Mr. TRUMP YOU ARE
FIRED
Durante 1996 a 1999 presté servicio diplomático en
comisión en Washington DC, como Asesor al Colegio interamericano de Defensa
(CID), el cual es el instituto universitario,
de Altos Estudios de Seguridad y Defensa Continental, del Sistema
Interamericano, adscrito a la OEA. En ese instituto estudian el curso
Internacional de Seguridad y Defensa Continental los militares en el grado de capitanes
de navío/coroneles y civiles diplomáticos de carrera, en el rango de ministro
consejero, de todo el continente americano.
Durante mi primer año (curso XXXVI, 1996 a 1997) integré la sección de economía y a partir del segundo pasé a ser el Jefe de
Planes Académicos / Programas, Evaluación y Control del instituto y, aunque mi
comisión era para dos años, el director solicitó a Venezuela que me dejaran un tercer
año más, para que coordinara la instrumentación del nuevo Plan de Estudios, de cuya
actualización había fungido de coordinador o presidente del comité ad hoc que
se encargó de introducir cambios al mismo, contemplándose ahora una fase de Negociación
y Solución Pacífica de Conflictos, lo que diera lugar al primer Juego de Paz, auspiciado
por la Universidad Nacional de Defensa NDU, el Centro de Estudios Hemisféricos
y el CID, inspirados en la evolución de esta disciplina y las conversaciones de
Venecia. Estas se referían a la búsqueda de soluciones mediante la reversión de
las causas que llevaban a los conflictos, construyendo la paz sobre bases de
entendimiento, diálogo y consenso y no de la fuerza.
Estando allí, la Academia de Ciencias de EUA publicó
los resultados de un largo estudio de 2 años de elaboración, acerca del impacto
en la economía norteamericana de la inmigración latina. Contrario a la matriz de
opinión vigente para la época, la cual se había construido de manera que era
casi un obligado cliché en boca de los políticos de entonces la xenofobia, lo
que originaba un rechazo a los latinos y demás tonterías sin base que se
decían, los resultados fueron sorprendentemente halagüeños para la comunidad latina,
arrojando que el impacto en su economía era absolutamente positivo, y que los
inmigrantes contribuían significativamente al PIB y que si se eliminaban se
notarían, y si bien disfrutaban de su estada, una vez que lograban su
estabilidad económica y sus hijos se establecían y alcanzan sus metas
académicas y profesionales, los viejos regresaban a sus países de origen y no representaban,
en todo caso, una carga para los EUA. Que los extranjeros llevan a cabo las
labores más rudas en pro de la agricultura y cría, la pesca, como para los
trabajos técnicos donde se requiere de mano de obra no calificada y hasta de
alta calificación; así como, para el comercio y el apoyo a los hogares.
De tal manera que, la visión deformada y aviesamente
manipulada del inmigrante que tiene el señor Trump, si así se le puede llamar, está
errada como infundada, va a contrapelo de la misma academia de ciencias de su
propio país, desconoce y no aplica lo que sus militares y civiles han tratado
de construir tras años de guerrerismo, comunidad académica y profesional a la
cual él no puede ni soñar en pertenecer, mucho menos inspirar o liderar. Por
ello, de acuerdo a su estilo le digo: “Mr.
Trump, you are fired”
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