MONEDAS
ALTERNATIVAS EMERGENTES
Confieso mi
ignorancia supina acerca de las nuevas monedas alternativas emergentes, tales
como el BITCOIN y más recientemente el PETRO, y comparto abiertamente, sin
pudor ni recato, mi desconocimiento de algo de lo que debería haber
investigado, mucho más cuando algunos colegas me lo han pedido, aludiendo o
estimulando mi presunta capacidad de argumentación y vocación de docente andragógico.
Este compromiso o reto es tanto más difícil, cuando quien suscribe no es
economista, ni experto financiero, sino un aficionado práctico a la economía.
La moneda, en
términos simples, no es más que la representación simbólica, aunque
cuantificable, física y contablemente, del valor asignado a los bienes, creada
para facilitar el intercambio y las transacciones de mercaderías, para superar
los límites de su método anterior, como es el primigenio trueque.
Un dato interesante
es que la moneda la creaba y promulgaba el creador o propietario de los bienes
creados, es decir el país donde ese aparato
productivo generaba los mismos. Este ente creaba la moneda representando el
valor en metales nobles, como el oro,
la plata, etc. Es decir, esa moneda representaba en su
propio valor aquel de los bienes a los cuales se venderían o comprarían las
mercaderías. Había no obstante un factor de confianza en la misma moneda, como
era la ley o proporción en la cual el metal más noble como el oro, estaba
conformado dentro de la mezcla; porque, si bien las primeras fueron de oro puro, luego se
produjeron las aleaciones, bien sea porque el oro escaseaba o se encarecía, o porque el metal
con el que se aleaba aportaba mayor resistencia al desgaste por el uso
cotidiano.
Luego, en su avance o
desarrollo como instrumento financiero, se produjo el momento en el cual los
dueños de los bienes le metían gato por
liebre a la gente, al quitarle parte del metal noble a su moneda y al agregarle metales menos valiosos, dando lugar
al termino inflación. Una moneda inflada sin valor real sustentado en
producción. No es raro entonces ver esas imágenes de película donde quien
recibe la moneda le hinca el diente a ver si lo que le dan es oro de verdad o
plomo.
El billete surge posteriormente como una
suerte de cheque al portador, que es lo que en esencia es uno de tales papeles. Desdoble Ud. un billete de cualquier
denominación y verá que tiene una
inscripción que reza: “Pagadero al portador en las oficina del
banco”. O sea, Ud. va al banco y
allí le deberían entregar una cantidad de oro o monedas, las que a su vez
representan el valor deseado.
En los billetes de
los EEUUAA, antes de Bretton Woods, decía: “In Gold we trust”, lo cual traduce:
“ En el oro confiamos”, después de esa
gran reunión financiera para acuerdos y tratados mundiales sobre la moneda, se
le quitó la “L” y ahora dice: “In GOD we trust”, lo cual debe
analizarse más profundamente, para entender que si antes la moneda representaba
un valor verificable cuantitativamente, ahora confiamos a Dios nuestra suerte
de que eso que tenemos en la mano valga lo que dice; porque no está respaldado
en oro físico o real “en las oficinas del banco”.
Otra manera de
entenderlo es que la moneda, especialmente la divisas fuertes o dólar,
representa el valor de lo que nuestras mercaderías vendidas han producido y que
el Banco Central de Venezuela tiene en
sus arcas, son resultado de la venta de nuestros bienes y servicios, en
mercaderías exportables, en el mercado internacional. Es decir, el salario del país
es aquel que resulta de su producción, al exportar los excedentes, una vez
hemos consumido internamente lo que necesitamos. Un país, entonces, debe
producir lo suficiente para consumir internamente y que le quede para exportar,
para traer al fisco lo dólares (moneda
fuerte de verdad, comúnmente aceptada como base del sistema financiero
internacional). La fortaleza del dólar reside en la estabilidad de su sistema
democrático, en la fortaleza de su sistema productivo, generador de bienes que
exporta, ya que ella también importa y consume de otras naciones. Su economía
es confiable, al punto de que esta respaldada por sus industrias, especialmente
en su industria armamentista.
Cuando escucho o leo, por ejemplo acerca del
BITCOIN, en mi ignorancia me pregunto: ¿Quién es el creador de esa moneda y en que está
sustentado su valor? ¿Es confiable esta moneda y quien responde por ella?
En cuanto al PETRO, Si
ya Venezuela tiene su moneda establecida, ¿Por qué crear una nueva,
artificiosamente originada? El Bolívar está sustentado en la producción de
TODOS LOS BIENES Y SERVICIOS que conforman sus recursos naturales explotados
por su aparato productivo, dentro de los cuales está el oro:
¿Por qué ahora
separar el oro, producido en ese arco minero entregado a rusos y chinos, y
crear una moneda para dizque sustentar el desarrollo, cuando todos los signos
visibles apuntan a que lo que servirá es para el pago de las nóminas y demás
gastos presupuestarios y extra presupuestarios propios de su campaña para
mantenerse en el poder y seguirnos arruinando?
¿ Será que ahora
existirán dos sistemas económicos y financieros?
¿Cuál era la
necesidad real de la creación del PETRO?.
Hubo un economista en
USA llamado Lindon Larouche, quien hablaba, como cosa maligna, de los
"Derivados financieros" o una artificiosa manera de hacer finanzas en
la que se generaban intereses sobre intereses, sin respaldo de producción
alguna y que inflaron la economía de los
EEUUAA, al término de que a ésta se le fue el aire que la inflaba y se desinfló
de golpe y produjo una cris que casi los arrastra.
En esa economía,
donde los ahorristas exigían sus intereses por sus dineros ahorrados y donde
los inversionistas no pedían los créditos para generar industria a quienes los
bancos les pudieran cobrar las tasas activas para pagar las tasas pasivas a sus
ahorristas, se dio el caso que empezaron a dar créditos a unos dizque
inversionistas exprés, personas sin respaldo de producción alguna, en el mejor
de los casos para construir viviendas, y
a estos “inversionistas “ no les exigían nada, ninguna garantía, prácticamente
los obligaban a recibir los préstamos, les llamaban NINJAS o personas sin
Ingresos (No income), sin empleos (No job) y sin patrimonio (No assets). Llegó
un momento en el que todo era una burbuja, donde - para remate - se dio aquello
del cobro de intereses sobre intereses de las cuotas balón. El caso fue que ese
boom explotó y todo se vino abajo.
No soy economista;
aunque, me temo que estamos en presencia de un fenómeno sumamente preocupante
por peligroso para la economía, como ese de los derivados financieros de los
cuales hablaba Lindon Larouche (quien hasta fue candidato a la presidencia,
como aquel llamado Perosh) que se está produciendo con estas monedas
alternativas emergentes, como son el BITCOIN y el PETRO.
Perdonen mi ignorancia. Están a tiempo de ayudarme a despejarla.
Parto de tu aclaratoria que no eres economista. Para tu satisfacción, la explicación está muy clara. Entonces, al estar hablando entre legos es más fácil entenderte, pues hiciste gala de dotes de docente andragógico. Mi idea sobre el asunto es que es una soberana estupidez que no merece la pena analizar, sino de plano rechazar y punto. Como lo dices sin señalarlo expresamente: El Bitcoin basa su éxito en la confianza. Y nadie confía en la economía nuestra, ni los mismos del gobierno la comprarán.
ResponderEliminarPosiblemente la aprueben para pagar desudas internas del estado y así "perfeccionar" sub perversidad. Gracias por esta artículo.