domingo, 10 de septiembre de 2017

EL PATRON DOLAR

La belleza del polo norte, sea que utilicemos el polo norte verdadero (geográfico) el cual es una asunción arbitraria o el natural que es el magnético, producto de la naturaleza magnética de la tierra, es que nos sirve de guía o base para dirigir la proa de nuestra nave. En una definición más estricta, no es importante per se; porque nadie va al polo norte físico a ver qué hay allí, hacer negocios o visitar a nadie. Aún así, no pierde su importancia como base de referencia. No importa la precesión, ni la variación magnética del lugar donde estemos, ni si la tierra gira un poco menos hoy que hace mil años (imperceptible al ojo humano) y se den variaciones que llaman Resonancia Shuman, el caso es que, para un marino, es esencial conocer dónde está el polo norte, no tanto porque él vaya a ir hacia ese lugar, sino para conocer dónde están los otros puntos de la tierra donde  sí quiere o necesita  ir.

Esta introducción la expongo, como fuente argumental para hablar del dólar como patrón o norte de las relaciones comerciales del mundo.  Una moneda fuerte de verdad es fundamental para poder ser seleccionada como base del comercio y las finanzas. Una moneda que no tenga mucha inflación y que el país, de donde ella es unidad monetaria, tenga estabilidad política y social y en cuyo territorio haya mucho comercio, donde se puedan comprar mercaderías y que también importe mercaderías de nosotros, modelo de  estabilidad política para otras naciones.

Esa es la razón por la que el dólar es una excelente moneda base. Así mismo, no es la única, existen otras, las cuales también son utilizadas. Se llaman divisas fuertes. No la ficción de fortaleza de un bolívar que baila al ritmo que le toquen. En primer lugar, nuestra unidad monetaria es una moneda aguas abajo de la capacidad productiva y tecnológica del más fuerte, al cual odia; pero, que no puede vivir sin él.

Hoy día, el resto de las naciones también usan el dólar como base y además su moneda depende de la economía de los EEUUAA, quien les compra y a quienes venden.

Por otra parte, me da mucha risa cuando alguien dice que comprará armamento de tal o cual país para no depender de USA, sin saber que esos armamentos probablemente tengan tecnología con reserva de dominio de sus fabricantes  inventores o desarrolladores, como son la industria de armamento de un país cuya economía en buena medida se basa en la guerra.

De igual manera, es infantil dejar de utilizar el dólar y migrar a otras monedas, las cuales están afectadas y controladas indirectamente por el peso monetario del dólar.

A los genios de nuestra economía nada más les recuerdo lo que sucedió en Breton Woods, cuando el oro dejó de ser patrón de referencia de la moneda en USA, para dar paso a la confianza en la capacidad productiva de dicha nación. Por eso el dólar traía una leyenda que decía: “In Gold we trust” “confiamos en el oro” y luego pasó a ser “In God we trust” o confiamos en Dios. En Dios y en su inmensa capacidad industrial, entre cuya industria despunta la armamentista.


Así es que migrar al peso, a las lempiras, o a las rupias macuquinas no parece ser la solución al problema básico, el cual esencialmente es que nuestros líderes políticos, que no morales,  y el modelo castro comunista adoptado por ellos, ha quebrado al país, entre eso a la industria petrolera, su gallinita de oro. Es cambiarlos a ellos y a su “patrón cubano” y no al Patrón Dólar. 

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