sábado, 8 de agosto de 2015

DEVUÈLVANNOS EL PAIS

La película FANTASIA de Walt Disney marcó época, fue la primera en la cual se utilizó la combinación de dibujos animados, acompañados de música académica, en ella se utilizaron siete secuencias que ilustran ocho fragmentos de piezas de música clásica, arreglados y dirigidos por el director de orquesta Leopold Stokowski, e interpretados por la Orquesta de Filadelfia.  

la escena más famosa y conocida de la película es la llamada “APRENDIZ DE BRUJO”,  la cual utiliza el escenario presentado en el poema Der Zauberlehrling, escrito en 1797 por Goethe y la música de El aprendiz de brujo (1899) de Paul Dukas, que ilustra el poema. En dicha escena Mickey entra un salón donde se guardan los instrumentos de la orquesta y toma prestado el gorro mágico del brujo Yensid, así como la varita de dirigir y comienza a hacer movimientos con la misma y los instrumentos cobran vida y él, “Aprendiz de Brujo”, no sabe qué hacer con ella y se producen una serie de hilarantes escenas donde una escobas, embrujadas por el gracioso ratoncito, también cobran vida, y Mickey debe combatirlas para que lleven cubos de agua a su sitio.

En 1999 unos aprendices de brujos tomaron la varita del país y, como el célebre ratón, no hallan qué hacer con la misma; de paso, ya ni agua tenemos no sólo para beber y cocinar, sino para que se muevan las turbinas de GURI y recibamos energía eléctrica en nuestro hogares. Ni qué decir de las termoeléctricas cubanas. Por supuesto, no se han hecho los mantenimientos preventivos ni correctivos de rigor y toda la infraestructura nacional está en muy bajo nivel de operatividad y confiabilidad, muchas veces precarias y con altos riesgos, con apagones atribuidos a iguanas opositoras o inexistentes sabotajes de adversarios políticos, etc., lo que denota sus infructuosos intentos por esconder su incompetencia en todo orden, que ya nadie cree, como no se creen las presuntas compras de aviones cazas para magnicidios de telenovela cubana de los 50s del siglo pasado. Delia Fiallo se queda perpleja con estos dramas.

La empresa esencial de nuestra economía, la gallina de los huevos de oro PDVSA, fue matada para comerse los huevos en tortillas, como se comieron las vacas que daban 25 litros de leche diarios en promedio, de las fincas cuyos dueños opositores cayeron en desgracia, como la de Diego Arria, confiscadas por la voracidad  propia del caballo de Atila, que en esencia es la mal llamada revolución bolivariana, y que todos sabemos es castro comunista y que, como todas ellas, solamente saben destruir, bajo la idea de que algún día reconstruirán sobre tierra arrasada.

El aparato productivo nacional está destruido, ya no producimos los bienes y servicios que nuestra sociedad demanda cada día con mayor hambre insatisfecha. Abusamos de las importaciones y ya no tenemos como pagarlas, ni como pagar los terribles endeudamientos en los que hemos incurrido, a pesar de que casi nos ha entrado un trillón de dólares en 15 años. La industria petrolera dizque produce 2,3 MM BBDD de petróleo, cuyo precio actual ronda los  40 y pico de dólares/BB y ya sabemos que las refinerías venezolanas no producen gasolina, la cual importamos de Brasil y de USA y ya importamos hasta petróleo crudo de otros países. Ya intentamos vender las refinerías venezolanas en USA.

Confiscaron  4 millones de hectáreas y no las cultivaron; es decir, matamos la gallina de los huevos de oro de todos los ramos de industria y comercio nacional. Lo peor es que destruimos la confianza país y ya no hay quien nos preste y sin nos prestan es bajo leoninos créditos amarrados en contra del interés nacional, e hipotecando a las generaciones futuras, hipotecando el petróleo de la faja del Orinoco.

Esto aprendices de brujo son obscenos y más audaces que Mickey, nos ofenden y nos enrostran las culpas y causas de los crímenes contra le res pública que ellos mismos cometen, en estrategia goebeliana de acusar el adversario de los propios errores. Ya expropiamos POLAR y dentro de poco vendrán barcos de la Cruz Roja a regalar sopa por las calles de Caracas, como vaticinara Arturo Uslar Pietri.

Devuélvannos el país,  dejen la varita y entréguenla en manos de gente que sepa manejar un estado-nación moderno, y que nos pueda llevar al siglo XXI, ya que estamos ya  a casi dos décadas de atraso de la puerta del mismo.  


  


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