LAS PROFECIAS
No
me refiero a la película de igual nombre, sino a las palabras proféticas de Henrique
Salas Romer, quien no fue el único profeta, porque podríamos agregar las de
Arturo Uslar Pietri y las del Oscar Yánez, coincidentes en lo esencial, cada
uno desde su punto de vista e igualmente acertados. Estas han sido profecías auto
cumplidas, en el caso venezolano, muy negativas para nuestro país y desearíamos
que se hubieran equivocado los tres.
La
de Arturo Uslar fue que: “si por un asaz infortunado del destino, los precios
del petróleo bajaran de una manera importante en el mercado mundial, Venezuela sería
un caso para la Cruz Roja, aquí vendrían los barcos repartir sopa en las calles”, la del
Chivo Negro fue que el gobierno del difunto sería una dictadura con base constitucional, a lo que, una vez ya montado el
vencedor en la silla, agregó: “Hay que establecer que éste es un gobierno
muy peculiar, porque es un desgobierno de malandros con un trastornado mental
como jefe de esa pandilla” . No creo necesario abundar en estas profecías
y paso a analizar la de HSR.
Primero, debo
decir que la crítica más fuerte que recopilo cuando de mi amigo y hermano de
leche HSR se habla, a mi pesar en mi presencia, en Puerto Cabello (hermano de
leche de la buena, porque sobrevivimos a un accidente aéreo juntos), es que no
habría hecho todo cuanto este pueblo preterido por la historia ha necesitado
desde siempre, para ajustarse al hecho de que es porteño de nacimiento y
crianza en San Esteban y la gente abrigaba expectativas desmedidas en sus
sufrimientos ancestrales y, lo que había en el país en esas elecciones era una
competencia de ilusiones de redención, engaños poéticos nacionalistas, etc.,
abusando del descontento popular por los fracasos que le atribuían a priori
exclusivamente al puntofijismo. Se dice que HSR se habría concentrado en
Valencia.
Otros
mencionan que las empresas valencianas se habrían aprovechado de la
privatización del puerto, política pública no de su invención, sino del
gobierno nacional. El hecho criticado por los porteños era que la mayoría de
los empleados del gobierno local y del otrora IPAPC, como los gerentes de las empresas
que explotaban los patios, eran de Valencia, quienes venían en la mañana y a
las 6 pm o antes, se iban a sus casas, dejando la ciudad y sus problemas, los cuales
no vivían y no sentían.
En contrapartida,
la gente recuerda como muy positivos, los resultados del programa social UNIDOS
POR TU CASA, un plan de vivienda de auto gestión que fue muy exitoso, donde la
gente construía en los espacios que poseía, el gobierno regional ayudaba con materiales
y apoyo técnico. Es decir, cada quien luchaba por lo suyo, sin eso de la
reserva de dominio para control social. También había ATENCION INMEDIATA, un
sistema de ambulancias operadas bajo control centralizado automático, desde un
centro de operaciones tecnificado, el cual daba resultados inmediatos, también
recuerdan la mejora a la salud pública, al rescatar el Hospital Central en Valencia
y los ambulatorios en todo el estado, más la idea de las Casas del Vecino,
concepto en esencia similar al consejo comunal, aunque no en lo político, sino
en lo social, en su cercanía y respeto al vecino, al ciudadano. Era excelencia
más respeto y eficiencia gerencial, con contraloría social eficaz.
No podemos
olvidar la prioridad otorgada al deporte y a la cultura, para ello trajo técnicos
y entrenadores junto con su know how de Cuba, la cual era excelente y dio
tantos y tan buenos frutos en juegos nacionales. En la cultura designó a un
extraordinario porteño, el Dr. Asdrúbal González, quien construyó 14 casas de
la cultura en todo el estado, publicó 82 libros de autores porteños y la
cultura tuvo un esplendor inusitado, todo eso olvidado hoy.
HSR fue y
había sido desde sus tiempos de diputado al congreso nacional, un exitoso
propulsor de la descentralización y él fue el primer gobernador electo por votación
popular, precisamente porque había sido exitoso como gerente público, se votó
entonces por la persona y sus méritos y no por un partido y su maquinaria. No
se quedó allí, sino que luchó por la complementación de la descentralización,
para la entrega definitiva por parte del gobierno nacional de las competencias y los recursos del situado
nacional, etc.; es decir, no tener sólo el poder político nominal del cargo,
sino las competencias y recursos para hacer efectiva la gestión a través de la
descentralización y no una ficción política vacía, como es lo que actualmente
pasa a nivel nacional, que cuando un opositor gana, como fuera el caso de
Antonio Ledezma, le imponen un procónsul sobre él y le quitan los recursos.
El gobierno de
Carabobo fue un gobierno moderno, de gente preparada, no sólo de activistas y
dirigentes y fajadores en el plano de la calle, que son indispensables para la
maquinaria y para alcanzar el éxito en la campaña, sino gente con currículo y
experiencia que mostrar y demostrar, una visión científica de la
administración, muy distinta, propia de quien se había formado en otros países
y el hecho de que él mismo era y es un
economista graduado en Yale (sus estudios fueron en USA desde el bachillerato).
En el enfrentamiento
electoral de HSR contra el difunto, su imagen y su mensaje fueron desvirtuados,
a él se le trató de ridiculizar con el cognomento de Frijolito, nombre de su
caballo de paso, y se abusó de la
alienación castro comunista en ciernes, para imponer la idea de que un gobierno
de HSR seria capitalista neoliberal, que el imperio gobernaría a través de él,
etc. desconociendo los logros de sus gobiernos regionales y los de su presencia exitosa en el parlamento
nacional. Lo que alegaban fue una proyección de lo que eventualmente aplicaron
bajo el control político titiritero cubano.
Toda la
parafernalia comunista puesta al servicio del difunto logró el objetivo de
subyugar al elector, el cual, insatisfecho por los mal llamados y satanizados
últimos 40 años de democracia representativa de 1958 a 1998, a consecuencia de las
fallas de AD y COPEI, obnubilaron al pueblo y éste voto por una esperanza
centrada en su peor redentor. Bien lo
dijo en su profecía, con la cual se
despidió de los venezolanos al perder esa crucial elección para Venezuela.
“(…) aquel que sea electo (…) marcará
(…) con
su capacidad de unir o desunir a los venezolanos, todo lo que va a ocurrir en
Venezuela en los próximos 15 años“.
Juzguen Uds. si él estaba en lo cierto.
No me avergüenzo de mi apreciación acerca de este gran político de nuestro
Puerto Cabello, a quien me unen sentimientos de afecto y admiración, como de
agradecimiento por la deferencia que siempre me supo brindar, aunque mis
opiniones que expreso están sustentadas en hechos y no en palabras.
Venezuela perdió a un gran presidente,
al cambiar, como dicen coloquialmente en nuestra amada ciudad, “cambió a su mamá
por una bicicleta”, variante - como inobservancia - del primero de los tres
consejos de Orunmila, religión tan de
moda en el argot del gobierno local: “No dejes
camino por vereda”.
CAP fue aùn mas lapidario al enunciar su opinión en una entrevista con Marcel Granier en PRIMER PLANO, pueden verla en https://www.youtube.com/watch?v=0xCCTIaX-CY
CAP fue aùn mas lapidario al enunciar su opinión en una entrevista con Marcel Granier en PRIMER PLANO, pueden verla en https://www.youtube.com/watch?v=0xCCTIaX-CY
Con toda
seguridad, con cualquiera de los candidatos de la democracia puntofijista, como
HSR, Irene Sáez, Eduardo Fernández, Teodoro Petkoff, Miguelito Rodríguez,
Claudio Fermín, y me atrevo a decir, aunque me critiquen de leer el periódico
del lunes, que hasta Alfaro Ucero estaría en dicha lista, cualquiera de ellos
habría hecho un gobierno mejor; al menos, no estaríamos en la crisis económica,
política, social y militar por la que atravesamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario