Memoria y Cuenta Espuria

No se puede solucionar una crisis como la que vivimos hoy en nuestro país,  haciendo lo mismo que se hizo o dejó de hacer para crearla. Si nos empecinamos en buscar culpables en un locus externo a nuestras propias responsabilidades y si rebuscamos en el pasado de manera arbitraria para  elevar a sitiales de grandeza y adoración a quienes sentaron las bases para que la crisis fuera tomando cuerpo y nos empeñamos en imponer modelos que orientaron las tomas de decisiones y políticas públicas  que causaron el desplome de la economía y la división de la sociedad en dos bandos irreconciliables , no solucionaremos nada sino que profundizaremos los males que nos aquejan

Además de irresponsable es criminal hacer esperar a una sociedad para expresar el estado de la nación y reconocer las fallas y decirnos cuáles serán las estretegias a adoptar para corregir la situación,  y luego decir lo que se dijo o dejar de decir lo que se esperaba que se dijera. Fue un fiasco de marca mayor, aún cuando algunos  decían que, como el alacrán del cuento del río,  esa era su naturaleza y ya habían asomado que se reafirmaría el socialismo del siglo XXI,  desconociendo su fracaso.

Es verdaderamente frustrante,  como indignante,  que nos hayan hecho esperar para revelarnos la Memoria y Cuenta ya morosa,  violentando disposiciones constitucionales que obligaban a hacerlo en un plazo determinado y hacerlo cuando les dio la gana, para salirnos con ese discurso.  Es no sólo un incumplimiento constitucional,  sino una falta de respeto,  por no decir una vergüenza nacional, que nos hayan salido con esa alocución, que nos defraudó. Los temas esenciales  y un análisis tecnocientífico y propuestas consecuentes y consistentes de solución, brillaron por su ausencia.

Repito, no se puede resolver o solucionar un problema persistiendo obstinadamente en seguir haciendo aquello que lo creó.

En la Armada aprendimos una frase lapidaria: "Perdió  una oportunidad de quedarse callado" . Ya lo había dicho un sabio:"No digas nada, si no vas a decir algo que supere el valor de la paz y tranquilidad del silencio"

Estoy sumamente defraudado;  porque,  guardaba la ingenua esperanza de que se reflexionaría y recapacitaría y que tendríamos un grado mínimo de certeza  razonable y sensatez,  de que podrianos salir de esta crisis por vía del cambio de actitudes que generaran cambios de conductas , para avanzar hacia la solución estructural que este momento histórico nos reclama; pero no, estamos en el punto donde la tenacidad deja de ser virtud y se transforma en terquedad.

La estupidez humana no tiene limites!