DISCURSO PRESIDENCIAL (enero 2015)
Anoche me vestí con mi traje de ciudadano de esta
bolivariana república, o lo que queda de ella, y me dispuse a oír a su presidente
ilegitimo de origen y peor desempeño, quien está tan desfavorecido en las
encuestas que ya tanto las de oposición como las del gobierno muestran que a
duras penas un 20 % le apoya, el 80% piensa que no sólo es malo, sino que estamos
en una grave crisis y que no le vemos solución a ningún plazo. El umbral de la incertidumbre
esta rayano con el del inicio del desespero público y evidente, el cual pudiera
derivar en una fórmula que ya vimos en el pasado relativamente reciente. Es
tanto así, que sus adláteres apenas podían disimular el bulto del paracaídas
que portan debajo de sus rojos atuendos, como para lanzarse a la primera
oportunidad en que les prendan la luz verde del caos que se espera reviente.
Algunos se han adelantado y ya están a punto de caer, otros en la puerta esperando
el golpe en la espalda y otros disimulando ir al baño, para saltar a las primeras
de cambio.
Pensaba en un discurso de estado, al menos no uno proselitista,
con algunas excusas y reconocimiento - a
lo Fidel Castro- de que el socialismo no funciona ni en esa isla, y que es
simplemente comunismo, etc. Pensé, iluso yo, que como el lorito, aprovecharía “el
dedo” que le puso el añejo líder de la revolución que siguieron de ejemplo
de modelo de felicidad y le daría la patica. Pero no, el terco empezó con un
discurso a lo “Venas Abiertas” de Galeano, echándole las culpas al capitalismo
imperial y a la guerra económica, del fracaso de la economía y citando otros países
y sus problemas derivados, a su juicio, de ese capitalismo salvaje e
inhumano. Luego, en lugar de corregir el rumbo, dio la orden al timonel de “allí derecho
timonel, nada a estribor” que, como sabemos, es la derecha en los
buques, y reforzó precisamente su fracasado modelo, lo que me hizo pensar: ¿Cómo
carajo vamos a salir de ésta, si seguimos con el mismo rumbo que nos metió en
esta tormenta perfecta, en este bajo, en bruma espesa, con la mar embravecida, y
con los arrecifes con sus afiladas garras dispuestos a rompernos el casco?
Les juro que pensé en el irresponsable del Capitán del COSTA CONCORDIA.
Como estaba acostado pensé que me había dormido y me
había perdido de algo; pues, escuché cuando dijo, no sólo que se adoptaría el
conuco como fórmula oficial de solución a desabastecimiento, conuco que sabemos
es una ancestral manera domestica de aprovechar la tierrita que Juan Bimba tiene
en el patio de su casa, para sembrar topochos, yuca y alguna que otra hortaliza
que se pueda dar para el clima donde vivimos, y no como una respuesta seria, de
un estadista, al problema grave de hambruna que se nos avecina si no tomamos un
rumbo coherente y bueno para salir del zafarrancho en el cual nos encontramos.
Creó nuevas organizaciones, cambió algunos funcionarios y designó un nuevo
grupo que se encargará de controlar a quienes están, de suyo, encargados de controlar
la crisis. Se auto designó jefe del Estado Mayor, cosa que ningún comandante
hace, precisamente porque debe reservarse para la decisión final, De hecho, me hizo recordar a JFK cuando la crisis
de los misiles de octubre 1962, cuyo manejo de la misma es ejemplo para los
estudiantes del Curso de Comando y Estado
Mayor, porque éste se mantuvo lejos de su sala operacional, sin presionarlos ni
nada. Esperando que hicieran su trabajo.
Eso no es raro, debemos recordar al difunto cuando
la constituyente de 1999, quien se fue de viaje y los dejó a cargo de meter el
comunismo en el texto constitucional y, como él hace ahora, se fue a China, Rusia,
etc. Así estuvieron un mes y, cuando regresó,
vio que apenas iban por el artículo 80º, de inmediato se metió de lleno, para pergeñar
la inclusión de ideas que le permitieran colar ese Caballo de Troya en nuestra carta
magna; pero que, gracias a la oposición de gente seria que no tira piedras sino
ideas, no ha podido consolidar. Aquí les dejo esta piedrita.
Interesante ejercicio sofrologico de paciencia el ver el dicurso jajaja abrazos y excelente articulo.
ResponderEliminarExcelente. Los dioses ciegan a los que quieren perder. Lástima que va tanta gente inocente en este navío.
ResponderEliminar