martes, 20 de agosto de 2019

CARTA ABIERTA A MI GENERAL (GN) “DE LOS DE ANTES”, HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA:
CANCER Y SIDA

Apreciado general Seijas, inspirado en su escrito mas reciente donde Ud. habla de que antes los cubanos eran malos y ahora son buenos, he desempolvado un escrito de mi autoría, el cual titulé “Cáncer y Sida” y en el que analizaba de qué manera nuestras fuerzas armadas, a las cuales arbitrariamente asocio al concepto “Sistema Inmunológico”, se habían deteriorado y habían hecho que, como país, sufriéramos de esas dos enfermedades a un mismo tiempo.

Debo confirmarle que me da gusto leer sus escritos pues están muy bien argumentados como sustentados y mejor escritos y de los cuales aprendo mucho. No en pocas ocasiones me he sentido avergonzado de ver que he cometido algunos de los gazapos que sus “Sequispedalias” ilustran. Bueno, es que aún soy un escritor “piccioncino”

Decía que Cáncer era un grupo de células anárquicas que no obedecen la “constitución” o el gobierno del orden genealógico y fisiológico del cuerpo que invaden, sino que vienen con su propia “constitución” y se instalan como aquellos barrios colombianos en la periferia de las bases aéreas y cuarteles, donde izaban la bandera colombiana y desde donde hacían espionaje y saboteos a su gusto.

El caso es que una persona enferma de Cáncer muere de y a consecuencia del Cáncer, el cual crece robándose los recursos del cuerpo invadido y no dejándole que el cuerpo alimente y preserve sus propias células. El sistema inmunológico, por su parte, trata de atacar a los alergenos invasores; pero, sus medios de respuesta no son efectivos ante la fuerza del invasor. Las personas mueren de Cáncer y éste sigue viviendo un tiempito, hasta que ya no tiene más “alimentos” y también muere.

Con el VIH pasa algo similar pero peor, por lo inteligente de este bicho. Este se cuela por entre las alcabalas inmunológicas y se va “empatando” con los “soldados” del sistema inmunológico, seduciéndolos y convenciéndolos y demoliendo su capacidad de identificarlo y detectarlo como enemigo , al punto de que entra en cohecho con los miembros del sistema inmunológico haciéndolo inútil para reconocer , detectar, identificar, destruir o neutralizar a los alergenos, a los cuales ahora ve como “panitas”, socios o “compatriotas” y no les hace nada. A este estadio de la enfermedad le llaman Inmunodeficiencia Adquirida, o SIDA. Es decir, el organismo ha invitado al alergeno a convivir con él y a incluso destruir a sus propias células. La persona con SIDA no muere de SIDA, sino de una gripecita, para la cual antes contaba con el sistema inmunológico y sus cuarteles como las glándulas, el cual ahora se las echa al hombro o simplemente no ataca a nadie. Está totalmente alienado con la voluntad del alergeno y su sistema, constitución u orden biológico invasor, al cual obedece.

Según uno puede apreciar, sin ser médico ni cienciólogo político, en un intento de medicina comparada, o de ciencias políticas medicinales, es que los venezolanos, con esto de los cubanos hemos llegado a un estado de Inmunodeficiencia adquirida o SIDA y un cáncer simultáneamente, de tal magnitud que un hombre como Ud. es capaz de escribir este artículo tan interesante, donde nos alerta de estos cubanos “buenos”. Y lo dice Ud., que fue de los que combatió a los cubanos “malos “, y de eso sí sabe de primera mano, porque era su especialidad.

Reciba mis saludos y la confirmación de mi alta estima y consideración.

Su amigo CN Eddy Barrios Orozco
(Autorizo a Noticiero Digital a publicar mi comentario)

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