miércoles, 27 de abril de 2016

EL ACABÓSE
Es realmente deplorable lo que nos está ocurriendo en este país. El límite de la decencia, la paciencia y la concordia se han traspasado, con abuso imperdonable de parte de nuestros gobernantes y funcionarios incompetentes. El pueblo se encuentra a merced de sus designios y no contamos con un liderazgo opositor eficiente y capaz. Es decir, y me corrijo,  sí hay líderes; pero, están auto-mediatizados, auto-amarrados por la decencia, por un respeto cuasi religioso, como impráctico, al status quo a rajatablas, aunque el estado de derecho esté vigente sólo en el texto constitucional.

Con delincuentes declarados no se negocia, y ya parecen inaplicables las opciones diseñadas para salir de éstos por vía pacífica, democrática y electoral y ya se corre el riesgo de desesperar al pueblo.   

Una AN legal y legítimamente triunfadora, la cual asume su reto utilizando los mecanismos constitucionales disponibles y fundándose en el hecho innegable ,como irrebatible, de su abrumadora elección, o de la mayoría abrumadora que se expresó y cambio la correlación en el hemiciclo, dándole una vuelta a la tortilla, en la cual el PSUV que tenía 99 diputados, terminó con 55 y la oposición que tenía 67 terminó con 112 , una mayoría calificada que - gracias dios - no tuvo nunca el régimen, aunque le hayamos dado la capacidad de gobernar por decretos, con una habilitante permanente al difunto, dejando de lado su deber de legislar, controlar y debatir. Funciones que hoy la nueva AN, trata de cumplir.

Este triunfo  debería entenderse como el respaldo mayoritario de un pueblo cansado del fracaso evidente, de la incapacidad gerencial, de la corrupción, del cohecho, del narcotráfico y de las alianzas con intereses ajenos al nacional. Ello debería reflejarse en el reconocimiento de sus pares, del gobierno y de los demás poderes y sobre todo del pueblo adormecido mismo.
Los poderes, en cambio, no actúan como contrapeso, sino como estorbo, como Torquemada redivivos, como verdugos de la libertad, cercenando al pueblo de la función de los representantes que éste mismo eligió. Cada uno de los proyectos de ley que la AN ha producido, han sido considerados, ex antes o anunciados por una injustificada rebeldía de la minoría del PSUV apoyada por el TSJ, como inconstitucionales. O sea, ley que la AN produce, corre la suerte de que no le paren, están ya quedando en ridículo.

Una partida de sofistas, obsecuentes o cooptados magistrados expresss, se dedica a pagarle al poder ejecutivo el favor de su designación entre gallos y medianoche, su aquiescencia, su lenidad  y su falta de idoneidad ciudadana, jurídica y republicana democrática es el pago. Es premiada con dinero y cargos y ellos pagan con apoyo a lo Vallenilla Lanz, otorgándole carácter jurídico a las maniobras de hecho del gobierno de desconocer el poder del pueblo representado en los diputados que el pueblo eligió.

La FAN no está taxativamente diseñada para fungir de policía de la constitución, aunque debería serlo, como en países como Honduras, donde sí lo está taxativamente.

Aunque es deber de todos los ciudadanos  cumplir y hacer cumplir  la constitución, en especial los investidos de autoridad, no lo están haciendo ni unos ni otros. Queda entonces aplicar el artículo 333°y el 350° juntos. A vía de la calle.

Los militares en contravención del 328° constitucional, han preferido plegarse al poder de una nación extranjera, declararse parcializados con una ideología recalcitrante y fracasada. Se declaran abiertamente, sin pudor republicano, y con euforia propia de mejores causas, como antimperialistas, socialistas y chavistas.

Para remate, se recogen firmas ,casa por casa, para asignar una bolsa de alimentos diseñada como quiere el gobierno, con la excusa de dizque  precios justos. Ya los ciudadanos los desprecian, pero les temen. No les creen y, si lo aceptan es por la presión. Los funcionarios censores, a manera de comités de defensa de la revolución, les acompañan con la exigencia de una firma adicional para rechazar la ley de amnistía. Igual táctica se aplica en los cargos públicos.


Es una odiosa táctica  o manipulación clientelar, de matricular y captar a un pueblo asustado y hambriento y rendido, humillado por estas medidas, en un país petrolero, el de mayores reservas del mundo. Hace poco culminó un censo nacional y uno se pregunta para qué sirvió si tienen que recoger firmas para enviarnos un combo que no queremos, lo que queremos es que dejen producir al aparato productivo nacional, que pongan esos productos, que evidentemente tienen acaparados, en los anaqueles y dejen que todo funcione como venía hasta 1999, que nosotros nos la ingeniaremos para evolucionar y mejorar nuestra democracia republicana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario