miércoles, 6 de febrero de 2019

GUAIDÒ NO ES PUIGDEMONT, VENEZUELA NO ES CATALUÑA

Con suma preocupación veo el pronunciamiento del político español  Enriue Santiago Romero, en una entrevista por el canal  RT, en la cual éste analiza como usurpación las acciones de Guaidò y de delito de corrupción o malversación por el empleo de recursos financieros otorgados por los diversos países que han dado respaldo el joven diputado, como presidente encargado. Le critica que haya decretado la amnistía a los militares que hubieran tenido responsabilidad en crímenes contra los ciudadanos en obediencia de sus líderes o aquellos que se decidieran  apoyar al pueblo en su lucha por la libertad. De paso lo compara con Puigdgemont  y con otros políticos usurpadores en otros países, quienes han sido sentenciados por traición a la patria. Dice que igual a esos traidores Guaidò debe ser juzgado.

Entiendo que a los españoles les pasa lo mismo que le pasaba a Inglaterra cuando Venezuela le pedía el reconocimiento para su recién declarada independencia el 19 de abril de 1810, la republica había enviado en comisión diplomática a Simón Bolívar, López Méndez y Andrés Bello para que explicaran a la corona inglesa lo que habían declarado y  las razones jurídicas e históricas, para tal declaración. Algo similar a lo que han venido  haciendo los diplomáticos venezolanos designados por Guaidò,  a manera de campeones sin corona, porque no llevan rango diplomático, ni están pidiendo los respectivos plácet. El caso es que Inglaterra en 1810  no le dio el reconocimiento de inmediato a Venezuela, porque ella también tenía muchas colonias en el mundo y temían un efecto dominó. Luego de estudio y preparación oportuna,  lo dieron.

No fue éste el caso de Venezuela,  la cual le dio el reconocimiento de inmediato a Guyana, cuando  la misma corona inglesa, para deshacerse de la papa caliente de sentarse a dialogar o negociar con los “semi-bàrbaros” venezolanos, le otorgó la independencia en forma de concesión graciosa a Guyana en 1966. Venezuela, a pesar de estar en conflicto por el Territorio Esequibo con Venezuela,  fue el primer estado-nación en otorgar ese reconocimiento a la nueva nación independiente,  no sin antes  expresar de manera escrita su reserva muy clara y expresa de que tal reconocimiento no significaba que renunciaba a sus legales y legítimos derechos sobre el Territorio Esequibo, al Oeste  del río Esequibo, y que seguirían con su reclamo ante la ahora Republica Cooperativa de Guyana y por el  que, durante muchos años, venían reclamándole a la corona inglesa, cuando ésta era la dueña de la Guayana Inglesa.

Como vemos, España se olvida  -o quiere confundir  a  la comunidad internacional - que Guaidò no es resultado de un golpe de estado, ni él está tratando de coronarse presidente porque esa era su intención original, cuando quedara de presidente de la AN, único poder con legalidad constitucional y legitimidad otorgada por el pueblo en las elecciones con el mayor diferencial de votos. Es tanto así, que antes de esa elección en la que fueran electos,  de 167 diputados había 99 diputados del régimen y 57 de la oposición  y a partir de ese día,  se volteó la tortilla y quedaron 122 diputados de la oposición. Esto significa que el pueblo cambio su preferencia  y su expresión de su voluntad, al defraudarse del gobierno y pensar en una nueva esperanza.

Eso fue lo que hizo que al no ser reconocido el ciudadano  NM ni dentro ni fuera del país, por esa elecciones  adelantadas y fraudulentas del 20 de mayo 2018, no hubiera presidente electo el 10 de enero de 2019 y ante esa circunstancia no prevista taxativamente en la constitución, se aplicara el 233º constitucional en la parte correspondiente a la falta absoluta de un  presidente electo ese 10E y se tuviera que nombrar al Presidente de la AN, que era y es el ciudadano Ing.  Juan Gerardo  Guaidò Márquez, como ha podido haber sido cualquiera de los tres presidentes anteriores de la AN, en este periodo de pacto de gobernabilidad moderno,  según el cual se turnan pacífica y organizadamente la presidencia los partido opositores los cargos de la Junta directiva dentro de la asamblea nacional.
Es decir,  no es una usurpación, como sí  lo es la que ejecutó NM contra toda alerta jurídica oportuna que le hicieron todos, tanto sus propios conmilitones como los juristas de la oposición, como  los de los países de la comunidad internacional quienes le advertían que si se juramentaba no le reconocerían.

De mas esta seguir explicándole a los españoles la importancia del reconocimiento de estado en las RR.II. de los pueblos.  Ellos a lo que tienen miedo es a la papa caliente que tienen en España con la generlitat, con los deseos independentistas de la nación catalana  y le aplican a Guaidò, en nuestro caso ampliamente explicado, las realidades de su problema con Piugdemont.  Yo les recuerdo…GUAIDÒ NO ES PUIDGEMONT, VENEZUELA NO ES CATALUÑA 

1 comentario:

  1. Escrito muy conveniente y esclarecedor de la actual situación, aún no muy clara para los españoles. Corto y muy conciso!

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