus clientes a nuevo precio D de su producto; pero, eso precisamente es lo que está ocurriendo, al menos en Puerto Cabello, donde que algunos ramos comerciales inescrupulosos, haciendo uso de la viveza criolla y de ese nerviosismo, aumentan el producto en su precio final incluso hasta más allá del 20 %.

Un aumento de un 20 % en el factor salarios de los trabajadores no significa que si, por ejemplo, tengo una guardería con 5 maestras y 50 niños, deba aumentarle a cada familia el 20 % en su pago mensual. Lo digo porque algunas que cobraban unos Bs. 5.000, han elevado sus matrículas en Bs 3.000 hasta bs 8.000 (el 20 % de Bs 5000 es Bs 1.000), y la respuesta que le dan a los padres es que si no les gusta que se lleven sus niños a otra parte. Esto debería ser penado.  A las familias les ha aumentado esos Bs 5.000 a Bs. 8000 y el transporte también hace lo propio y de Bs 800 elevan a Bs 2.500, lo que termina en que una familia debe ahora pagar mas de Bs 10.000 por niño y el padre gana salario mínimo, menor a estos Bs. 10.000.  Entonces, ¿Quién puede con esto?


Pido que INDEPABIS intervenga y, con base a un estudio individual de cada ESTRUCTURA DE COSTOS,  no termine regulando arbitrariamente los precios, sino que verifique cada uno de los aumentos, en especial los de colegios, transportes escolares, tiendas de ropa para el colegio, útiles escolares, medicinas, etc.  Es decir, los ramos más sensibles y donde el usuario queda desamparado y ahora acosado por respuestas como la señaladas….”Llévate tu niño a otra guardería”.  

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