jueves, 2 de marzo de 2017

EMIGRACIÓN Y PRIORIDADES


Lo lapidario de la imagen es la frase del macuto que porta la primera de las damas, en la cual creo leer "Standard Extradition", la cual pudiéramos parafrasear por "Standard migration".

La emigración de jóvenes calificados se ha transformado de circunstancial y rara o poco frecuente, a creciente y progresiva, a un éxodo o diáspora ya estándar. El venezolano no era particularmente dado a emigrar, no tenía motivos. Hoy, el aeropuerto de Maiquetía es un alud de jóvenes tomándose fotos ante el bello trabajo de arte cinético de Cruz Diez, el cual adorna y engalana sus paredes, lo hacen llorosos junto a sus familiares. A mí me tocó el 6 de febrero.

Me duele decirlo; pero, estoy hasta feliz de que mi hijo haya emigrado; pues, al principio estaba muy triste, porque no podría verlo y ahora lo veo más. Gracias al adelanto del celular inteligente nos llama mañana y tarde y lo vemos en su apartamento, cómodo, cocinando mientras su madre le asesora sentada a mi lado sin llorar, lo vemos en sus compras en supermercados surtidos y escogiendo lo que le gusta y con dinero para adquirirlo.

Además, ya está trabajando en su profesión, aunque está recién graduado (aún sin título en sus manos, título que debo recibir yo y hacérselo visar y apostillar para enviárselo) ya lo admitieron como asistente de su profesión en una empresa y se dio el lujo de escoger entre 4 de ellas que le respondieron afirmativamente a su petición y entrega de currículo. Escogió la que tenía más relación con su profesión y le hicieron un examen y lo pasó. El creía que le darían ese empleo a un ciudadano de ese país con quien competía y se puso a repartir hasta 15 currícula entre varias empresas y todas le respondieron que sí. Está ganando lo que no ganaría aquí en el país que lo vio nacer y donde no tenía oportunidades. Ese no es el caso sòlo de él sino que muestra al mundo que el capitalismo funciona, y que la pléyade de profesionales, venezolanos y de otros países, encuentra cabida en ese país que los necesita porque hay empresas de un aparato productivo sano y competitivo que los admite y remunera, y que hay empleo.

Ha trabajado solamente 10 días de este mes y ya le pagaron el prorrateo de su salario mensual y nos dice que con eso puede comprar los alimentos que le sostendrán un mes. Su esposa también trabaja, es profesional y le pasó un tanto igual. Vale decir que hay empleos y bien remunerados. Lo que ganan les permite vivir recién casados.

Aquí yo, que estoy jubilado y soy de alto rango en mi profesión, con 30 años de servicio, gano menos de 40 dólares al mes. El gana 622 y su esposa otro tanto y con esos dos salarios pueden alquilar vivienda, adquirir enseres, alimentos y entretenerse y ahorrar.

Para mayor felicidad, fue recibido por ciudadanos de allá a quienes conoció por internet y quienes le brindan apoyo invalorable como si los hubieran conocido toda la vida. Se conmovieron por las noticias de nuestro desastre que ya recorre el mundo. Ellos les muestran gran solidaridad. Tanta como la que le brindamos nosotros a los extranjeros, incluyendo a los del país donde mi hijo recibe hoy apoyo y encuentra caminos, cuando en los años 50s del siglo pasado llegaron huyéndole a lo que nosotros estamos pasando hoy día.

Así es que esa imagen de esos alienados debería ser contrastada contra la realidad que viven los emigrantes venezolanos. Los 20.000 despedidos de PDVSA están haciendo progresar las empresas petroleras extranjeras. Los contrataron y, como dan la talla y hasta la superan, están muy bien, ya no les pesa tanto que PDVSA les hay robado sus prestaciones y les hay tratado de destruir su futuro.

Los médicos venezolanos, al principio no tan bien recibidos porque no confiaban en sus credenciales y porque - como era natural - admitirlos a su desempeño inmediato era riesgoso para la salud pública de esos países receptores, se imponen poco a poco. En los hospitales y clínicas donde los contratan se percatan de sus calificaciones y experiencias y están venciendo las barreras de la equivalencia. Es que, por ejemplo en ese país donde mi hijo están, nuestros médicos, como de otras profesiones, pasan con muy buenas calificaciones los exámenes académicos y pruebas de suficiencia que les hacen y al verlos trabajando, asistidos o “en doble comando” como decimos los aviadores, se sorprenden de sus conocimientos y experiencias. Hoy les resulta difícil; pero, al igual que los petroleros venezolanos despedidos con un pito por un infame,  también lo lograrán. Lo países no son pendejos, saben apreciar el talento y lo reciben ya formado.

Acabo de leer que un joven científico venezolano emigrado de Venezuela, de apellido Bracamonte, acaba de recibir un premio, a sus 35 años de edad, por haber descubierto algo relacionado a las células. 


“La American Heart Association y la American Autoimmune Related Disease Association galardonaron en un lapso de seis meses al médico venezolano William Bracamonte por sus importantes descubrimientos sobre células linfoides innatas, lo que lo convierte en la única persona en obtener ambos reconocimientos. 
Bracamonte trabaja en la Johns Hopkins University, donde hizo una investigación acerca de un glóbulo blanco poco estudiado, llamado células linfoides innatas (ILC por sus siglas en inglés). Estas células se habían estudiado en pulmón, piel e intestino, pero el venezolano halló que también se encuentran en el corazón”

¿No debería este joven ser apoyado por su país? ¿No debería ese conocimiento nuevo haberse descubierto aqui? Ese joven admirable, premio de medicina, refiere en su entrevista que tuvo que emigrar y pagarse su doctorado con sus propios recursos, porque este país, su país, le negó los dólares, porque esa especialidad ¡No era prioritaria!


Al ver a un venezolano, Adrián Solano, dar la cómica y exponer el gentilicio al ridículo en una cancha de nieve de Finlandia, me percato de cuáles son las prioridades de este régimen opresor y tiránico.

CN Eddy Darío Barrios Orozco




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