IDEAS
PARA LA TRANSICIÒN
Me canso de oír que
la oposición no tiene proyecto (tengan o no razones para decirlo), y que la MUD
sólo es un instrumento electoral. Me sorprende que la juventud de los partidos sienta
que éstos no tienen bases ideológicas y al investigar las ciencias políticas y
las concepciones presentadas por dichos partidos en su creación y
reconocimiento por el CSE o el CNE, encuentro que están allí detalladas y lo
que observo en la práctica es que existen desviaciones y contaminaciones, al no
aplicar ellos, una vez en el poder, las bases programáticas que pregonaron
desde su fundación. Esto es lo que, a mi juicio, ocurrió en los 40 años de la
llamada “Democracia representativa puntofijista” y que dio lugar a la
conspiración que los sustituyó…por algo peor. El modelo a su juicio perverso ha
sido denunciado; aunque, lo han reinventado, duplicando los yerros, fallas y
denuncias que alegaban los motivaron a alzarse el 4F92.
En fin, para no
seguir alimentando la tesis goebbeliana descrita, comúnmente instalada y con
éxito en la opinión pública, expreso - una vez más - lo que he publicado in
extenso y que no es más que lo que pienso que se debería hacer, cualquiera
fuese el presidente que resultare para la transición que esperamos.
En
lo político:
Reforzar la
concepción de República democrática liberal. De igualdad y equidad. Un estado
democrático social (no necesariamente socialista) de derecho y de justicia.
Cumplimiento cabal del
preámbulo y articulado consecuente de nuestra Constitución vigente (la de 1999),
comenzando por cumplirla desde el presidente y su gabinete, hasta el último de
los ciudadanos.
Cuando se estabilice
la gobernabilidad, proponer una reforma o enmienda de aquellos artículos que lo
ameriten.
Revisión del REP y la
conformación del CNE, mediante baremo serio y decente. Igual consideración para
los magistrados del TSJ.
Eliminación del malevo y fracasado, como contraproducente, concepto del partido y pensamiento único.
Eliminar la neo
costumbre revolucionaria de que el presidente puede, en simultáneo, continuar
siendo presidente del partido que lo llevó al poder.
Eliminación para
siempre del militarismo, el clientelismo y el populismo, así como el
caudillismo y el consecuente culto a la personalidad de un Mesías o líder
máximo.
Promover, instaurar y
dirigir un gobierno civilista, moderno, con gerencia científica moderna y eficiente.
Devolver su vigor y
fuerza a los poderes públicos, no permitir el control de uno sobre otros,
morigerar el presidencialismo y el centralismo. En lugar de independencia de
poderes, la interdependencia sistémica y sinérgica de los mismos, para fines
del estado.
Exigir y cumplir el
control antero, durante y posterior de la gestión.
Defender la
descentralización, incluyendo la devolución inmediata de las competencias a
cada gobernante regional o municipal electo, eliminando los procónsules del
presidente o del partido, con respeto absoluto a la distribución de las
alícuotas de recursos legales para las regiones.
Proponer la
financiación pública de los partidos.
Optimizar el tamaño
del estado, bajo la fórmula ecléctica de “tanto como sea necesario y tan poco como sea posible”.
Agilizar la
repatriación de los capitales fugados por la corrupción y que están en cuentas
en el extranjero, sean fondos públicos o de los funcionarios sancionados.
Eliminar el arbitrio
ilegal de los funcionarios en la administración pública, para eliminar peajes,
peculado y cohecho.
Devolver el imperio
de la ley y la fuerza y vigor de la constitución.
En
lo económico:
Establecer un sistema
económico ¡Capitalista! sin temor, ni timidez (los factores productivos propiedad de los
ciudadanos y no del estado, excepto las industrias estratégicas); por tanto, un
sistema económico de mercado, con control dosificado y justo del estado sobre los
actores de la economía, para evitar desviaciones y desequilibrios. “No importa
de qué color sea el gato, con tal que cace ratones”, dijo Deng Xiaoping y sacó
a China de su etapa rural.
Recuperar el aparato
productivo y crear riqueza, donde el capital no explote al trabajador y el
trabajador no extorsione al empresario, ni el estado se transforme en peaje u
obstrucción.
Aplicar un sistema de
remuneración integral justo, de compromiso entre actores para el desarrollo, no
del mero crecimiento de los indicadores macroeconómicos. Es fundamental crear
riqueza, para después poder distribuirla con justicia y equidad.
Luchar y vencer la
tendencia al capitalismo de estado y controlar la lógica capitalista de
optimización de ganancias, promoviendo y facilitando el compromiso social de la
empresa como del trabajador, por resultados que beneficien armónicamente a ambos, en un esquema de ganar-ganar. O sea,
la tesis econométricamente demostrada del altruismo en la economía.
Sustituir el control
cambiario actual, por un sistema (bandas, flotación, etc.) el cual sea producto
del consenso de un consejo consultivo especial, de emergencia, a ser designado o
reactivado, conformado por economistas docentes, académicos, investigadores o
profesionales en ejercicio, de muy alto nivel y calificación y demostrados
éxitos en su profesión, para ir desmontando el aparato económico perverso y de mal “bodeguero”, seguido por el socialismo
del siglo XXI, el cual destruyó el aparato productivo nacional y es la causa
esencial que nos llevó a la crisis actual.
Estimular y fomentar
la inversión nacional y extranjera creando condiciones con reglas claras y
estables, con respeto a la iniciativa y la propiedad privada y la libre empresa,
al estado de derecho y la capacidad de las empresas internacionales que
inviertan en nuestro país, a la repatriación de sus capitales legal y
legítimamente adquiridos o acumulados y eliminar las presiones arbitrarias e
indebidas del estado sobre los empresarios, con fines de extorsión o cohecho.
Armonizar y articular
la inversión pública con la privada, nacional o internacional, para los grandes
proyectos nacionales de desarrollo.
En
lo social:
Recuperar el sentido
ético y moral del ciudadano. Su respeto y acatamiento de los valores y
principios democráticos, despertándolos
de su alienación castro comunista.
Eliminar la presencia
invasiva del estado o del partido (o los partidos), sobre la educación pública
(la cual debe ser laica), cumpliendo las leyes en esa área.
Respetar la educación
privada, incluyendo la religiosa de cualquier creencia, tanto como la pública; así
como, la educación laica con valores y principios, propios de nuestra cultura y
costumbres. Prohibir la ideologización de la educación.
Fomentar y estimular
la Investigación y Desarrollo tecnológico y la transferencia de tecnologías en
los contratos públicos.
Educar a los adultos
desplazados, rezagados o que no tuvieron acceso al mismo en su oportunidad, que
están desactualizados o marginados del sistema educativo nacional. Reeducar a
los adultos para que puedan ser útiles en la nueva economía.
Reestructurar y
reorganizar el servicio de salud pública y su articulación y armonización con el
sistema privado. Incorporar eclécticamente el sistema de la misión Barrio-Adentro,
para que sea una solución estructural
del sistema de salud nacional y no un plan privado del gobierno o del
partido.
Eliminar la contraproducente
concepción del “Papá estado” que todo lo regala. Que todos los ciudadanos ingresen
a la producción y gocen de sus beneficios, para que sean remunerados de manera
correcta y puedan adquirir con su trabajo los bienes y servicios que requieren
y no regalárselos.
Mantener los tradicionales
o universales planes de subsidios directos e indirectos, de manera temporal (no
eterno) mientras se va instalando el nuevo sistema económico estructural, que garantice
ciudadanos libres y con recursos propios para su subsistencia, sin dependencia
de esos planes. A medida que el estado se desarrolla en esa misma medida desparecen proporcionalmente los subsidios.
Igualmente,
establecer un nuevo sistema de Seguridad Social moderno, para sustituir el
actual de reparto, por uno de capitalización individual, con manejo mixto de
los fondos de pensiones, para que cada ciudadano se diseñe y vaya construyendo
- día a día - bajo su voluntad y albedrio, bajo su control, su propio plan de
jubilación, y pueda tener el acceso al mejor sistema - con excelentes planes de
salud y pensiones - disponible.
En
lo militar
Devolver a los
militares a sus cuarteles, dando cumplimiento a su misión general, establecida
en el artículo 328º constitucional, reforzando el cumplimiento de todo lo
contemplado en la constitución.
Revisar y corregir la
interpretación y aplicación del manoseado concepto “relación cívico-militar” con
el resto de los campos del poder, contaminada de ideologías en la situación
actual.
Revisar los planes
educativos para devolver la impartición de asignaturas profesionales,
científicas, sociales, culturales, económicas, políticas y las propias de la
ciencia y arte militar, sin desviaciones
ni penetraciones ideológicas.
Recuperar el Apresto
Militar y la Capacidad de Reacción, así como, el mantenimiento y la
preservación.
Recuperar la
preparación profesional del militar, en armonía con los ciudadanos no
militares, en las posiciones oficiales del estado venezolano frente a sus
problemas geopolíticos, fronterizos y limítrofes.
Promover el respeto
mutuo entre el poder civil y el militar; como la convicción del militar en que
debe subordinarse al poder civil, legal y legítimamente constituido.
Eliminar eslóganes y
clichés ideológicos o revolucionarios y las arengas a los militares, tanto en
sus cuarteles como en las paradas militares.
Respetar a los
militares y no inmiscuirlos en las diatribas ideológicas, ni
político-partidistas.
Respetar los tratados
y convenciones debidamente firmados por la república.
Optimizar la
asignación de recursos al sector militar con base a estudios científicos y no con
aspiraciones de penetración ideológica en el continente, conquista, o contaminaciones
con proyectos de expansión de ninguna ideología; sino para, atender y respaldar
la correcta metodología de Planificación de Seguridad y Defensa de la nación,
en lo nacional y su adecuada armonía con la del Sistema Interamericano de Defensa
al cual pertenecemos.
En
lo geopolítico
Reafirmar y respetar
la presencia y rol de Venezuela - con base en su definición del preámbulo
constitucional – dentro del concierto de las naciones, aprovechando sus
ventajas competitivas y comparativas en sus frentes geopolíticos de relación e
influencia internacional.
Respetar los tratados
debidamente firmados, garantizando la defensa de la soberanía y la integridad
territorial, mediante la atención directa a los conflictos y una dinámica
campaña de concienciación, tanto de militares como de los ciudadanos en
general, en el conocimiento de los problemas limítrofes y fronterizos y las
posiciones oficiales del estado-nación venezolano.
Revisar los contratos
con Rusia y China y con cualquier país que haya sacado ventajas indebidas obtenidas
en las últimas dos décadas, por su afinidad ideológica con el proceso conducido
por el régimen actual y que han dejado a Venezuela en sus manos.
Difundir en la
comunidad internacional las posiciones oficiales de Venezuela en cada uno de
los escenarios internacionales y de conflicto con vecinos.
Promover la
negociación, la Seguridad y Defensa y la paz y armonía internacional, sin
desviaciones, lenidad o complacencia. Pero, sin provocaciones.
El respeto inter
pares a los estados naciones cualquiera sea su situación o condición política,
económica, social o militar y exigirlo para nosotros.
Reforzar la relación
con el sistema interamericano y con la comunidad de naciones en general,
ampliando su conocimiento de nuestras realidades y posiciones oficiales y
exigir que la comunidad de naciones (ONU y OEA) dé respuestas oportunas a los
planteamientos que les presentemos en las respectivas asambleas.
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