miércoles, 25 de enero de 2017

PUENTES  ROTOS

No me refiero a los antipáticos del régimen sino a los puentes que se nos desploman o pueden desplomarse en nuestras narices.

Si efectivamente hubo ávisos de parte de técnicos en la materia de que el Puente de Guanape acusaba fallas y éstas se desoyeron,  no se puede hablar de saboteos, sino de terquedad e irresponsabilidad por soberbia y prepotencia, de parte del gobernador o de quien sea el responsable y se le haya informado.

 Vean que esa conducta no me extraña en este régimen de super sabios.  No podemos olvidar que en la tragedia de la vaguada de Vargas de 1999 estábamos en elecciones y desatendieron las evidentes y torrenciales - por extraordinarias-  lluvias y , en lugar de suspender las elecciones en el estado, las continuaron.  Una oportuna evacuación controlada y dirigida por el estado hubiera reducido y evitado la mortandad.

En vez de ello , salieron con la reedición de una estupidez histórica como fue aquello de "si la naturaleza se opone ". Luego del desastre,  hasta rechazaron y  regresaron la ayuda internacional que venía navegando .

No olvidamos lo de la eminente caída o derrumbe posible del viaducto de la vetusta Autopista Caracas La Guaira. Alli no hubo desastre porque tomaron la decisión correcta de dinamitarlo  y  construir un nuevo puente.

Esa conducta atrabilaria  de desoír a expertos (ofenderlos y someterlos al escarnio público) parece ser hoy la causa de  heridos, gracias a Dios no hubo  muertos,  pero sí molestias a la comunidad.  Una ciudad donde están el aeropuerto y el puerto principal del país queda parcialmente incomunicada.

Si cuando les informaron de los problemas de este puente de Guanape se hubiera hecho lo que se previó en el caso del viaducto de la autopista Caracas La Guaira , no hubiera pasado ésto que hoy nos afecta a todos.

Colocarle asfalto para tapar las grietas no fue suficiente.  Los pañitos calientes no curan y casi siempre ni alivian.

Así hacen hoy con el desastre de gobierno y de régimen que nos acogota,  tratan de correr la arruga a ver si este precario viaducto político y social como , puente agrietado y en llamas, aguanta hasta el 2019.

Se nos va a desplomar encima y no sabemos cuántos muertos y heridos se causarán.  Falta ver quién asumirá la responsabilidad. Ayer nadie la asumió.  Hoy no sabemos y de mañana lo dudamos.

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