GUAIDÒ NO ES PUIGDEMONT, VENEZUELA NO ES CATALUÑA
Con suma preocupación veo el
pronunciamiento del político español Enriue Santiago Romero, en una entrevista por
el canal RT, en la cual éste analiza
como usurpación las acciones de Guaidò y de delito de corrupción o malversación
por el empleo de recursos financieros otorgados por los diversos países que han
dado respaldo el joven diputado, como presidente encargado. Le critica que haya
decretado la amnistía a los militares que hubieran tenido responsabilidad en crímenes
contra los ciudadanos en obediencia de sus líderes o aquellos que se
decidieran apoyar al pueblo en su lucha
por la libertad. De paso lo compara con Puigdgemont y con otros políticos usurpadores en otros países,
quienes han sido sentenciados por traición a la patria. Dice que igual a esos
traidores Guaidò debe ser juzgado.
Entiendo que a los españoles les
pasa lo mismo que le pasaba a Inglaterra cuando Venezuela le pedía el reconocimiento
para su recién declarada independencia el 19 de abril de 1810, la republica había
enviado en comisión diplomática a Simón Bolívar, López Méndez y Andrés Bello
para que explicaran a la corona inglesa lo que habían declarado y las razones jurídicas e históricas, para tal declaración.
Algo similar a lo que han venido
haciendo los diplomáticos venezolanos designados por Guaidò, a manera de campeones sin corona, porque no
llevan rango diplomático, ni están pidiendo los respectivos plácet. El caso es
que Inglaterra en 1810 no le dio el reconocimiento
de inmediato a Venezuela, porque ella también tenía muchas colonias en el mundo
y temían un efecto dominó. Luego de estudio y preparación oportuna, lo dieron.
No fue éste el caso de Venezuela,
la cual le dio el reconocimiento de
inmediato a Guyana, cuando la misma
corona inglesa, para deshacerse de la papa caliente de sentarse a dialogar o
negociar con los “semi-bàrbaros” venezolanos, le otorgó la independencia en
forma de concesión graciosa a Guyana en 1966. Venezuela, a pesar de estar en conflicto
por el Territorio Esequibo con Venezuela, fue el primer estado-nación en otorgar ese
reconocimiento a la nueva nación independiente, no sin antes expresar de manera escrita su reserva muy
clara y expresa de que tal reconocimiento no significaba que renunciaba a sus
legales y legítimos derechos sobre el Territorio Esequibo, al Oeste del río Esequibo, y que seguirían con su
reclamo ante la ahora Republica Cooperativa de Guyana y por el que, durante muchos años, venían reclamándole
a la corona inglesa, cuando ésta era la dueña de la Guayana Inglesa.
Como vemos, España se olvida -o quiere confundir a la
comunidad internacional - que Guaidò no es resultado de un golpe de estado, ni él
está tratando de coronarse presidente porque esa era su intención original, cuando
quedara de presidente de la AN, único poder con legalidad constitucional y legitimidad
otorgada por el pueblo en las elecciones con el mayor diferencial de votos. Es
tanto así, que antes de esa elección en la que fueran electos, de 167 diputados había 99 diputados del régimen
y 57 de la oposición y a partir de ese día,
se volteó la tortilla y quedaron 122
diputados de la oposición. Esto significa que el pueblo cambio su preferencia y su expresión de su voluntad, al defraudarse
del gobierno y pensar en una nueva esperanza.
Eso fue lo que hizo que al no ser
reconocido el ciudadano NM ni dentro ni
fuera del país, por esa elecciones adelantadas
y fraudulentas del 20 de mayo 2018, no hubiera presidente electo el 10 de enero
de 2019 y ante esa circunstancia no prevista taxativamente en la constitución,
se aplicara el 233º constitucional en la parte correspondiente a la falta
absoluta de un presidente electo ese 10E
y se tuviera que nombrar al Presidente de la AN, que era y es el ciudadano Ing.
Juan Gerardo Guaidò Márquez, como ha podido haber sido cualquiera
de los tres presidentes anteriores de la AN, en este periodo de pacto de
gobernabilidad moderno, según el cual se
turnan pacífica y organizadamente la presidencia los partido opositores los cargos
de la Junta directiva dentro de la asamblea nacional.
Es decir, no es una usurpación, como sí lo es la que ejecutó NM contra toda alerta jurídica
oportuna que le hicieron todos, tanto sus propios conmilitones como los
juristas de la oposición, como los de los
países de la comunidad internacional quienes le advertían que si se juramentaba
no le reconocerían.
De mas esta seguir explicándole a
los españoles la importancia del reconocimiento de estado en las RR.II. de los
pueblos. Ellos a lo que tienen miedo es a
la papa caliente que tienen en España con la generlitat, con los deseos independentistas
de la nación catalana y le aplican a
Guaidò, en nuestro caso ampliamente explicado, las realidades de su problema
con Piugdemont. Yo les recuerdo…GUAIDÒ
NO ES PUIDGEMONT, VENEZUELA NO ES CATALUÑA
Escrito muy conveniente y esclarecedor de la actual situación, aún no muy clara para los españoles. Corto y muy conciso!
ResponderEliminar