viernes, 15 de septiembre de 2017

DESASTRES NATURALES Y LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS

Esta es una dupla perniciosa, en la que salen a relucir los peores intereses. Voy a describir los modelos más comunes en estos casos:
Los funcionarios en ejercicio o retirados, políticos de profesión, quienes han estado en la política durante años, algunos ocupando cargos de decisión en los tres poderes fundamentales, ejecutivo, legislativo y judicial, y nada han hecho o han hecho muy poco, y en ocasiones mal, para prevenir las consecuencias de estos desastres. Funcionarios que, bien sea han negado o se han robado los recursos del estado o no han hecho las debidas y oportunas inversiones y construcciones públicas, ni han mejorado los servicios y cumplido con las ordenanzas, leyes y con el mínimo de sentido común. Estos son los que apenas cae un agüita salen a meterse en los charcos y dejarse retratar, mostrando preocupación por los damnificados, a los cuales él ha debido proteger con sus buenas gestiones en sus cargos.

Los candidatos de nueva figuración, quienes aprovechan para hacer sus campañas.

Los indiferentes, quienes no hacen ni dejan hacer y todo lo critican.

Los desconfiados, quienes no aportan su colaboración porque desconfían de quienes las acopian y por ello terminan no haciendo nada y tampoco dejan hacer.

Los que aportan sus colaboraciones dentro de sus capacidades y limitaciones, cuando las piden, pero no molestan ni critican, y tampoco figuran, aplicando aquello de que “Mucho hace el que no estorba”. (Mi caso).

Los bomberos y demás funcionarios de los entes de seguridad ciudadana de servicio público, quienes dominan todas las técnicas para el acometimiento de  las labores de rescate, etc.

Normalmente están mal equipados y no cuentan con suficientes y adecuados (actualizados) insumos para cumplir sus funciones, sus vehículos suelen estar dañados u operando con limitaciones. Se han venido quejando a los funcionarios; pero, éstos les niegan presupuestos y por eso no acometen con la debida eficiencia y efectividad la emergencia.

El pueblo, el cual  se acuerda de San Isidro Labrador (quita el agua y pon el sol) cuando llueve; pero, siguen eligiendo y apoyando a los peores y no les exigen. Existe una complicidad latente, del tipo Síndrome de Estocolmo colectivo, entre ellos y el funcionario, según la cual sabemos que son malos; pero, como los elegimos y nos dan dádivas o burusas, les perdonamos.

Los empresarios insensatos, quienes les echan la culpa a los políticos mientras permanecen indiferentes y no aportan su granito de arena. Así como éstos, existen los buenos empresarios que sí aportan y participan.

Los médicos, enfermeros y demás personal de los entes de salud, quienes trabajan con las uñas para enfrentar la afluencia de víctimas y lesionados graves y hasta los de heridas no mortales;  pero, que suelen ser las que ameritan mayor dedicación e insumos médicos que no tienen. En ocasiones no cuentan con el debido triaje para discriminar y orientar a los pacientes y se abarrotan los centros.

Los mirones o curiosos, quienes con gran morbo van a estorbar metiéndose entre las víctimas, confundiendo y obstaculizando las funciones de los entes que de suyo tienen  la capacidad y entrenamiento para ello. Algunos tratan de ser incluidos en listas de damnificados de ese desastre en particular, cuando su condición viene de otro, desde hace 18 años. En ocasiones tratan de obtener provecho de los bienes arrasados. Esto es un delito y  en otros países el ejército es sacado a la calle a resguardar vidas y propiedades de todos. 

Esto resume la fauna y flora de los desastres en Venezuela.

En USA existe la organización pública conocida como FEMA o Agencia Federal para el Manejo de Emergencias: 

https://www.fema.gov/es, 

la cual es una institución seria y funcional en todo momento, antes durante y después del desastre, con autoridad total y plenos recursos de todo orden, la cual acomete todos los desastres. Nadie que no sea de FEMA es permitido que venga al escenario del desastre.

Asimismo, en Japón existe la  organización para la Administración de Desastres: 

(http://www.ve.emb-japan.go.jp/esp/image/ADMINISTRACION%20DE%20DESASTRES%20EN%20JAPON.pdf) 

con la cual son capaces de construir una vía en seis días. Con su disciplina y seriedad lograron reconstruir Hiroshima y Nagasaki, al punto de que Ud.  va hoy y no podrá ni ver trazas de las sendas bombas atómicas que arrasaron dichas ciudades  hasta sus cimientos en la II GM.

Por supuesto, sé de antemano que me van a descoser y atacar por este escrito y realmente no me importa, porque yo ya viví bastante. Hablo desde mis modestos  conocimientos y experiencias adquiridos en cursos que estudié en Inglaterra y en los EUA, como es el de Defensa Nuclear, Bacteriológica y Química, Control de Averías e Incendios y Primeros Auxilios, durante mi larga carrera naval de 30 años, desde 1970 a 2000.


Solamente espero animar a quienes me lean para que investiguen en los links que agrego, y tomen las previsiones y se preparen para soluciones estructurales y no pañitos calientes o circos electorales, para que no salgamos tan perjudicados en futuros desastres.

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