viernes, 15 de mayo de 2015

PRECIOS JUSTOS
Diagrama Causa-Efecto es una forma de organizar y representar las diferentes teorías propuestas sobre las causas de un problema. Dicho diagrama es llamado usualmente Diagrama de “Ishikawa” porque fue creado por Kaoru Ishikawa, experto en dirección de empresas interesado en mejorar el control de la calidad; también es llamado Diagrama Espina de Pescado” porque su forma es similar al esqueleto de un pez: Está compuesto por un recuadro (cabeza), una línea principal (columna vertebral), y 4 o más líneas que apuntan a la línea principal formando un ángulo aproximado de 70º (espinas principales). Estas últimas poseen a su vez dos o tres líneas inclinadas (espinas), y así sucesivamente (espinas menores), según sea necesario. Vean el ejemplo de un accidente, por pérdida de control de un automóvil:

La usanza industrial antes de Ishikawa era analizar las líneas de producción y, con base en estadísticas, establecer unas probabilidades y acudir a puntos de las diversas líneas, asociadas a horas o momentos o fases de la producción y apretar una serie de tornillos calculados, revisar ciertos puntos y funcionamientos o grados de ensamblaje parcial, con ánimo de que si se revisaban, tendrían la certeza razonable de haber reducido los  riegos de productos mal acabados o de baja calidad. Esto no era suficiente; porque, en la observación de Ishikawa, en un producto revisado después de acabado se había invertido materiales, hombres, técnicas, dinero, y tiempo y, aunque se detectaran fallas, al final de cuentas ese producto malo se perdía y con él se perdía dinero. También observó reprocesos, colisiones y duplicidad de actividades, desperdicios, etc.
  
Es justo hablar del Doctor W. Edwards Deming (1900-1993), e invito a buscar en la www y  leerlo en:


Los científicos sociales como Deming se fueron entonces a los procesos y se pusieron a revisar minuciosamente, al detalle, cada uno de los pasos que conformaban los mismos y corregir los procesos antes de siquiera empezar a producir el bien. Esto dio como resultado que los bienes producidos aumentaban su calidad significativamente (cero defecto) con lo que se disminuían las perdidas y se ganaba tiempo, los costos disminuían, la producción aumentaba y, por ende, la eficiencia y productividad consecuentemente aumentaban.

Pero, estas bondades que Deming presentaba, no fueron escuchadas en los EUA y él se fue a Japón donde sí le hicieron caso y lo aplicaron a sus Toyota. De allí, la altísima calidad de un CAMRY, el vehículo más vendido en su momento. El método se conoce como CALIDAD TOTAL (“la satisfacción de las expectativas del cliente, a menor costo, con la adquisición de un producto libre de defectos que cumple con ciertas especificaciones”) para diferenciarse del obsoleto CONTROL DE CALIDAD (todos los mecanismos, acciones, herramientas realizadas para detectar la presencia de errores). Mientras el Control de Calidad busca errores y es post-mortem, la Calidad Total busca “cero defectos” y es pre-mortem. Hay otros tratadistas del tema, como Juran y Crosby, quienes con Ishikawa y Deming coinciden en las ideas esenciales del proceso.

Pues bien, el presidente venezolano nos ha anunciado por enésima vez lo de los PRECIOS JUSTOS y no entiende que ellos no son una causa, sino el efecto inexorable de múltiples y variados procesos, entre los cuales están los hombres y mujeres de su tren ejecutivo, la tecnología, el método adoptado para producir (el socialismo con marcada desviación hacia el capitalismo de estado), la ideología comunista subyacente, la corrupción, el narcotráfico, las alianzas inconvenientes a nuestros intereses y toda una cadena de espinas y espinitas  de pescado que confluyen en una columna vertebral que invariablemente dará productos de mala calidad, como se demuestra en el fracaso de la economía, las desviaciones de la democracia hacia el totalitarismo, la tiranía y la invasión de toda voluntad, y la destrucción de PDVSA y de la FAN.  Estas son apenas algunas de las señales inocultables e indefendibles, como son los indicadores en zona de alarma, de la falla del modelo adoptado.

Por favor, lean a Ishikawa, Crosby, Juran o a Deming; pero, apliquen su filosofía, la cual hizo que Japón llegara a donde está, capaz de comprar Rockefeller Center, uno de los rascacielos emblemáticos de Nueva York, y el cual está nuevamente en venta. El consorcio propietario, que en 1996 pagó 1.200 millones de dólares por el célebre complejo de 19 edificios, espera obtener ahora 2.500 millones.


Es tan alta la calidad del carro Toyota, que USA en un cierto momento, abrumada por la gran cantidad de autos japoneses, llegó a pedirle a Japón que dejara de exportar tantos vehículos a Norteamérica;  pues, ya nadie compraba un Ford, un Chevrolet o un Chrysler. Es que un LEXUS compite contra un MERCEDES a similar o aceptable calidad y cuesta unos 20.000 dólares menos. Esto sí que son PRECIOS JUSTOS

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