domingo, 10 de diciembre de 2017

MONEDAS ALTERNATIVAS EMERGENTES

Confieso mi ignorancia supina acerca de las nuevas monedas alternativas emergentes, tales como el BITCOIN y más recientemente el PETRO, y comparto abiertamente, sin pudor ni recato, mi desconocimiento de algo de lo que debería haber investigado, mucho más cuando algunos colegas me lo han pedido, aludiendo o estimulando mi presunta capacidad de argumentación y vocación de docente andragógico. Este compromiso o reto es tanto más difícil, cuando quien suscribe no es economista, ni experto financiero, sino un aficionado práctico a la economía.

La moneda, en términos simples, no es más que la representación simbólica, aunque cuantificable, física y contablemente, del valor asignado a los bienes, creada para facilitar el intercambio y las transacciones de mercaderías, para superar los límites de su método anterior, como es el primigenio trueque.

Un dato interesante es que la moneda la creaba y promulgaba el creador o propietario de los bienes creados, es decir el país  donde ese aparato productivo generaba los mismos. Este ente creaba la moneda representando el valor en metales nobles, como el  oro, la  plata, etc.  Es decir, esa moneda representaba en su propio valor aquel de los bienes a los cuales se venderían o comprarían las mercaderías. Había no obstante un factor de confianza en la misma moneda, como era la ley o proporción en la cual el metal más noble como el oro, estaba conformado dentro de la mezcla; porque, si bien  las primeras fueron de oro puro, luego se produjeron las aleaciones, bien sea porque el oro  escaseaba o se encarecía, o porque el metal con el que se aleaba aportaba mayor resistencia al desgaste por el uso cotidiano.

Luego, en su avance o desarrollo como instrumento financiero, se produjo el momento en el cual los dueños de  los bienes le metían gato por liebre a la gente, al quitarle parte del metal noble a su moneda y al  agregarle metales menos valiosos, dando lugar al termino inflación. Una moneda inflada sin valor real sustentado en producción. No es raro entonces ver esas imágenes de película donde quien recibe la moneda le hinca el diente a ver si lo que le dan es oro de verdad o plomo.

 El billete surge posteriormente como una suerte de cheque al portador, que es lo que en esencia es uno de tales papeles.  Desdoble Ud. un billete de cualquier denominación y verá que  tiene una inscripción que reza: “Pagadero al portador en las oficina del banco”.  O sea, Ud. va al banco y allí le deberían entregar una cantidad de oro o monedas, las que a su vez representan el valor deseado.

En los billetes de los EEUUAA, antes de Bretton Woods, decía:  “In Gold we trust”, lo cual traduce: “ En  el oro confiamos”, después de esa gran reunión financiera para acuerdos y tratados mundiales sobre la moneda, se le quitó la “L” y ahora dice: “In GOD we trust”, lo cual debe analizarse más profundamente, para entender que si antes la moneda representaba un valor verificable cuantitativamente, ahora confiamos a Dios nuestra suerte de que eso que tenemos en la mano valga lo que dice; porque no está respaldado en oro físico o real “en las oficinas del banco”.

Otra manera de entenderlo es que la moneda, especialmente la divisas fuertes o dólar, representa el valor de lo que nuestras mercaderías vendidas han producido y que el Banco Central de Venezuela  tiene en sus arcas, son resultado de la venta de nuestros bienes y servicios, en mercaderías exportables, en el mercado internacional. Es decir, el salario del país es aquel que resulta de su producción, al exportar los excedentes, una vez hemos consumido internamente lo que necesitamos. Un país, entonces, debe producir lo suficiente para consumir internamente y que le quede para exportar, para traer al fisco lo dólares  (moneda fuerte de verdad, comúnmente aceptada como base del sistema financiero internacional). La fortaleza del dólar reside en la estabilidad de su sistema democrático, en la fortaleza de su sistema productivo, generador de bienes que exporta, ya que ella también importa y consume de otras naciones. Su economía es confiable, al punto de que esta respaldada por sus industrias, especialmente en su industria armamentista.

Cuando  escucho o leo, por ejemplo acerca del BITCOIN, en mi ignorancia me pregunto: ¿Quién es el creador de esa moneda y en que está sustentado su valor? ¿Es confiable esta moneda y quien responde por ella?
En cuanto al PETRO, Si ya Venezuela tiene su moneda establecida, ¿Por qué crear una nueva, artificiosamente originada? El Bolívar está sustentado en la producción de TODOS LOS BIENES Y SERVICIOS que conforman sus recursos naturales explotados por su aparato productivo, dentro de los cuales está el oro:

¿Por qué ahora separar el oro, producido en ese arco minero entregado a rusos y chinos, y crear una moneda para dizque sustentar el desarrollo, cuando todos los signos visibles apuntan a que lo que servirá es para el pago de las nóminas y demás gastos presupuestarios y extra presupuestarios propios de su campaña para mantenerse en el poder y seguirnos arruinando?

¿ Será que ahora existirán dos sistemas económicos y financieros?

¿Cuál era la necesidad real de la creación del PETRO?.

Hubo un economista en USA llamado Lindon Larouche, quien hablaba, como cosa maligna, de los "Derivados financieros" o una artificiosa manera de hacer finanzas en la que se generaban intereses sobre intereses, sin respaldo de producción alguna y que inflaron la economía de  los EEUUAA, al término de que a ésta se le fue el aire que la inflaba y se desinfló de golpe y produjo una cris que casi los arrastra.

En esa economía, donde los ahorristas exigían sus intereses por sus dineros ahorrados y donde los inversionistas no pedían los créditos para generar industria a quienes los bancos les pudieran cobrar las tasas activas para pagar las tasas pasivas a sus ahorristas, se dio el caso que empezaron a dar créditos a unos dizque inversionistas exprés, personas sin respaldo de producción alguna, en el mejor de los casos para construir viviendas, y  a estos “inversionistas “ no les exigían nada, ninguna garantía, prácticamente los obligaban a recibir los préstamos, les llamaban NINJAS o personas sin Ingresos (No income), sin empleos (No job) y sin patrimonio (No assets). Llegó un momento en el que todo era una burbuja, donde - para remate - se dio aquello del cobro de intereses sobre intereses de las cuotas balón. El caso fue que ese boom explotó y todo se vino abajo.

No soy economista; aunque, me temo que estamos en presencia de un fenómeno sumamente preocupante por peligroso para la economía, como ese de los derivados financieros de los cuales hablaba Lindon Larouche (quien hasta fue candidato a la presidencia, como aquel llamado Perosh) que se está produciendo con estas monedas alternativas emergentes, como son el BITCOIN y el PETRO.


Perdonen mi ignorancia. Están a tiempo de ayudarme a despejarla.

1 comentario:

  1. Parto de tu aclaratoria que no eres economista. Para tu satisfacción, la explicación está muy clara. Entonces, al estar hablando entre legos es más fácil entenderte, pues hiciste gala de dotes de docente andragógico. Mi idea sobre el asunto es que es una soberana estupidez que no merece la pena analizar, sino de plano rechazar y punto. Como lo dices sin señalarlo expresamente: El Bitcoin basa su éxito en la confianza. Y nadie confía en la economía nuestra, ni los mismos del gobierno la comprarán.
    Posiblemente la aprueben para pagar desudas internas del estado y así "perfeccionar" sub perversidad. Gracias por esta artículo.

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