miércoles, 26 de abril de 2017

DE MIERDAS Y GRANDES CARAJOS

Las palabras tienen una magia propia, esa que las hace sonoras, maleables y dúctiles en la pluma y en la voz de los intelectuales, o suenan sabrosas en su simpleza cuando se refocilan con el pueblo en sus querencias más auténticas, algunas veces con burdas maneras a ratos grotescas o en exceso vulgares y hasta soeces; aunque debamos reconocer que es cuando cobran su mayor fuerza expresiva.  

Me he permitido usarlas o me he tapado una oreja o cerrado un ojo ante un carajo sonoro o un sabroso coño (la palabra digo), cuando algún familiar o amigo se golpea con una silla. De alguna manera les he permitido a mis familiares que las usen; pero, en su momento y suelo explicarles que una frase vulgar bien dicha y en su momento adecuado, puede ser tanto o más expresiva y oportuna, como efectiva, que un suspiro, una oración o una letanía. Es cuestión de dosificación y de saber utilizarlas. Como la sal, no se puede abusar de ellas. Mis padres no las usaban, simplemente no estaban en su repertorio, de tal manera que si me las oyen son de mi propia cosecha y, por favor, no  culpen a mi vieja Qepd!

Camilo José Cela era famoso por sus palabrotas. Arturo Uslar Pietri no sólo no se las permitía, sino que aparte de reflotar y dignificar pendejos y servirle a unos cuantos de ellos para esconder su ignorancia detrás del sabio escritor, quien durante un entrevista televisiva dijo la palabra "pendejo" para ironizar  la situación de corrupción de ese momento, también acuñó esa bella admonición con la que cerraré a manera de epilogo mi escrito y que podrán leer al pie de página. No la cito ahora para dejarlos con el buen regusto.
Pido permiso para traer al ruedo algunas expresiones donde “Mierdas y Carajos” y otras, han cobrado su máximo quantum en boca de grandes personalidades, y fueron nunca mejor empleados, tales como:

 “¡VIVA CHILE, MIERDA!”
Cuando la cápsula Fénix 2 sacaba de las profundidades al último minero. En el paisaje desértico, con la NASA ayudando y mientras se transmitía el suceso a medio mundo, se diría que el primer astronauta chileno acababa de alunizar. “¡Viva Chile, mierda!”, gritó el presidente Piñera. Millones de telespectadores quedaron perplejos. “Viva Chile mierda”, no es grosería. Así gritan los chilenos, a pesar de la miseria que les pudiera acogotar. Así proclaman su orgullo, junto con su insatisfacción.

“¡VIVA MÉXICO, HIJOS DE LA CHINGADA!”
Un grito nacional con el mismo doble filo que el chileno, es el comentado por Octavio Paz en El laberinto de la soledad: “¡Viva México, hijos de la chingada!”
VIVA EL PERU CARAJO
Poema del gran periodista chinchano Jorge Donayre Belaunde, más conocido como "El Cumpa" en la voz de Luis Álvarez, gran actor, con la guitarra magistral de Oscar Avilés. Puede escucharse en YouTube.

“¡VIVA VENEZUELA CARAJO!”
El delantero venezolano, Salomón Rondón, festejó en su Instagram oficial al compartir el logro de conquistar la Premier League de Rusia 2014/2015. El goleador expresó “viva Venezuela carajo” acompañado de la fotografía donde mostraba el trofeo que lo acreditaba Campeón.

CAMILO JOSÈ CELA (1916 al 2002):
A lo largo de su vida dejó constancia de su particular carácter con numerosas frases que quedaron para la posteridad. Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1987) y el Miguel de Cervantes (1995). En el 96, el día de su octogésimo cumpleaños, el Rey don Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Iria Flavia. Pero el más importante, sin duda, fue el premio Nobel de Literatura que recibió en 1989. Entre sus frases más graciosas  y conflictivas traigo para cerrar este escrito las siguientes:

No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, como no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo.” Frase con la que se excusaba cuando estaba evidentemente adormitado en plena sesión de las Cortes Constituyentes de 1978 y el presidente le llamó la atención. El presidente de las cortes le dijo “Don Camilo, que está usted dormido” y el catedrático le respondió” “No estoy dormido, estoy durmiendo “, a lo que el presiente le replicó:” Pues, es lo mismo”, acto seguido Don Calilo le enrostró la frase señalada.  
 “Un carallo a tiempo es una victoria dialéctica”, para cerrar una discusión.!
 “La alcoba de la señorita Elvira huele a ropa usada y a mujer: las mujeres no huelen a perfume, huelen a pescado rancio.” En su libro La Colmena.
En una oportunidad andaba con unos amigos “de tapas”, y le trajeron unas rodajas de jamón serrano, cortadas con la máquina de rebanar y no con el tradicional cuchillo largo conque los taberneros españoles suelen hacer maravillas. Se dice que él elevó una rodaja y la colocó al contraluz y dijo:
“Desde que se inventó la máquina de cortar jamón y el bidé., ni el jamón sabe a jamón, ni la mujer a mujer”
Recientemente los venezolanos cibernéticos hemos visto como las redes explotan con videos y audios muy interesantes, donde la gente se expresa acerca del ilegitimo con frases muy enfáticas y no menos graciosas, como las antes señaladas, todas en respuestas a la mala palabra que su gobierno significa y a las ofensas que a diario él nos regala.
Algunos responden con sus mierdas y carajos bien acuñados incluyendo anudarse los dedos meñiques y decir o pensar en "trancao" "el doble para ti" cuando nos ofrece sus vulgaridades cadenas, incluso algunos postean recuerdos inmerecidos como repudiables a su dignísima progenitora a quien deberíamos dejar en eterno descanso. Deberíamos respetar a las madres de nuestros adversarios, porque ellas no forman a sus hijos para sus malos procederes. Por otra parte, el sindicato de las hetairas ya ha dejado claro que ellas no tienen nada que ver con nuestros políticos, ni con sus fallas.
La muy querida como ilustre madre de un compañero y amigo de mi promoción mentaba la madre de manera muy elegante: “No por tu madre que es una santa, sino por ti, que te lo mereces”. Es que hasta para ofender hay que tener clase y la clase no se improvisa, Es como la frase: “lo que natura non da salamanca non presta”. Sospechamos que èl no ha ido a Salamanca, ni de visita.
Por mi parte, aunque no soy tan fino, ni inteligente, como para tales muestras de  humor elegante como mi querida Doña Delia; no obstante, no comparto para nada las ofensas a la autoridad, porque de alguna manera, como decía Arturo Uslar Pietri:
La palabrota que ensucia la lengua termina por ensuciar el espíritu. Quien habla como un patán, terminará por pensar como un patán, hay una indisoluble relación entre la palabra, el pensamiento y la acción. No se puede pensar limpiamente, ni ejecutar con honradez, lo que se expresa en los peores términos soeces…”



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