sábado, 21 de septiembre de 2019


BUENAS Y MALAS PALABRAS

Hay palabras que, como algunas mujeres, nacieron buenas y se volvieron malas como las brujas, las cuaimas y las mal llamadas mujeres malas o de la mala vida. El asunto es que lo que es malo para unos es bueno para otros, por eso de la connotación, que es muy personal. Lo que me connota a mí, no tiene necesariamente que connotar lo mismo para otro. Asuntos de percepción, capacidades, inteligencia y filtros.

Eso pasa con las palabras sofista y sofisma, en un principio eran buenas palabras, pues significaban ese grupo de sabios que pasaron del pensamiento mítico al pensamiento racional y usaron su neo corteza, apartándose de la médula oblongatta centro de las emociones básicas ( que no hemos perdido y que en algunas situaciones nos salva, en otras nos mete en problemas), a usar la razón para descubrir las explicaciones científicas de los fenómenos naturales y nos legaron el conocimiento, el cual siempre es un porcentaje de toda la verdad posible. Ellos fueron los siete sabios de Grecia, que no fueron siete o los mismos, sino que fue ese grupo que se dedicó a la investigación científica, aplicando la metodología epistemológica. Esa que ahora estudiamos como Metodología de la Investigación, que es la que diferencia a un graduado de pregrado de un magister o de un PHD.

Hoy me referiré a las palabras ignorante e ignorancia, que, no sé si es por eso de la connotación o filtros sociales que siendo una palabra estrictamente sin una connotación ofensiva, las personas se ofenden cuando les llaman ignorantes, siendo que todos somos, en alguna medida ignorantes; pues, ni siquiera el científico mas enjundioso sabe de todo. No en balde Sócrates al final de toda su sabiduría, reconoció que solo sabia que no sabia nada. La sabiduría nos permite conocer y al saber no percatamos que todavía queda un mundo por aprender.

La ignorancia es implemente eso, la ausencia de conocimiento sobre algo, sin que tal desconocimiento tenga que ver con nuestras condiciones morales o personales, ni siquiera profesionales. No significa brutalidad o falta de inteligencia, sino de conocimientos.

La mente humana es tan perfecta que cuando no sabemos de algo lo inventamos y nos formamos una idea de que sabemos. Eso le llaman Ilusión de conocimientos.

Veamos por ejemplo otra área, como es la de la música digital versus la analógica. Los viejos Long Plays o LP, de 33 rpm, recogen, como sus ancestros de cera rasgados por un estilete de metal, las vibraciones del sonido, que luego eran recogidas o “picked up” por una aguja que pasaba por esas rayas y eran moduladas en otro aparatico y su sonido registrado en el estudio de grabación del perrito RCA, salía por una corneta amplificadora bocona, que luego fue modernizada al máximo posible, no obstante, para garantizar lo que llamaron alta fidelidad, se hicieron mejoras y había aparatos marca PHILLIPS, GARRARD y otros más famosos, que reproducían el sonido lo mejor posible u obtenible con esa tecnología.

Luego vino la música digital, no analógica como los LP, y en ésta la tecnología permitía que un grupo de sonidos del total percibible fuera “recogido” y “modulado” según una formula o algoritmo, para sumar una cierta cantidad de información que sumada daba el sonido grabado. En un sonido analógico hay tanta fidelidad que recoge lo que cantamos o tocamos en un instrumento y otros sonidos y hasta el rasgado de la aguja sobre le acetato; o sea, todo, la “fidelidad es absoluta”, los estudios fueron poco a poco “filtrando” lo que no se quería y dejando la voz del tenor o el sonido armónico del instrumento. Pero, el oyente no pierde nada.

En cambio, el sonido digital es una serie de saltitos entre un grupo y otro grupo, es como una integral de esas que sacábamos en matemática superior.  El oyente oye sonidos compendiados y como un sommellier que cata un vino y que prueba sabor y capta “ausencias” que le comprueban que el caldo no es original o no el que el que le quiere engañar le dice. El sonido digital no es tan fiel, aunque no se le oiga los rasgados de agujas. Le falta “algo” que el musico de oído total, lo percibe.

En el tiempo moderno, los puristas y connossieurs están volviendo al LP, porque no se quedan con una parte, aunque sea modulada del sonido, sino que quieren oírlo todo, hasta los pensamientos del artista ejecutante.

Pues, bien, con en el sonido digital sucede lo que en conocimiento he llamado ILUSION de conocimiento. El oyente percibe una parte del conocimiento según su inteligencia, filtros y capacidad del que explica, y donde no entiende “rellena” y complementa, como hacemos con el Photoshop cuando retocamos o reparamos la imagen de una foto vieja afectada por el tiempo. En el Photoshop también recogemos un pedacito de la imagen, al lado de la rotura, mancha o falta de información y se la “pegamos” al lado y el programa se encarga de “rellenar” lo que está el lado. Algo similar a lo que han hecho con la foto de Guaidó con los tipos dizque de la mafia de los Rastrojos, aunque el señor Zambrano dice que él es un gochito sano y que no lo apodan “Patrón Pobre” y que nunca ha pertenecido a ningún grupo delictivo y que esta muy arrecho por eso.

Volviendo a las buenas y malas palabras, ignorante no debería causar tanto prurito y lo causa, incluso la gente se ofende y hasta se disgusta con quien así lo llame. En mi caso, como sé que soy un ignorante no me ofende. Puedo llegar a tener o un océano de conocimientos e ilusiones de conocimientos, pero con un milímetro de profundidad.

Hay varias ignorancias, la, peor de todas es la del que ni siquiera sabe que es lo que no sabe. Hay la del que no sabe lo que debería, por alguna razón, saber. Bien sea porque no le paró a sus estudios o porque no le gusta leer o investigar, a pesar de que tiene un celular carísimo, más inteligente que él y con colocar lo que quiere saber en Google, la enciclopedia Wikipedia le dice todo en nanosegundos.

Así como hay animales que tienen exoesqueletos, los humanos modernos tenemos exocerebros con exomemorias fabulosas, que no usamos.

Bueno, no sigan arrechándose conmigo porque les digo ignorantes. Si no quieren estudiar, leer o formarse y educarse, usen bien su androide y no sigan con ilusiones de conocimientos, rellenando con vainas raras lo que no saben, recibiendo y parándole a percepciones y no a la información. Sobre todo, no dejen que el G2 les “rellene “el cerebro con lo que quieren que Uds. piensen o crean.  


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