CARTA ABIERTA AL VICEPRESIDENTE DE GUYANA
Ciudadano vicepresidente de Guyana:
Es muy honroso dirigirme a Ud. . En mi condición de ciudadano venezolano no investido de autoridad alguna, en la oportunidad de plantearle mis consideraciones a sus declaraciones recientes.
He leído no sin cierto estupor que Ud. asume que nuestra voluntad expresa de recuperar nuestro territorio Esequibo , es producto de la codicia , y asume que es envidia de Venezuela, al ver el éxito de las empresas petroleras a las que Uds. les otorgaron indebidamente concesiones en las áreas jurisdiccionales marítimas, generadas por un territorio pendiente del cumplimiento del Acuerdo de Ginebra de 1966, y el cual nos obliga a encontrarle un Arreglo Práctico y satisfactorio , para Venezuela y Guyana, en la aceptación taxativamente expresada en el artículo primero de dicho acuerdo, de la contención unilateral de Venezuela de que el Laudo de París de 1899 era Irrito y nulo declarada por nuestro presidente Rómulo Betancourt en 1962 y lo sigue siendo ; por lo que, dicho laudo no resolvió nada del justo reclamo de Venezuela al despojo que Inglaterra le hizo de 159.500 km2 de nuestro territorio al oeste del Río ESEQUIBO , límite natural entre nuestros dos estados naciones , mediante un laudo que aplicó el uti posidetis de facto y no el uti posidetis iuris, que desconoció los mapas de Agustín Codazzi de 1834 y en su lugar solo aceptó los del prusiano Robert Schomburk, contratado ad hoc por Inglaterra, y además produjo un laudo inmotivado.
Investigando la historia del conflicto, podemos ver que la hoy Guyana, o República Federativa de Guyana , fue parte de la antigua Guayana holandesa, entre los ríos Esequibo y Cuorentyne, de unas 20.000 millas cuadradas, que Holanda vendió en 1814 a Inglaterra y en la cual esta estableció su colonia, denominada Guayana Inglesa .
En 1966 Inglaterra les concedió la independencia y Uds heredaron no un territorio, sino la controversia, pendiente con Venezuela , sobre esos 159.500 km2 que Inglaterra les donaba , sin ser ella propietaria .
El instrumento para encontrarle solución a la controversia por fortuna fue hallado en negociación firmada, sin coacción ni apremio , por su primer presidente Forhes Burham , y los representantes de Inglaterra y Venezuela en 1966. El propósito de tal instrumento, no era otro que resolver lo que el Laudo de París dejó inconcluso en 1899 , por las irregularidades y componendas cometidas por los árbitros norteamericanos , ingleses y el presidente del arbitraje , el ciudadano ruso Martens.
De tal manera que, no existe codicia en Venezuela, no queremos nada material, ni territorial de Guyana a la cual fuimos los primeros en otorgarle el reconocimiento de estado en 1966, haciendo la reserva escrita de que nuestro reconocimiento no significaba renuncia a nuestros derechos sobre nuestro territorio Esequibo, despojado por Inglaterra.
Tampoco nos sorprende la existencia de petróleo en ese territorio; por cuanto , estamos en pleno conocimiento de que somos el estado nación con las mayores reservas probadas de ese precioso recurso , en el mundo .
No lo habíamos explotado por ser respetuosos del Acuerdo de Ginebra de 1966, y por esperar encontrar el arreglo práctico al cual nos obliga dicho instrumento.
Guyana persiste en burlarse del Acuerdo de Ginebra y no respetarlo , y en exigir que se vuelva al Laudo de París de 1899 que ya ambas naciones reconocimos en 1966 que era irrito y nulo y, por tanto , perdió su carácter o condición de cosa juzgada; porque, no resolvió la materia que se les encomendó a los árbitros encontrarle solución .
De tal manera que, con el mayor respeto a los valores y principios que las naciones unidas preconizan como sus principales propósitos, como son : "La Paz y la Seguridad Internacionales", exhortamos a vuestras excelencias, líderes y pueblo guyanes , a honrar el compromiso adquirido al firmar , sin coacción ni apremio un instrumento de solución pacífica tan valioso , como es el Acuerdo de Ginebra de 1966 y a no continuar exacerbando la situación con actos inamistosos que no conducen sino a empeorar el ya debilitado clima de paz en la región , y que preocupa a todos los pueblos hermanos, deseodos de paz.
Con el mayor respeto y consideración ; pero, con la firmeza de saber que procedemos con apego al derecho internacional y a los conceptos del Pacta sunt Servanda, me despido, no sin antes expresarle mi deseo por el progreso y bienestar para nuestras naciones.
CN Eddy Darío Barrios Orozco
Ex Asesor al Colegio Interamericano de Defensa
1996-1999
Puerto Cabello 24 de noviembre de 2023
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