lunes, 14 de agosto de 2017

VENEZUELA ¿RIESGO PARA LA SEGURIDAD Y DEFENSA DEL SISTEMA INTERAMERICANO?

Venezuela podría llegar a adquirir ese status dentro del análisis de Seguridad y Defensa Continental, por la mala gestión de los líderes del PSUV, quienes han adoptado un sistema castro comunista, siguiendo las directrices y líneas de acción política emanadas desde Cuba. No sólo han sido incapaces e incompetentes, corruptos y extremadamente ineficaces, e ineficientes, sin una pizca de buena gerencia pública, sino que algunos de sus líderes, por desgracia los más prominentes y su entorno familiar y de relaciones, han sucumbido al poder del narcotráfico y, para complemento de su pobre accionar, han buscado y establecido alianzas con factores de la política internacional cuyos intereses no solamente son ajenos a los intereses comunes del continente, sino que son contrarios al interés nacional de Venezuela.

De tal manera que este terrible y revulsivo coctel de circunstancias se ha convertido y ha convertido al país en una seria preocupación para todos los 34 países de la alianza continental, sin soslayar al resto de los países de la comunidad internacional. Los países de la OEA han realizado reuniones para escuchar el informe del Secretario General de la organización, donde éste ha ejercido sus competencias, atribuciones y responsabilidades y les ha presentado un informe de las continuas violaciones que el gobierno venezolano ha hecho de su constitución nacional, como de los valores y principios democráticos establecidos en la Carta Democrática de la OEA, en contravención de la democracia de desempeño o ejercicio, todo lo cual les ha dado fundamentos para la iniciativa de activar dicha carta, de acuerdo con sus previsiones, para alertar al país para que retome el hilo constitucional roto, como ha sido denunciado por la Fiscal General de la Nación, la Dra. Luisa Ortega Díaz.

Es así como la situación venezolana se ha tornado insostenible, su gobierno ha llevado al país a la miseria y a una situación humanitaria como nunca antes se había dado. La gente no puede adquirir sus alimentos, ni las medicinas, ni puede cubrir las necesidades de su canasta básica, ni siquiera la canasta alimentaria, y muere de mengua en los hospitales, las familias rebuscan su sustento en los basureros. El gobierno no tiene como cubrir los gastos domésticos, ni puede pagar las exportaciones de su único producto, el petróleo, desde hace algún tiempo a muy bajos precios. No obtiene préstamos y ya está rematando activos y valores a precios de gallina flaca para obtener cierta liquidez momentánea. Esta es una realidad insoslayable.
El 16 de julio de 2017 la oposición venezolana condujo un plebiscito bajo la previsión constitucional de la CONSULTA POPULAR, del artículo 70º de la constitución vigente, en la cual los ciudadanos dieron respuesta a tres preguntas, mediante las cuales expresó su voluntad política. 7.6 millones de ciudadanos acudieron a los puntos soberanos establecidos bajo la más cruel represión y  barbarie ejercida por los órganos de seguridad ciudadana, léase GNB, policías y cuerpos irregulares, dirigida contra la población civil, quienes disienten del gobierno y salen a ejercer su derecho soberano a la protesta pacífica y sin armas, justificado en su constitución y tratados internacionales y han sido atacados con armas y otros medios prohibidos taxativamente, en especial contra a juventud, y después de tres meses de valiente y abnegada resistencia pacifica, han muerto 130 venezolanos. Es en este clima donde 7,6 millones han votado y han dicho SI a las tres preguntas de la Consulta Popular, exigiendo lo siguiente:

¿Rechaza y desconoce la realización de una asamblea nacional constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo venezolano?
¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo con lo establecido en la Constitución, así como la realización de elecciones y la conformación de un nuevo gobierno de unidad nacional?

Como puede apreciarse, todo lo antes expuesto conforma un estado de eventos que demuestran que Venezuela se encuentra en gravísima crisis nacional y sus efectos ya son lesivos a la Seguridad y Defensa del Sistema Interamericano, lo cual amerita de la acción internacional para ayudarle a recuperar la fuerza y vigor de su sistema democrático y la prevalencia de los derechos humanos.

Mal puede entonces llamarse injerencia a la acción multilateral del sistema, basados en el tratado que los países han firmado para la defensa de la democracia. Incluso se había venido expresando la necesidad de establecer un canal humanitario y Parlasur en junio 2016 accedió establecerlo y le fue negado por el gobierno. Esto podría dar lugar a una INJERENCIA HUMANITARIA*, para ayudar al pueblo de Venezuela en su terrible trance por el cual atraviesa.

*. La injerencia humanitaria es la intervención en un Estado soberano por uno o varios Estados u organizaciones internacionales, mediante la fuerza armada y sin su consentimiento, con el objetivo de proporcionar a la población civil protección ante la violación masiva y sistemática de sus derechos humanos o bien ante situaciones de emergencia derivadas de una guerra civil, de hambrunas o genocidio, entre otras causas. La injerencia humanitaria no deberá anexar el Estado ni afectar a su integridad territorial, sino meramente aliviar la situación de la población civil del Estado.

No podemos apoyar una invasión militar unilateral, y debemos entonces esperar que el Consejo de Seguridad evalúe la situación y recomiende las acciones a tomar por el poder colectivo del sistema, ante la resistencia del gobierno venezolano de cumplir lo establecido su propia constitución como en los tratados, acuerdos y convenios que el sistema se ha dado para la garantía de su seguridad colectiva y los DDHH y garantías de todos los ciudadanos de los 34 países del mismo sistema. Es muy doloroso que un análisis serio y lo más científico social posible, nos haga llegar a estas conclusiones.



1 comentario:

  1. Nota complementaria del autor: El poder colectivo del Sistema Interamericano no existe como tal, como una organización militar permanente y esa es una debilidad del sistema, como sì es el caso de NATO u OTAN y por tanto, solo puede atenerse a las capacidades colectivas en los diversos campos del poder que pudieran coordinarse, si se lograra una resolución que ordenara las sanciones a nivel común. Recordar el caso de la resolución que excluyò a Cuba del sistema; por tanto, la acción multilateral a la cual hago referencia no puede ser tomada a nivel continental sino mundial. Lo que `si puede el sistema es aplicar la Carta Democrática, para una intervención, no una invasión militar. Hay muchas formas de presión multilateral. No obstante, no podemos soslayar ni olvidar que EEUU ha tomado acciones unilaterales en el continente, cuando ha creido que la situacion en algun pais afecta los intereses globales del sistema o los de su pais, ateniendose las consecuencias. Sin embargo, el Panamà, Granada o en Nicaragua, una vez solucionados los problemas, han salido y han dejado al pais a su libre albedrìo.

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