AL
PUEBLO DEL ESTADO CARABOBO
Me es muy grato dirigirme a
la comunidad porteña como de todo el Estado Carabobo, para informarles de mi decisión
de aceptar la candidatura a una diputación en la Asamblea Legislativa del
Estado Carabobo, para las venideras elecciones del 2 de diciembre de 2017. Estando
en las exequias del ilustre Cronista de la Ciudad de Valencia, el muy querido y
admirado poeta, el Profesor José Joaquín Burgos, QEPD!, fui convocado por el Dr.
Luis Gallo, de ALTERNATIVA UNO, quien me
propuso tal designación y la acepté.
Durante un largo tiempo días
había venido analizando la situación y escenarios políticos que se nos plantean
a los venezolanos, en especial la inminencia de las elecciones regionales, confieso
que inicialmente pensé resistirme a tal participación, luego de escuchar las
diversas opiniones y análisis de varios enjundiosos políticos y juristas llegué
a la conclusión de que se debe no solo participar, sino ganar. Los fundamentos
de mi decisión pueden resumirse en los siguientes aspectos que fueron
analizados por mi persona para responder afirmativamente a la convocatoria
ciudadana que me honra y compromete y así se los manifiesto:
1. La circunstancia del plazo cumplido para los
funcionarios de elección popular para cargos regionales, Gobernadores y
Asamblea Legislativa, lo que impone la necesidad
insoslayable de renovar los mismos. No es el mismo caso de la ANC la cual fue
convocada inconstitucionalmente por quien no tenía facultad para ello y sin que
fuera un evento de plazo cumplido, solo con fines de demorar la inminente caída
de popularidad y aplicar medidas tendientes a destituir la Asamblea Nacional y
darle visos de constitucional al modelo aplicado de facto, vía decretos
habilitantes a contrapelo de la decisión contraía del pueblo al referendo de
reformas convocado. A lo que se suma que ya habían torpedeado el revocatorio y
las mismas elecciones, a las cuales hoy deben llamar por presiones derivadas de
nuestra resistencia cívica.
2. La
inconveniencia de dejar esos espacios vacíos, como fuera el caso de las
elecciones parlamentarias de 2005, en las cuales dejamos la Asamblea Nacional
en manos del régimen.
3.
La circunstancia de que se ha instalado la
ANC, evento el cual no debe por ningún motivo desmontar las estrategias de
lucha interdisciplinaria y, de variados frentes interrelacionados y
concurrentes, para contrarrestar el
poder cada día más disminuido en lo moral, en lo social y en lo
internacional, de un gobierno incapaz,
corrupto y fallido y su sistema castro comunista. Debemos seguir la lucha;
pero, sin abandonar el dialogo político
y los espacios electorales. Ello nos impone la necesidad de continuar
ofreciendo nuestras capacidades, nuestra voluntad de lucha unida en respaldo a
los esfuerzos valientes y sostenidos de nuestra juventud, inmolada frente a la
barbarie de la brutal represión.
4.
La necesidad de conformar un cuerpo
legislativo no sólo para la función de creación de las leyes, el control de la
gestión regional y el debate de ideas propias el pluralismo, sino para apoyar
con nuestra labor la gestión de los nuevos gobernantes regionales, en vías a
reconstruir el derruido aparato productivo nacional, recuperar las
instituciones, la gobernabilidad y la paz social, para darle a la sociedad las
leyes que puedan servir de base para la solución a los ingentes problemas que
sufrimos por la nefasta gestión pública de estos últimos 19 años.
5. Aunque el CNE es cuestionado por sus
maniobras arteras y viles para desestimular y disuadir al elector, no es menos
cierto que la oposición pudo vencerlos en diciembre 2015, cambiando la
conformación de la Asamblea Nacional, la cual era de 99 diputados del PSUV y 67
de la oposición, a una mayoría
calificada de 112 diputados de la oposición versus 55 del gobierno. Esto puede
repetirse a nivel regional, si redoblamos las mismas tácticas que se adoptaron
entonces y la observación nacional e internacional.
En tal sentido y en virtud
de que en mis 30 años de servicio activo como militar de carrera aprendí que “El
militar ni se ofrece, ni se niega”, respondí afirmativamente, porque este no es el momento de dudar, ni de
quedarse en casa, sino de reafirmar la fe en la democracia, en la república y
en nuestros valores y principios democráticos y, por ello, comprometo ante Uds.
mi palabra y asumo el compromiso de cumplir y hacer cumplir la constitución y
leyes nacionales como las regionales del estado, a los fines ya descritos.
Debo advertir que ya llevo
17 años de haberme retirado de la actividad militar y a lo largo de estos años
he consolidado y demostrado mi acendrada vocación civilista y antimilitarista,
tanto en mis pensamientos como en mis acciones en el seno de la sociedad que me
abrió sus brazos a mi retiro y me llevó en el año 2000 a ser candidato a la Alcaldía
de mi ciudad, la cual asumí con gran convicción democrática y social, de derecho
y de justicia y equidad y, aunque no gané, pude cosechar un cierto capital
político que me sigue acompañando con gran lealtad, y que agradezco.
Solo puedo ofrecerles mis
modestos conocimientos y experiencias, tanto militares de alto mando
operacional y administrativo, como mi experiencia empresarial en la vida civil,
los cuales son mi único tesoro, adquiridos en el área de la gerencia pública y
privada, mis cursos militares y civiles, dentro y fuera del país, mis obras
intelectuales, mis cargos dentro y fuera
de la armada venezolana, mis afiliaciones a academias como individuo de número
y miembro correspondiente, y otras. A lo que agrego mis años de docencia superior
universitaria, en esas mismas áreas, las que están a la orden de todos para su
revisión.
Creo firmemente que no es el
tiempo para desdeñar la formación académica y la experiencia de los hombres y
mujeres de nuestra patria, provengan de donde provengan, siempre y cuando
tengan los méritos; sobre todo cuando vemos la manipulación de los circuitos y
la selección de candidatos de muy escasa preparación, sólo para luego efectuar
los acostumbrados cambios, como fuera el caso de la ANC donde la gente votó por
un número, el cual resultó eventualmente rellenado con quienes ellos quisieron,
traicionando la voluntad popular. He
dedicado toda mi vida servir y a
proteger y este es el momento de consolidación de mis conocimientos y
experiencias, las cuales pondré al servicio de la sociedad, del pueblo de
nuestro estado.
Agradezco la confianza
puesta en mi persona y solicito de mis familiares, amigos y del pueblo de
Carabobo su voto, para alcanzar las metas que nos hemos trazado en provecho de
la familia carabobeña, el respeto a la voluntad popular y la consecución de la
mayor suma de bienestar y felicidad posible para nuestro pueblo. Esto se
alcanza mediante el desarrollo de nuestras inmensas potencialidades
desperdiciadas durante estos casi 20 años de experimento de un modelo
inconveniente y fracasado, lesivo a los intereses nacionales. Las muestras son
estruendosamente evidentes y no hace falta enunciarlas, pero de lo que sí
estamos seguros es de qué haremos todo cuanto esté a nuestro alcance para
solucionar esos problemas, con el favor de Dios y el concurso de todos los
carabobeños.
Eddy
Darío Barrios Orozco.
Capitán
de Navío de Comando y Estado Mayor.
CI.
V-639.249
Licenciado
en Ciencias Navales
Estimado amigo Eddy, cuanta con mi voto y apoyo. Att. Carlos Pérez.
ResponderEliminarEddy, a tus órdenes amigo! Un saludo fraterno y avante!
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